Kevin Johansen y su nuevo disco, track por track: “No hay que salir de la zona de confort, hay que entrarle”

En primera persona, el músico repasa la grabación y el detrás de escena de Quiero mejor, el álbum que presentará el 17 de mayo en el Teatro Coliseo

Por  FERNANDO FRATANTONI

mayo 9, 2024

Kevin Johansen

Nora Lezano

Se lo ve tranquilo y feliz a Kevin Johansen, viajando por una ruta costera a bordo de… ¡su sillón!, en el video de “Quiero mejor”, tema de su nuevo disco, del mismo título. El álbum, subtitulado Feng Shui Project, es el primero en cinco años con canciones originales (Tú Ve, de 2022, incluía versiones de temas propios y ajenos con invitados como David Byrne, Jorge Drexler y Natalia Lafourcade).

Quiero mejor, el disco, irradia un estado de bienestar y sosiego en once canciones que combinan ritmos, vueltas idiomáticas (en inglés o francés) y feats. de latitudes varias. El músico nacido en Alaska, que presentará el nuevo trabajo en el Teatro Coliseo el 17 de mayo, se sienta a la mesa de su casa de Belgrano para explicar el proceso de grabar este disco y contar de qué se trata, tema por tema.

Foto: Nora Lezano

“Me di cuenta de que tenía mucho material y que tenía que armar un disco. Si te muestro mi teléfono [lo saca del bolsillo] y ves las notas de voz… Tengo miles. Es más, mirá… [muestra la pantalla] ¡tengo 3.470 audios! Nunca paré, voy en un tren, en un avión o caminando por la calle y aparece una melodía y se la canto al teléfono. Con mi “oído perfecto obsoleto” [risas] puedo sacar eso que canté con la guitarra. Y cuando puedo traducir con el instrumento los acordes que tenía en la cabeza es una sensación de éxito absoluto, un momento de “Yes!… you still got it!”.

Después de Tú ve, Kevin grabó una canción de la música Panda Elliott en el estudio de ella, en Villa Urquiza. “Me encantó como sonaba y quedé muy buena onda con Panda y su socio Coca Montes, así que un día fui y les dije que tenía como dos EP (algo que en mi cabeza siempre traduzco como “é poquito” [risas]) y si querían trabajarlos conmigo. Les encantó la idea y grabamos durante casi todo 2022. Teníamos como 20 canciones terminadas y nos tomamos semanas para ir sacando lo que no queríamos y mejorando lo que teníamos. Es algo que hice mucho en los últimos discos: no sobrecargarlos. Era como el síndrome del músico ‘oculto’ más que ‘de culto’: al principio, cuando te dan una chance de grabar, metés mil canciones en un disco. Durante mi carrera hice muchos discos largos, ¡incluso uno doble! (Bi, de 2012), pero a partir de Miss Américas (2016) fui sacando más que agregando. Está bueno hacerse amigo de la síntesis”.

Feng shui es el sistema filosófico chino de origen taoísta basado en la ocupación consciente y armónica del espacio con el fin de lograr de este una influencia positiva sobre las personas que lo ocupan. Johansen suele usar el término de manera más libre, entre amigos. “Digo mucho ‘vamos a ver cómo estamos con el feng shui’. Y, aparte, tenía esa frase de Oscar Wilde, que aparece en la canción ‘Quiero mejor’, que dice ‘Tengo gustos simples, solo quiero lo mejor…’, que me gusta como definición de un estado de bienestar. Algo que tiene que ver con disfrutar más de la calidad que de la cantidad, con cómo vivir mejor la vida, disfrutando del momento”.

“Quiero mejor” se puede encontrar en todas las plataformas digitales y en breve se editará en vinilo. A continuación, Kevin Johansen lo repasa, track por track, en primera persona.

1. Quiero mejor


Esta canción tiene algo súper importante: la batería del Zurdo (Roizner, baterista de Kevin por 20 años, y antes de Piazzolla y Vinicius de Moraes, y que falleció a fines de 2023). Eso ya es algo hermoso. Y también tiene las voces de Las Migas, el grupo español que conocí porque hacían un cover mío, “Desde que te perdí” (del disco City Zen de 2004). Me las presentaron y me invitaron a cantar con ellas. Cuando “Quiero mejor” se convirtió en una rumbita sabía que ellas tenían que estar. Grabaron sus voces en Barcelona y las mandaron para acá. Quedaron perfectas. También tengo otro invitado de lujo en esta canción, el contrabajista Javier Colina. Colina es un grande de la música flamenca y tocó con todo el mundo, incluyendo en el discazo Lágrimas negras, de Bebo Valdés y Diego El Cigala. Y otra cosa importante, si quieren conocer mi sillón familiar, vean el video clip: le pusimos rueditas y lo sacamos a pasear por Miramar.

2. Vals de la Luna


Fue la primera canción que salió como sencillo del disco y me gusta mucho como suena. Lo bueno de haber tenido a Panda y Coca como productores es que iban pensando qué se necesitaba para cada canción. Panda, aparte, toca increíblemente bien y está en casi todas las canciones del disco. Para “Vals de la Luna” necesitábamos un trío de jazz para darle un brillo especial y llamamos a Sergio Verdinelli (reconocido baterista de jazz y que tocó con Luis Alberto Spinetta), a Roberto Seitz (que toca el bajo con David Lebón) y a Hernan Jacinto, un pianista que me encanta. Le encuentro algunas conexiones con otra canción mía “Tiene algo (Interesting Little Thing)” (del disco Miss Américas). Tengo algo de conexión con el country que viene de mi infancia, de escuchar desde Johnny Cash, pasando por Neil Diamond, Cat Stevens o Willie Nelson. Otra cosa que siempre me acuerdo de esa época era escuchar en un cassette la banda de sonido de Nashville, la película de Robert Altman. El disco era un homenaje a la ciudad y también al sonido country que se vive ahí. Una crítica con mucho amor a ese mundo, una especie de Cosquín, pero de música country. Las influencias aparecen de cualquier lado.

3. Puntos equidistantes (con Natalia Lafourcade)


Esta canción fue el segundo corte antes de la salida del disco y tiene una historia que me encanta. Es una canción noventosa. Cuando digo noventosa es que el germen viene desde mediados de los noventa. La primera parte dice: “Como quisiera escaparme, como me quisiera perder”. No la letra sino la melodía, fue compuesta alrededor de 1995, 1996, y la dejé macerando en mi memoria. Era como un lindo arranque, pero no podía resolverla, hasta que en el 2012 medio que le encontré el estribillo, el “hook”, la parte “ganchera” (y empieza a tararearla con su gruesa voz). La grabé con Paulinho Moska (cantante y compositor brasilero) en portugués y con Natalia Lafourcade. Con ella fue divertido porque le había contado que tenía una canción en mi cabeza, que la tenía que sacar, y ella me dijo que “la esperaba”. Tardó 30 años en salir, ¡pero ahí está! Es un pequeño gran milagro esa canción.

4. Sin darme cuenta


Es una canción de amor, del amor antes del amor. El disco habla mucho sobre el amor, en este caso esa sensación de estar enamorándose. El estado de embelesamiento cuando uno va conociendo a alguien. Es el disfrute de la capacidad de sorpresa, de no sentir que uno está “de vuelta”. Sentir que uno ya las vivió todas te mata creativamente. A mí me gusta mucho escribir de amor, pero le huyo mucho a la cosa “tribunera” de cantarle al romance. Me di cuenta que escribí mucho sobre el escapismo en el disco, en este caso el amor como escape. En esta canción también toca nuestro “trío jazzeril” de Verdinelli, Jacinto y Seitz.

5. Seductor serial


Esta canción es autorreferencial, o sea una mirada irónica de lo que significa estar arriba del escenario. Los colegas que son “Seductores seriales”, los que logran seducirte a vos, a mi mujer, al kioskero, a la panadera, seductores a diestra y siniestra. Pero lo que muestra es que quizás esos seductores tienen al final del día el corazón con agujeritos. En la canción está invitada mi hija (Wiranda Johansen), unas octavitas arriba, que le generan un poco de seducción a la canción. Esta fue una de las dos canciones que grabé en el estudio Marini de Rio de Janeiro con músicos brasileños. Fue una experiencia divina junto a Kassin (músico y productor)  y mi amigo Matias Cella (productor y músico argentino que trabajó con Jorde Drexler entre otros).

6. Comfort Zone


“Comfort” podría ser en el vinilo la última canción del lado A o la apertura del lado B. Es algo que debería hablar con el sello, ¿no? [risas], pero a veces me gusta la cosa random, a ver qué dice el destino, si cierra el lado o abre el otro. Me gusta el orden de las canciones en los discos, dice mucho de los discos, cómo arrancan, suben y van bajando. Igual este es un disco tranca, mid-slow tempo. Me gusta mucho el título y el espíritu de la canción, para mi, a esta altura, no hay que salir de la zona de confort, sino por lo contrario, entrarle. Para crear hay que estar ahí, es el espíritu de Quiero mejor. A mi pasa eso, estoy en mi casa, rodeado de mi familia, tomando un vino o por ver una película y ese momento de confort, de naturalidad, me inspira. Estando en el medio de mi lugar, puedo agarrar una guitarra y componer. En esta canción llamamos a Gabi Pedernera (baterista de Eruca Sativa), que también toca en “Puntos equidistantes”. Fue una gran sorpresa y un músico genial. La verdad que honró la canción y el beat es una gran chacarera de fondo, que me encanta.

7. Era ahora


Esta canción fue inspirada por la voz de Nito Mestre, que participa en el track. Es una canción melancólica y nostálgica sobre haber estado en el candelero de la música, ahí arriba. Algo de no ser adicto a la nostalgia sino, por lo contrario, ser más amigo de la memoria, algo que también decía Joaquín Sabina. Es una mirada a una de las épocas doradas del rock nacional, los setenta y los ochenta, que para mi fueron dos momentos de inspiración increíble para la música popular argentina. Nito tiene una voz emblemática en el rock argentino, eso y la vulnerabilidad que transmite. El rock nunca abrazó muy fuertemente eso de ser vulnerable, siempre hubo mucha testosterona. Nito, aparte, tiene una personalidad divina, me pasó lo mismo con otros artistas de esa generación, como Palito (Ortega) o David (Lebón), la humildad de la gente posta, personas que se te acercan y te felicitan por la carrera. Esos es increíble. En la canción aparece también Lito Vitale. Le dije que tenía una canción media “moño” [risas], o sea romántica, yo sabía que Lito iba a poder sumar algo y lo hizo. Me agregó unas arpas con el piano y el arreglo quedó perfecto.

8. Amada amante


Es el único cover del disco, y tenía que ser de Roberto Carlos. Venía de hacer un disco de covers (Tú Ve), pero esta canción me encantaba. Una cosa que me gusta mucho es que la palabra “Amante” es inclusiva y no tiene género. Una vez, me acuerdo que Caetano (Veloso) le dijo al público que iba a tocar una canción de Roberto Carlos y el público lo silbó. Entonces lo defendió en dos minutos a Roberto, contando que es un autor respetado de música popular y que había que respetarlo mucho más. Quería aproximarse a algo tan emblemático y popular. Como “Seductor serial”, “Amada” fue grabada en Río de Janeiro en el estudio de Kassim con músicos de ahí. Yo quería hacerla más bossa nova, pero los músicos me dijeron que iba a sonar mucho mejor “a lo Barry White”, más soulera funk lenta… Así que logramos una combinación de ambos ritmos. Quería que saliera sabrosa, pero con vulnerabilidad.

9. Hola need


Es el rap del disco y me gusta mucho como quedó. La grabé con una dupla de músicos que quiero mucho: Mariano Otero (bajista y productor) y Gastón Baremberg (baterista, actualmente con Fito Páez). Tenía una base en la guitarra media Spinettiana (y toca “El anillo del Capitán Beto”), que no paraba de tocar con la guitarra y quedaba como un loop. Yo tengo otro rap que es el que abre “Mc Guevara’s o Che Donald’s” (del Disco “The Nada”, 2000), algo que cantaba en la primaria en Berkeley, California. Tenía la letra en inglés y Panda me dijo “ponete las pilas y hacela en castellano”. Así que la traduje y quedó así.

10. Soñando


En esta canción también está mi otra hija, Kim. Me encanta el timbre de su voz. Es un folkie que me gusta mucho, la escribí en inglés y la traduje. Me hace acordar al estilo de canción de Paul Simon, el rasgueo de la guitarra y cómo fluye. Me gusta que sea en castellano, ya vivo acá hace 23 años y cuando puedo traducir una canción que compuse en inglés me gusta mucho.

11. Bien sur


La última canción del disco la iba a poner antes, pero cuando la escuché terminada me pareció que iba perfecto como final. Tiene algo muy mío, ya había tenido un disco con el nombre Sur o no sur, pero me gusta recalcar que soy de acá… y aparte tiene otra cosa que es la traducción del francés en donde la frase “Bien sûr” significa “por supuesto”.  Últimamente me pasó con amigos que viven afuera que empezaron la “Saudade” de no vivir en Buenos Aires y vienen más seguido. Esa cosa de venir del Sur y mirar todo desde acá. Mencionó a Serge Gainsbourg y George Brassens porque me gusta mucho la música francesa y combinar palabras en francés y castellano. Pero más allá del jueguito de  mencionar influencias quería remarcar que acá estoy.  Que voy de acá (del sur) para allá, me encanta Buenos Aires, cada vez que vuelvo de las giras re encontrarme con esta ciudad me maravilla cada día más. Es una linda forma de cerrar el disco, un disco cortito en el que quise la calidad por sobre cantidad, algo lindo, un disco boutique.

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