Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente
Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

P&R: Anahí de RBD

Días después de concluir una de las giras más impresionantes de los últimos años, la artista mexicana nos cuenta sobre cómo ha asimilado tanto éxito de la banda, de los simbolismos en el show, de su interpretación de ‘Sálvame’ y mucho más.

Por  PABLO MONROY

febrero 12, 2024

Fotografía por Carlos Ruiz

Cuéntame del Soy Rebelde Tour, ¿Cómo viviste esta gira de reencuentro? ¿La imaginabas así?

Fue una sorpresa hermosa para el corazón. Yo lo llamo como un regalo del universo. Nadie lo creía posible y se veía tan complicado porque obviamente todos hemos crecido, ha pasado mucho tiempo, todos tenemos vidas distintas y tiempos complicados. No había por dónde ver que esto fuera posible, pero el universo se encargó de acomodar todo. No había cómo decir que no. [Risas] El corazón nos llamó a todos y estoy feliz de haber sido parte de este tour y reencuentro. Ha sido un regalo a mi corazón hermoso que me llevo para toda la vida.

¿Cómo sentiste la recepción que tuvieron?

Ha sido lo máximo. No lo esperábamos, la verdad es que todos decidimos hacer este tour con todo el corazón sin pensar mucho en qué iba a pasar porque realmente era algo muy incierto. Pensábamos: ‘Si llenamos un lugar de 100 personas y hasta ahí no importa. Es un regalo para nosotros y lo vamos a disfrutar al mismo nivel’, pero jamás nos imaginamos esta locura. Lo platicamos por 16 fechas primero y acabaron siendo 54 porque de plano los días ya no nos dieron para más. Era abrir una fecha más y se acababan en dos o tres horas los boletos. Todo el tour se vendió en 24 horas. Fue de verdad una locura que jamás imaginamos. Yo creo que hasta el día de hoy seguimos todos apenas aterrizando qué fue lo que pasó. ¿Qué fue esta locura tan increíble 15 años después de nuestro último concierto juntos? Que un grupo que lleva 15 años sin existir haya logrado este tour tan impresionante es de reconocerse y de presumirse. Es muy bonito que cinco mexicanos hayan logrado uno de los tours más importantes del año en el mundo. Realmente ha sido algo increíble para todos. 

Se convirtió en una gira histórica, rompieron récords, se convirtieron en la gira de grupo más taquillera de Estados Unidos y en los artistas con mayor número de conciertos agotados en el Foro Sol, además de un Estadio Azteca.

Es una cosa que te lo juro, no es broma, apenas estoy aterrizando [Risas] y lo platicaba hace unos días con Christian y me decía: ‘Yo creo que yo todavía no lo aterrizo’ [Risas]. Estamos asimilando todo lo que pasó, todo lo que vivimos y esa conexión tan increíble. Más allá de los números y de todo esto que obviamente es espectacular, este tema de la energía que se vivía en cada concierto era una cosa increíble. No había un concierto en el que no te rieras hasta no poder más, llorarás hasta no poder más y gritaras hasta quedar sin voz. No solo la gente que iba, nosotros también. Cada concierto era entregar el alma, sentirte con una emoción como si volvieras a tener la edad que tenías hace 15 años y volver a abrazar a ese chiquitito o chiquitita interior que llevamos todos dentro y que estaba ahí esperando ese momento de volver a vivir esas canciones, esas letras, esos momentos que solo RBD hace posible. La energía de RBD, porque RBD es algo mucho más grande que sus integrantes y creo que en este tour se pudo comprobar.

¿Cómo fue regresar a estos personajes y canciones? ¿Qué ha significado para ti?

Yo en lo personal te puedo decir que me di cuenta que lo llevo en mi ADN [Risas]. Yo creo que es algo que jamás voy a olvidar. Tenía un poco de nervios e incertidumbre, estaba muy vulnerable y le decía muchas veces a los demás: ‘Oigan, es que yo no sé si me voy a acordar de cómo se hace porque tengo mucho tiempo lejos de los escenarios’, ‘¿Y si ya no me sale?’ o ‘¿Y si ya no puedo?’. De pronto llegó ese momento en el cual dije: ‘Claro que te vas a acordar porque es algo que llevas en el alma, en tu corazón’. Es algo que al estar ahí te recuerda esa parte de ti que nunca se va a ir, esa parte de ti que es tu esencia y así fue. Cada concierto lo disfruté con el alma y con todo el amor. Creo que se me notaba cómo lo disfrutaba. Hoy veo los videos y digo: ‘Wow, qué bien me la pasé’. Mis hijos pudieron estar ahí, bailar conmigo y sentirse parte de algo tan especial para su mamá. Vivirlo en familia, que mi esposo me acompañara al 90% de todos los shows, salir y ya no estar solita. Estar con mi familia en mi lugar seguro fue hermoso. Yo lo disfruté muchísimo. Te puedo decir que es un regalo para mi alma para siempre. La gente, su sonrisa, sus estrellas en la frente, sus sombreros rosas, todos me hicieron sentir que no había pasado el tiempo y que lo que construimos juntos ahí sigue presente en el corazón de todos.

¿Qué elementos de tu personalidad buscabas resaltar en la gira? ¿Cómo pudiste lograrlo a través de elementos de la producción y vestuarios?

Hay cosas tan características de mi personaje y todo lo que le fui inventando. Hoy te cuento que todas esas cositas fueron inventos que se me fueron ocurriendo cada día. Me acuerdo mucho que un día llegué y le dije a Pedro Damián: ‘Oye, yo quiero usar una estrella en la frente porque eso me recuerda mucho al kinder que todos nos portábamos bien y nos ponían nuestra estrellita’. Mia Colucci siente que es la princesa de la escuela, que es la que debe ser premiada por ser ella misma y por ser tan icónica. Así era el personaje. Hasta el día de hoy podemos ver lo que fue con la estrellita y lo que pasó. Fue maravilloso. 

El sombrero rosa también fue una cosa increíble porque en Canadá íbamos a filmar el video de ‘Sálvame’, entramos a una tienda y vi ese sombrero rosa. Hay videos donde entro a la tienda y me voy directo por ese sombrero rosa. Fue la cosa más natural, no estaba en el libreto y se convirtió en algo súper icónico. Obviamente mis pulseras que toda la telenovela usé y en los conciertos de RBD usaba, hoy las llevé a un siguiente nivel, mis falditas rosas, mis tops y mis botas. Son cosas que me atreví a volver a usar aunque hoy soy una mujer adulta y que está en otra etapa en la vida, pero pude volver a usar esos vestuarios muy parecidos a lo que usaba antes. Me puse las pilas para poder usar este vestuario [Risas].

Y poder ver todos esos elementos reflejados en la audiencia.

Era increíble verlos llegar con unas producciones que yo a veces decía: ‘Wow, quiero ese sombrero’. A veces intercambiaba el sombrero con alguien porque llevaban unos sombreros espectaculares y a mí hasta me daba pena darles el mío porque tal vez el mío no está tan espectacular, pero era increíble porque era un acto de cariño y de llevarnos algo mutuo. Realmente verlos llegar a todos y a todas con sus producciones era: ‘Wow el tiempo que han invertido no solo para ir al concierto, sino ir conectados absolutamente con todo el tema RBD’.

Cuéntame de la preparación del show, ¿qué involucró y cómo fue tu participación?

La realidad es que todos estuvimos muy involucrados en absolutamente todo. Creo que eso también hizo la diferencia, que nosotros hoy por hoy fuimos los dueños del proyecto y de todo lo que queríamos que pasara y lo que no. No había una sola cosa que no estuviéramos los cinco de acuerdo en que ocurriera. Eso lo hace también muy diferente y eso hizo que fuera de este tamaño el tour. Estamos viendo una producción impresionante que no es común ver en un grupo que no ha estado junto hace tantos años. No nos esperábamos una producción así de grande, lo digo como público y fan de RBD. Ver una producción de ese tamaño nos llenó a todos de orgullo. Todos nos decían: ‘Es lo que merecen, es lo que merecían’. Nos ocupamos muchísimo en que estuviera al nivel de lo que todos merecían ver de nosotros en cuanto a sonido, visuales, producción, escenario, los bailarines que son espectaculares, la banda de músicos es de absoluto primer nivel y cada uno de ellos puso completamente el corazón y todo su talento. Hicimos y formamos un equipo maravilloso en todo este tour y eso se veía reflejado en el escenario y también en la energía que le ponía cada uno.

¿Qué tan importante fue el involucramiento de Live Nation para poder hacer realidad el show que querían?

Tener detrás a Live Nation ha sido muy importante, contar con su apoyo, toda su experiencia y el buen nombre que han construido. Para nosotros fue maravilloso hacer equipo y formar con ellos este tour. Creo que hicimos un muy buen equipo que también se vio reflejado y para nosotros fue un honor que ellos desde un principio quisieran ser parte de esta unión.

Tu interpretación de ‘Sálvame’ en el show es un momento muy especial, ¿cómo viviste ese momento a solas con el público?

¿Sabes qué pasa? ‘Sálvame’ tiene una cosa tan impresionante. Es una canción con tanta energía. Antes de la canción salía un vídeo donde yo decía: ‘La energía de esta noche se puede tocar’ y sin dudarlo cada noche fue así. ‘Sálvame’ la cantaba sobre una estrella que volaba y desde arriba todo se ve diferente. Yo veía la cara de todos y podía ver cómo cada uno estaba librando esa batalla, ya sea del presente o del pasado, recordando momentos que nos han dolido, que nos han hecho felices y nos salvamos realmente. Yo veía esa emoción tan fuerte, toda la gente con los teléfonos grabando y queriendo llevarse ese momento. No por mí, sino por lo que significa en la vida de todos esta canción. 

Yo siempre lo he dicho yo, solamente he sido el enlace que el universo ocupó para que esa canción llegara a todos. Eso también para mí ha sido una bendición y un regalo de vida hermoso, pero esa canción es mucho más fuerte que yo y que cualquier persona que la hubiera cantado. Llega al fondo del alma y también por eso a mí me conmovía muchísimo en cada concierto. Recibir ese cariño cuando terminaba la canción, recibir esas lagrimitas que yo veía en todos y que de pronto a todos nos dejaban sin habla. Decir: ‘Wow, qué momento vivimos y ahora vámonos a la que sigue que es fiesta otra vez’. Era un poco fuerte, porque yo ya tenía las ganas de llorar a tope y me tenía que contener porque después venía ‘Nuestro amor’, que es una fiesta [Risas]. Lo disfruté siempre. 

Compartiste varios mensajes a través de la gira, ¿qué querías transmitir a tu audiencia?

Creo que definitivamente quería transmitir primero que nada la persona que soy hoy, porque hace mucho tiempo que no nos veíamos. Para mí era importante que también reconectáramos con quienes somos hoy. Toda la vida me recordarán como Mia Colucci, cosa que me llena de orgullo y lo llevo con la bandera por siempre y eso todos lo saben, pero también es lindo que la gente vea quién eres hoy y en quién te has convertido. En muchos de los conciertos lo dije: ‘Hoy soy una mujer y mamá de dos chiquititos que trato de educarlos de la mejor forma para que el día de mañana cuando crezcan, sus hijas se sientan seguras con ellos’. 

Trato de ser una mujer que día con día construye, que suma, que sea un ser pegamento. Así le llamo yo a quien busco ser todos los días, ese ser pegamento que busca que se unan y que todos estén compartiendo momentos para siempre. Eso la gente no lo podía saber si yo no se los comunicaba y se los expresaba. Una mujer consciente de los problemas que hay, no solo en mi país sino en el mundo entero. Una mujer que por supuesto quiere un mundo lleno de paz donde van a crecer mis hijos y me parte el corazón ver todo lo que vivimos día a día. Por eso mis mensajes, por eso mis mensajes en las camisetas y al momento de hablar. No quería que esta vez solo se quedara en el mismo mensaje de hace 15 años que es: ‘Lucha por tus sueños’ y ‘Cree en ti’. Ese es un mensaje que RBD siempre ha tenido muy claro y que sigue siendo nuestro lema, pero creo que hoy hay muchas otras cosas más que como adultos estaba lindo poder compartir. Por eso es que lo quise hacer, para conectar desde quienes somos todos hoy sin olvidarnos nunca de quienes fuimos.

¿Cómo fue reconectar con el público después de tanto tiempo? Ha cambiado mucho para ellos y para ti.

Increíble, al principio pensaba tantas cosas y pasaban tantas ideas por mi mente antes de empezar que decía: ‘¿Y si ya no se acuerdan de mí?’ o ‘¿Y si ya no conectan conmigo porque hace tanto que no me ven?’. Mis cuatro compañeros han estado imparables en sus carreras, cosa que es increíble y se los aplaudo, pero yo tomé una decisión hace 10-11 años donde decidí alejarme pero muchísimo, cuidando mi salud mental, física y emocional. Era muy importante para mí hacer esa pausa y creo que también eso me hace ser la persona que soy hoy. Tenía que priorizar estos puntos de mi vida, pero al mismo tiempo el que se va, pues se va, y de pronto pueden olvidarte. Mi mayor sorpresa fue que me recibieran como si no hubiera pasado ni un día. Una cosa que digo: ‘¿Cómo es posible? Pero si fueron tantos años’. Yo tenía ese nervio y de pronto recibir ese cariño, toda esa energía, todos esos disfraces, sus estrellas, sus sombreros, el decirme: ‘No te olvidamos, aquí está lo que tú dejaste en mí cuando yo era chiquito o chiquita’. Eso para mí es lo más valioso y es lo que más me llevo de este tour porque para mí quiere decir que cuando realmente construyes algo con el alma y dejas todo el corazón, no eres olvidado porque lo hiciste con el alma completa.

¿A qué atribuyes el impacto de RBD que continúa conectando con nuevas generaciones?

Eso sí nos sorprendió muchísimo, muchísima gente de esta nueva generación maravillosa. Yo amo y admiro tanto esta nueva generación, me encanta todo este tema de cómo se defienden, cómo se cuidan, cómo no está bien hablar del cuerpo de los demás, cómo no está bien estar criticando todo el tiempo a los demás sin ver primero qué es lo que hay en ti. Me encanta que hoy sean mucho más conscientes de todo eso, de verdad me parece una generación hermosa y el haberlos tenido ahí fue para nosotros un abrazo al alma. Imagínate qué lindo lo que construímos que esta nueva generación volvió a conectar con los mensajes de RBD y con todo aquello que siempre hemos dicho. Hoy vuelve este mensaje, vuelven estas letras bonitas, limpias e inocentes. Este pop puro que se había olvidado un poquito y RBD viene con esa bandera y vuelve a conectar con una nueva generación que para nada le tocó Rebelde, ¿no? Entonces es increíble porque quiere decir que hay algo bonito ahí que sigue conectando a pesar del tiempo.

CONTENIDO RELACIONADO

¡Inscríbete a la Preventa de la Edición RBD!