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El monumental regreso de RBD: ¡Yo digo R, tu dices evolución!

Mostrando su evolución como artistas, y seres humanos, los miembros de RBD volvieron después de 15 años para revolucionar los conciertos, romper récords y emocionar a miles de personas

Fotografías por Carlos Ruiz

febrero 13, 2024

“¡Yo digo R, tú dices B, D!”. El grito volvió a sonar con fuerza en una de las giras más exitosas de los últimos años. RBD regresó a los escenarios y de nuevo emocionó a un sinfín de personas que corearon esas melodías pop que conquistaron al continente hace ya un buen tiempo.

Fue hace 20 años, el 4 de octubre de 2004, que pudimos ver por primera vez a Roberta, Mia, Diego, Lupita, Giovanni y Miguel en el Elite Way School cuando llegó a la televisión Rebelde, un programa que adaptaba la telenovela argentina Rebelde Way. Para sus protagonistas era un papel de actuación, pero nadie se imaginaba la magnitud que todo tomaría en el futuro. 

“20 años atrás, cuando esto empezaba, no imaginamos que iba a ser así, y me atrevo a decir que ni la disquera, ni los productores, ni la compañía, ni la productora de televisión. Yo creo que nadie se imaginaba que sería algo tan grande, y que iba a hacer historia”, relata Maite Perroni en entrevista para ROLLING STONE en Español, días después de que RBD concluyó una serie de conciertos en los que el mundo presenció el reencuentro de esta icónica banda, en el Soy Rebelde Tour. 

“Antes éramos parte de una empresa, pero nunca imaginamos que la música iba a sobrepasar el programa de televisión. Con los años empieza a agarrar más auge en muchas partes del mundo, y eso nos llevó a poder hacer un show que tuviera una calidad internacional”, dice Christopher Von Uckerman

La gira fue un total éxito desde el momento en el que la primera fecha fue anunciada. Después de 15 años, uno de los grupos pop más importantes de Latinoamérica volvería, y esas melodías que han quedado en la memoria colectiva de todo un continente resonarían en vivo una vez más en algunos de los recintos más icónicos de este lado del charco. 

La producción es impresionante, plataformas que presentan al grupo en el aire, una enorme pasarela y un gran diseño del escenario son solo algunos de los elementos que hacen de este show algo innovador y fuera de lo común. 

A lo largo de más de 50 conciertos en países como Estados Unidos, Colombia, Brasil y México, RBD logró batir récords históricos y poner un nuevo estándar en la producción de espectáculos en vivo. La banda vendió la asombrosa cifra de dos millones de entradas, y rápidamente se convirtió en uno de los tours más redituables del año, incluso Pollstar ubicó a la gira como una de las 20 más exitosas de 2023, junto a artistas como Beyoncé, Luis Miguel, Peso Pluma o The Weeknd. 

En EE. UU. se convirtió en una de las giras más taquilleras que un grupo haya dado en la historia del país, superando a gigantes como One Direction. La noche inaugural en la gira, en El Paso, Texas, marcó el evento más taquillero de la historia del Sun Bowl. RBD también agotó dos noches en el emblemático Madison Square Garden de Nueva York. El Eaglebank Arena de Fairfax, gracias a RBD, vio su concierto más taquillero en casi 40 años. En el BMO Stadium, de Los Ángeles, se convirtió en uno de los espectáculos más exitosos en su historia y tuvo el récord de asistencia para un espectáculo latino, además de que fue la primera presentación de cuatro noches en la historia del recinto. En México rompió el récord del mayor número de conciertos agotados en una sola gira, mientras que en Colombia fue el tour que agotó más rápido sus entradas en la historia del país y rompió la marca para la mayor cantidad de asistentes a un evento musical. En Brasil también superó el récord del mayor número de conciertos agotados en una sola gira por un artista o banda hispanohablante. Así, por su paso, RBD volvió para dejar una huella más profunda en la historia y en los corazones de sus admiradores. 

Fotografías por Carlos Ruiz; Make up: Carlos Morales; Peinado: Eduardo Bravo

“Pensábamos, ‘Si llenamos un lugar de 100 personas y hasta ahí no importa. Es un regalo para nosotros y lo vamos a disfrutar al mismo nivel’, pero jamás nos imaginamos esta locura. Lo platicamos por 16 fechas primero y acabaron siendo 54, porque, de plano, los días ya no nos dieron para más”, comenta Anahí. 

Pero la emoción no solo se notó en los números, en los estadios llenos o en los boletos vendidos, sino en la entrega de ese público que, además de asegurar su entrada, preparó la icónica corbata roja, el sombrero rosa o se pegó la estrella dorada en la frente para asistir a ver a Maite, Christopher, Christian, Dulce María y Anahí ofrecer un espectáculo lleno de nostalgia y sentimientos. “La verdad es que no tenía expectativas de algo tan grande, y fue mucha emoción, cariño, agradecimiento y valorar muchas cosas. Es superbonito tener la oportunidad de hacer las cosas de una nueva forma, y bien”, dice Christian Chávez a ROLLING STONE en Español. “Es una emoción que después de 15 años la gente nos haya recibido de esa forma mucho más grande que cuando estábamos en nuestros veintes. Fue una euforia maravillosa”. 

“RBD es algo muy grande. Nunca terminas de asimilar todo lo que sucede con esta banda”, confiesa Dulce María en entrevista. “Me siento muy agradecida de haber podido vivir todo esto. Recibir tanto cariño de nuestro país, de nuestro lugar de origen, de nuestra casa y obviamente todo lo que pasó en Brasil, Colombia y Estados Unidos. Es algo que todavía no puedo creer, fue demasiado intenso”. Al igual que sus compañeras y compañeros, la cantante y actriz, quien interpretaba a Roberta Pardo, volvió al escenario como una artista más completa y madura, pero también en una situación personal completamente distinta, lo que significó un desafío aún mayor. “Regresé ahora como mamá, y con muchos retos diferentes a hace 15 años”, reflexiona. 

“Por un lado se siente como que nunca te fuiste, y por otro lado se siente que te fuiste para regresar de una forma más honesta”, dice Christian sobre este retorno, mientras que Anahí asegura que el reencuentro de RBD fue “un regalo del universo”. “Nadie lo creía posible y se veía tan complicado porque obviamente todos hemos crecido, ha pasado mucho tiempo, todos tenemos vidas distintas y tiempos complicados. No había por dónde ver que esto fuera posible, pero el universo se encargó de acomodar todo. No había cómo decir que no. [Risas] El corazón nos llamó a todos, y estoy feliz de haber sido parte de este tour y reencuentro. Ha sido un regalo a mi corazón hermoso que me llevo para toda la vida”, agrega la artista. 

“Fue una locura”, señala Maite. “Fue sorprendernos y darnos cuenta de que lo que se hizo hace 20 años atrás hoy sigue resonando, vibrando, teniendo esa fuerza; seguimos rompiendo récords y llenando estadios. Logramos nuevamente posicionar a RBD en un lugar en el que nos dimos cuenta que nunca dejó de estar, pero con 20 años de historia, y con 15 años de ausencia, nunca pensamos que se iba a dar de esta manera. Volver a vivirlo así fue impresionante y nos movió muchísimas emociones”, dice Perroni. 

Fotografías por Carlos Ruiz; Glam: Alfonso Castro; Stylist: Pablo Palomeque

El show de RBD propicia una completa fiesta, pues las canciones, aunque tienen nuevos arreglos que las acercan a la música de la actualidad, siguen manteniendo esa esencia de cuando fueron creadas, y continúan resonando en el público. La producción musical fue trabajada junto a Giorgio Torelli y, en palabras de Dulce María, “la idea era hacer las versiones prácticamente iguales al disco porque nuestros fans querían escuchar las canciones que ellos se saben, como se la saben. Entonces sí era hacer esos arreglos y algo un poco actualizado. Ya cada quien en sus canciones supongo que le metió cosas diferentes, pero la idea era mantener la esencia original. Además, tenían tantos años de no cantarse y es un show basado en la nostalgia, si llegas y las cambias por completo es un poco frustrante”. 

“¿Cuál era la idea? Era mezclar la nostalgia, pero con la evolución de los RBD. Esa evolución es que todos vocalmente se prepararon muchos años, crecieron como personas, creativamente tienen mucho más claro qué es lo que quieren expresar y decir. Es nuestro proyecto, es nuestra voz ahora”, agrega Christopher Von Uckerman al respecto. 

“Nos involucramos desde un principio con una producción increíble”, agrega Maite. “Y con un director musical como Giorgio, que hizo un trabajo espectacular y que sostuvo musicalmente el concierto de una forma impecable durante todo el tour”. La banda, además, se acercó a músicos, algunos que ya habían tocado con ellos 20 años atrás, y agregó bailarines al show por primera vez. “Nos decían ‘¿Para qué quieren bailarines? Ya son cinco, no necesitan bailarines’. Nosotros queríamos sumar talento al escenario, que hubiera un espectáculo, que fuera una experiencia para el público, y de esta forma fuimos sumando elementos y gente supertalentosa. Obviamente, la nostalgia y la música de Rebelde es lo que hacía que estuviéramos todos ahí”, agrega Perroni. 

El setlist comienza con ‘Tras de mí’. “Es una canción que en su época era fuerte, pero ahora tiene mucha más fuerza”, dice Von Uckerman. “Yo creo que de todas las canciones de RBD es la que habla de la adolescencia, por eso decidimos abrir con ese tema. Tuve la oportunidad armar todo el show unos meses antes de la gira. Estuve involucrado en todo el proceso creativo. Y como vimos en redes que ‘Tras de mí’ era una canción que estaba pegando mucho hoy en día, dijimos, ‘¿Por qué no abrir con punch así?’”. 

Lo que hace aún más especial al show, es que cada uno de los integrantes tiene un momento para mostrarse al público individualmente, dar un discurso, ofrecer un mensaje y cantar una canción significativa para ellos como artistas y personas. “Se cuenta una historia de principio a fin y vas pasando por todas las etapas de RBD”, explica Christopher. “Desde ‘Tras De Mí’ hasta una parte de baladas, hasta una parte en donde cada integrante tiene un momento solista. Fue capturar la esencia de los RBD y ver qué es lo que quieren expresar ellos en sus diálogos, en sus colores y en los visuales. Es un 360° de cada uno plasmado en el concierto, y creo que esa parte tan original que siempre tuvo RBD ahora es mostrada con esa madurez, porque algunos ya tienen hijos y se expresan de una manera muy distinta a lo que lo hacían de adolescentes. Es un show muy honesto”. 

Fotografías por Carlos Ruiz; Make up: Alfonso Castro; Peinado: Eric Moreno

Para Maite, algo muy importante en las etapas creativas, era “buscar equidad en el escenario”. Nos asegura que “si algo fue importante era que se lograra que todos tuvieran un momento especial; si hubo algo en lo que yo abogué y me involucré es que cada uno tuviera su momento especial y de magia”. Y añade: “Ese momento en el que pudieran disfrutar de su música con su público, creo que eso se logró con los solos de cada uno de nosotros”.

Después de ‘Tra de mí’, siguen temas como ‘Un poco de tu amor’, ‘Cerquita de ti’, ‘Aún hay algo’ y ‘Otro día que va’ —cantada por las mujeres del grupo— que suenan con fuerza, además de un medley de ‘Así soy yo’, ‘Cuando el amor se acaba’ y ‘Fuego’. 

Es en ese punto cuando llega el momento de Christopher Von Uckerman. El artista está muy apegado al concepto de las energías, es por eso que un rayo lo acompaña en el escenario al presentar el tema que canta en solitario. En su discurso, durante la última noche de la gira, en el mítico Estadio Azteca, Von Uckerman aprovechó su discurso para pedir por la paz mundial. “Amor, empatía y perdón para todos esos lugares que lo necesitan, no más guerras”, dijo Christopher, pidiendo a todos levantar sus manos para mandar energía en busca del fin de las guerras. “Esta canción se la dedico a todos los que ya no están aquí y a los de esta noche, porque son unos guerreros y guerreras”, continuó antes de que la romántica ‘Inalcanzable’ fuera coreada por todo el mundo, mientras las luces de los brazaletes del público iluminaban la velada.

Después, la banda sigue repasando su historia. Se tocan temas como ‘Tenerte y quererte’, ‘Me voy’, ‘Dame’, ‘Y no puedo olvidarte’, ‘Para olvidarte de mí’ y ‘Enséñame’, antes de que llegue uno de los momentos más memorables de estos conciertos, pues es el turno de Christian Chávez de tomar el escenario y ofrecer un mensaje. 

“Hoy es un día muy especial para mí, porque hace 17 años me sacaron del clóset, y fue algo que me afectó por mucho tiempo, perdí mi trabajo, perdí amistades, perdí la confianza en mí mismo”, dijo en su presentación en el Estadio Azteca. “Tú, que has estado sin amor, tú, que has caído en un hoyo y piensas que no te vas a levantar, mírate, mírame, siempre te puedes levantar”. Con un grito, se desgarró la camisa blanca que portaba, dejando ver el mensaje de su playera: “Puto”.

Fotografías por Carlos Ruiz; Vestuario: Usama Ishtay; Glam: Davo Sthebane

“Y si pelear y luchar por mi libertad me hace puto, entonces: ¡Soy puto! Porque lucho por lo que soy, porque lucho por lo que quiero, y porque seguiré luchando por la libertad, porque soy mariposa y vuelo”, gritó Christian ante la celebración del público en el que podría ser el momento más emblemático de la gira. Durante todas las fechas, Chávez emocionó al público con sus mensajes de aceptación y orgullo LGBTQ+, pues a esta gira el artista llegó con la oportunidad de mostrarse al público como no pudo hacerlo hace 15 años. 

“La verdad es que eran mis ganas de volverle a decir a la gente que no se canse ni deje de pelear para ser la mejor versión de cada uno. Nunca es tarde, y si eso me genera ser puto, pues entonces soy puto”, reafirmó durante la entrevista. “Fue hermoso y especial desde una manera también mucho más madura”, aseguró el artista sobre ese significativo momento en su vida y carrera. Como apoyo a su discurso, durante los conciertos se vendía mercancía con la leyenda “Soy Rebelgay”. Después de su conmovedor mensaje, entre el aplauso del público, Chávez canta, acompañado de mariachis, temas como ‘Tu Amor’, de Jon B, o ‘El Rey’, de José Alfredo Jiménez. 

Más adelante llegan las canciones ‘Celestial’, ‘Bésame sin miedo’, ‘Ser o parecer’, y un medley de ‘Futuro ex-novio’ y ‘Qué fue del amor’, que interpretan Christopher y Christian. Durante cada tema, el público corea con emoción las letras. 

Después es el momento de Dulce María, que regresó con el emblemático pelo rojo, característico de su etapa de RBD, para dar un mensaje de esperanza. “Se escucha muy trillado el ‘no pares de soñar’, pero hoy más que nunca que el mundo está como está, necesitamos tener esperanza, necesitamos creer, tener fe, saber que la vida tiene sentido”, dijo Dulce María durante uno de sus discursos esperanzadores en los que el mensaje es “vive tu vida”. Al respecto, la cantante y actriz dice lo siguiente: “Lo que traté de decir en muchos momentos fue que todos pasamos por momentos donde te sientes mal, donde te sientes triste, hablé un poco de la salud mental, que es algo que no se ve; tantas cosas que nos aquejan en estas generaciones y que no se habla mucho de ello. Lo traté de tomar y decir: ‘Vive tu vida, no te rindas, no pares. Trata de ser tú mismo, no importa que no seamos perfectos’. Ese amor que la gente me daba a mí fue un regalo gigante. Ese mensaje que les daba también es para mí”. 

En cuanto a simbolismos, Dulce es acompañada con ese emblema de amor y paz que hace 20 o 15 años usaba en collares, playeras y aretes, y que le regalaban sus fans en múltiples ocasiones. “Fue muy bonito poder honrar toda esa etapa de Rebelde con el amor y paz gigante en el que salía porque era consolidar todo eso que empezó de algo creativo. Es algo que siempre ha sido muy usado, pero también decía que la paz empieza por uno mismo, por aceptarte y quererte tú mismo. Ahorita que necesitamos tanto que haya paz”, agregó. 

Fotografías por Carlos Ruiz; Peinado: Alex Arizmendi; Make up: Javier de la Rosa

Dulce María canta después, muy ad hoc a su discurso, ‘No Pares’. “Nadie puede pisotear tu libertad. Grita fuerte por si te quieren callar / Nada puede detenerte si tú tienes fe / No te quedes con tu nombre escrito en la pared”, canta Dulce en una versión acústica que agrega emoción al momento. “‘No Pares’ era mucho más yo”, asegura. “Mucho más lo que soy como persona e incluso como cantante, más romántica y soñadora. En algún punto saqué la capa de Frida en honor a Frida Kahlo, que es mi tía abuela, también saqué la bandera de México en la capa y la bandera de Brasil en Brasil. Eran guiños que íbamos encontrando para darles algo diferente en los shows porque ya todos los vídeos los tenían en TikTok [Risas] y era para darles algo diferente en cada lugar”. 

“Ha habido muchos momentos en mi carrera en donde la gente ha tratado de hacerme creer que no puedo, y ha habido más de una vez que he demostrado que sí puedo y que me lo he demostrado a mí misma cuando a veces no sé si lo voy a lograr”, reflexiona Maite Perroni durante la entrevista, algo que va muy de acuerdo con el mensaje que comparte durante su momento solista en el escenario. 

Después de escuchar otras canciones icónicas como ‘Este corazón’ y ‘Siempre he estado aquí’, el público tiene la oportunidad de escuchar el discurso de Maite, que habla de la oportunidad de tener nuevos comienzos en la vida. Ella sale al escenario y rompe una caja, un acto que tiene un simbolismo y que nos remonta al pasado, al video de la canción que ella interpreta, ‘Empezar desde cero’. “Quisimos hacer esa réplica y traer esa caja al escenario para recordar ese momento de 20 años atrás. Ahora para mí tuvo un significado mayor y un peso más grande. Romper esa caja cada noche, romper ese papel y salir al escenario era justamente un símbolo que representaba el mensaje de la canción, que es volver a empezar”, explica. 

“Hay muchas veces que nos vemos en situaciones que nos ponen a prueba, en donde debemos tener la fuerza para salir adelante, para seguir construyendo, volver a confiar, a apostar, a creer y —como dice la canción— ‘Volver a empezar’. Para mí ese mensaje era muy importante; no importa cuántas veces tengas que hacerlo, siempre va a valer la pena seguir luchando por ti, por tus sueños, por tu salud mental, por tu corazón, por tu paz, por el amor, por tu familia, por el trabajo, por tu país, por lo que tú quieras y por lo que tú creas. Cerrar esa canción con una frase que dice: ‘No importa cuántas veces te digan que no vas a poder, porque sí vas a poder es también recordar un momento de un en vivo de hace 20 años que hicimos para Latinoamérica”, recuerda Maite. “En esa ocasión me salió del alma decir eso, y se me cortó la voz porque para mí era muy significativo dar ese mensaje a las personas que nos siguen”, agrega.

Después de otro medley que junta ‘Una canción’, ‘A tu lado’, ‘Quizá’ y ‘Adiós’, llega la icónica ‘Solo quédate en silencio’. Más tarde, es el turno de Anahí para tener la completa atención de su audiencia. Durante sus discursos, la artista dio mensajes de agradecimiento a su público por siempre estar ahí durante los momentos “más difíciles” de su vida, y en otras ocasiones dando fuerza a la frase “No es no”. “Hoy soy una mujer que tiene hijos y los estoy educando para que sus hijas pequeñas, cuando crezcan, se sientan seguras con ellos. Mujeres, somos una tribu, no estamos solas mientras estemos juntas. No seas tímido. ¡No es no!”, dijo durante un concierto en Monterrey. Como era de esperarse, el discurso de Anahí es seguido por su interpretación de ‘Sálvame’, una de las más celebradas y cantadas por los admiradores de RBD. 

“¿Sabes qué pasa? ‘Sálvame’ tiene una cosa tan impresionante, es una canción con tanta energía. Antes de la canción salía un video donde yo decía, ‘La energía de esta noche se puede tocar’, y sin dudarlo cada noche fue así. ‘Sálvame’ la cantaba sobre una estrella que volaba y desde arriba todo se ve diferente. Yo veía la cara de todos y podía ver cómo cada uno estaba librando esa batalla, ya sea del presente o del pasado, recordando momentos que nos han dolido, que nos han hecho felices y nos salvamos realmente. Yo veía esa emoción tan fuerte, toda la gente con los teléfonos grabando y queriendo llevarse ese momento. No por mí, sino por lo que significa esta canción en la vida de todos”, dice Anahí a ROLLING STONE en Español, recordando ese icónico momento. 

La noche cierra con ‘Nuestro Amor’, y como encore, la inolvidable canción que musicalizaba la telenovela, ‘Rebelde’. Los miembros de la banda dejan el escenario entre gritos y aplausos que no cesan, y personas derramando lágrimas que nacen de la nostalgia y la emoción. Con su gran producción, mensajes y aire de celebración, sin duda el concierto es una revolución. 

Pero más allá de sus roles en el escenario, los integrantes de la banda intervinieron en otros procesos creativos y de producción que hicieron todo esto posible. Christopher, por ejemplo, se dio a la tarea de aterrizar las ideas de sus compañeros y darles a todas un espacio que tuviera sentido durante el show, tarea que describe como “ultra compleja”. Dulce María explica que, además de lo que hacen sobre la tarima, se involucraron en toda la parte creativa y la creación del setlist. 

“Para mí era muy importante el escenario”, dice Maite. “Que pudiéramos contar algo más allá de subirnos y cantar. Tener la corbata alrededor de las pantallas, que la corbata se convirtiera en la pasarela y que hubiera todos estos símbolos que nos representan como grupo en la historia de lo que son estas imágenes de RBD como la estrella de Any, la corbata de RBD y los escudos en las pantallas laterales. Todos estos detalles eran importantes”.

Algo interesante que sucede durante la noche tiene lugar cuando Von Uckerman pregunta al público cuántas personas están viendo a la banda por primera vez. “Yo creo que el 90 % de personas levanta la mano. Es sorprendente eso”, dice el mexicano. RBD ha traspasado el tiempo y llegado a nuevas generaciones que ahora también viven su música y sienten sus melodías. 

Fotografías por Carlos Ruiz

“No deja de sorprenderme y de sorprendernos”, dice Dulce. “Esperábamos que fueran a vernos nuestros fans de siempre, pero era sorprendente cada vez que la gente levantaba la mano era más de un 80 % de los chavitos que en ese entonces estaban muy chiquitos, y a lo mejor nunca los llevaron a un concierto de Rebelde, y estaban por primera vez viéndonos en vivo. Era algo muy bonito porque eran ya tres generaciones ahí juntas”.  

“Creo que RBD es muy especial y sobrevive generaciones. Es algo que siempre sigue contagiando a la gente de amor, de confianza y de buenos mensajes”, agrega Chávez. 

Lograr exitosamente una gira de esta magnitud no es nada sencillo, y la tarea de realizar ese show que solo existía en el imaginario de los integrantes de la banda, y que era muy ambicioso, significó un reto importante para las partes involucradas. Para los miembros de la banda, el trabajo de Live Nation liderados por Hans Schafer, SVP de Global Touring, fue pieza clave. Schafer, quien también habló con ROLLING STONE, afirma que recuerda ver al grupo como “cinco almas muy unidas”. 

“Tener detrás a Live Nation ha sido muy importante, contar con su apoyo, toda su experiencia y el buen nombre que han construido”, dijo Anahí. “Para nosotros fue maravilloso hacer equipo y formar con ellos este tour. Creo que hicimos un muy buen equipo que también se vio reflejado y para nosotros fue un honor que ellos desde un principio quisieran ser parte de esta unión”.

“Fue muy bueno que nos apoyaran para hacer estos escenarios, vestuarios y conceptos realidad”, agregó Christian. Para Dulce María, la unión fue “un gran acierto y un ingrediente que sin duda cambió todo”. La cantante añade que en el aspecto de seguridad también hicieron un gran trabajo, sobre todo en Brasil, en donde el calor pudo haberse convertido en una emergencia. “Se cuidó mucho que se les diera agua y que se mantuviera hidratada la gente y todo eso se logró juntos. Estuvimos metidísimos en todo esto”, agregó. 

“Haber hecho una sociedad con Live Nation y haber contado con la infraestructura que tienen, nos dio mucha solidez y nos permitió tener mucha experiencia de nuestro lado, por eso pudimos tener este show con este nivel. No se puede dejar de lado que hay un grupo creativo y un gran equipo”, agregó Maite. 

¿Qué hay en un futuro? “Después de la experiencia que vivimos, se nos queda el corazón con ganas de más”, dice Maite; solo el tiempo dirá. 

¡Yo digo R, tú dices evolución! ¡Revolución! 


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