Este domingo 28 de abril volvió a reunir a los candidatos a la presidencia de México para el segundo debate presidencial. La candidata Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez se volvieron a enfrentar para compartir sus propuestas con la ciudadanía y lanzar una que otra acusación.
Los temas de este segundo debate giraron en torno al crecimiento económico, empleo, inflación, pobreza, desigualdad, infraestructura, desarrollo, y cambio climático. Tras críticas al formato del primer debate, este segundo presentó cambios importantes como la sustitución de la lectura de preguntas por videos enviados por la ciudadanía que cuestionaban de manera directa a los candidatos.
Se esperaba que este debate le sirviera a Gálvez para profundizar en los ataques que dirigía a Sheinbaum, buscando cerrar la brecha que las separa en las encuestas, que Sheinbaum mantuviera su serenidad y Máynez impulsara la popularidad que ha ganado entre los jóvenes. Aunque mucho se cumplió, el debate no resultó tan sencillo de predecir.
Crecimiento económico, empleo e inflación
Apegándose a su estrategia, Gálvez abrió el tema con un ataque directo a Sheinbaum: “Tú eres la candidata de un narcopartido”, dijo enseñando la impresión de dos publicaciones en redes sociales de Morena en las que el partido promueve la imagen de La Santa Muerte, a la cual se dice suelen rendir culto miembros del crimen organizado. El momento dio origen a una serie de acusaciones de vinculación del narcotráfico con el actual gobierno de López Obrador. Además, Gálvez comenzaría a referirse a Sheinbaum como “narcocandidata”. “Se acabaron los abrazos a los delincuentes”, declaró en referencia al famoso “abrazos, no balazos” del presidente.
En propuestas más puntuales, Gálvez declaró que, de ser presidenta, “todo aquel que no gane más de 15 mil pesos no va a pagar impuestos”. Por su parte, Sheinbaum resaltó que se deben de crear un millón de viviendas, inversión pública y 22 polos del bienestar con 100 parques industriales. Maynez denunció que el precio de la gasolina aumentó durante el sexenio de Morena, algo que AMLO solía prometer que no sucedería. Expresó que él votó en contra de la reforma energética y que en la Cámara de Diputados ha presentado más iniciativas que Gálvez.
Pobreza y desigualdad
Sheinbaum se mantuvo firme sobre el esfuerzo por combatir la desigualdad durante la Cuarta Transformación: “Antes se apoyaba a los de arriba, ahora se apoya a los de abajo”. Máynez aseguró que buscaría un aumento al salario mínimo de 10,000 pesos mensuales, y una jornada laboral digna con dos días de descanso.
Sobre el déficit en las pensiones, auguró la creación de un fondo para “recuperar” las pensiones. Gálvez se apoyó en su discurso de superación en su intervención. “Soy una mujer que viene de abajo y que conoce la pobreza”, dijo para proponer una beca universal en escuelas públicas y privadas, apoyo a las mujeres y pensión a adultos mayores desde los 60 años.
Infraestructura y desarrollo
El tema de la crisis hídrica en el país fue un punto clave en este bloque. El candidato de Movimiento Ciudadano indicó que apostará por un fondo de desarrollo gubernamental, buscando cambiar la cultura del agua.
“Agua hay, este país necesita una ingeniera que sepa”, dijo Gálvez y culpó a Sheinbaum de los contaminantes del agua en la Ciudad de México, recordando también la caída de la línea 12 del Metro provocada, entre otras razones, por falta de mantenimiento: “Tú no serás presidenta porque se te caería el país”.
Sheinbaum puso en la mesa el Plan Nacional Hídrico, acompañado de una reforma a la ley y el impulso del reciclamiento de agua.
Cambio climático y desarrollo sustentable
Los tres candidatos coincidieron en que se deben priorizar las energías renovables. Gálvez propuso una alianza con Estados Unidos y Canadá para abordar la problemática de las sequías. Sheinbaum buscará continuar con el programa Sembrando Vida, mientras que Máynez recalcó que él fue quien planteó una infraestructura fuera de los petróleos.
Nuevamente, el debate estuvo repleto de tiempo utilizado para ataques entre candidatos, cartulinas y la creación de varios memes. Sin embargo, a diferencia del debate anterior, Gálvez logró su cometido de desestabilizar a la seria Sheinbaum con ataques puntuales, insistencia y hasta la violación de las reglas del encuentro para continuar mostrando sus gráficos. Un momento a destacar sería cuando la candidata del PAN, PRI y PRD retó a Sheinbaum a probar una botella de agua contaminada de la Ciudad de México o las múltiples veces que la llamó “la candidata de las mentiras” y “narcocandidata”.
En más de una ocasión pudo incomodar a la exjefa de gobierno, incluso alcanzando que se enganchara en sus ataques y perdiera su tiempo para proponer, algo que no se había visto en el debate anterior. Aunque quizás Gálvez no haya proporcionado un golpe letal para las encuestas, aún queda poco más de un mes y un último debate rumbo a las elecciones del 2 de junio.
