“Las canciones de La Montaña ya tienen sus kilómetros de ruta y se llevan muy bien con las anteriores. Me gusta pensar que la todas las canciones que tocamos en una noche son el sonido de una sola, el sonido de Los Espíritus”, dice Maxi Prietto, guitarrista, cantante y líder del grupo que hizo de la combinación de los blues, la psicodelia y los ritmos latinos una fórmula imbatible.
La Montaña, el disco que lanzaron en septiembre del año pasado, fue producido por Mario Breuer y mezclado por Joe Blaney en Nueva York. “Mario es un gran contador de historias, es un hechicero, cuando querés darte cuenta ya grabaste las canciones que más dificultades presentaban. Sería un gran dentista”, dice Prietto entre risas. “La comunicación con Joe fue limitada, algunas llamadas y mucho mail pero solo en términos de trabajo”.
En el álbum, elegido entre los mejores discos de 2023 por ROLLING STONE, participan Juanse, Daniel Melingo, Marc Ribot y Dana Colley, saxofonista del mítico grupo Morphine. “Pensamos que sería un disco sin invitados porque los que habíamos pensado eran soñados. No pensamos que tendríamos tanta suerte. Marc Ribot es uno de nuestros referentes de la guitarra eléctrica, siempre nos fascinó su sonido que resume el jazz, el blues y la deformidad del punk, hay solos que grabó para Tom Waits que son inolvidables. Tuvimos la suerte de ver a los Ratones Paranoicos desde el escenario y lo recordamos como una clase magistral, el audio de Juanse es descomunal, teníamos un boogie y nos parecía que sería increíble contar con su participación. Melingo es una figura que no solo se resume a un instrumento, es un artista completo y fusiona todo tipo de géneros, Tangos Bajos fue el disco con el conocí su música y me cambió para siempre. Dana Colley oscila entre el afrobeat y el blues oscuro de los Morphine, su saxo barítono es parte del sonido de un grupo que nos alucina”.
Hace unas semanas, en una entrevista para ROLLING STONE, Fachi, bajista de Viejas Locas, elogió a Los Espíritus: “Hay cosas que me recuerdan a cómo cantaba el Pity en Intoxicados, con la voz arrastrada”. Prietto recibe gustoso el elogio: “Mientras más pasa el tiempo más me gusta la voz del pity y sus letras también, su sensibilidad. Me hubiese gustado tener la voz rota como la lde Bukka White o [Roberto] Goyeneche, tengo que esforzarme para que las palabras suenen como quiero. Admiro a los cantantes cuya voz hace que las palabras se salgan del parlante, el Pity lo logra”.
Hace unos días, en un breve lapso de tiempo, se murieron dos artistas que fueron importantísimos en la educación sentimental del cantante. “Los dos son artistas que admiro mucho, los dos me ayudaron mucho a interesarme por la importancia de las letras. Paul Auster fue de los primeros autores que leí, hizo que me interese por la literatura que no era algo que sentía a mi alcance”, explica Prietto. “Descubrí a Manal tarde, ya había hecho muchas canciones en ese entonces. Una madrugada escuché por la radio ‘Para ser un hombre más’ y me volví loco por el sonido y la letra. Habían pasado más de treinta años de esa grabación y me sonaba fresca, auténtica. Inmediatamente me puse a escucharlos y entendí cómo habían influenciado a todos, incluso a mí sin haberlos escuchado. Manal es la arcilla de la que está hecha la historia de nuestro rock”.
El sábado 18, Los Espíritus tocan en Vorterix, con Fonso como show de apertura. “Nos gusta lo que hace Fonso, tiene rock y tiene un aire fresco que es necesario. Estamos muy entusiasmados, preparando una noche especial”.
Mientras prepara el show en Vorterix, Maxi Prietto se toma un rato para responder el cuestionario RS.
1. ¿Cuándo fue la última vez que fuiste a una disquería? ¿Qué disco te llevaste? ¿En qué formato?
Hace unas semanas, me vine con dos discos de Gardel, uno de Roberto Grela, uno de Ciriaco Ortiz y uno de Eduardo Falù. En vinilo.
2. ¿Te acordás de los sueños habitualmente? ¿Tenés algún sueño recurrente?
Suelo recordarlos, no tengo sueños recurrentes pero sí algunos favoritos. Recuerdo uno en que caminaba, una mañana soleada en un pueblo antiguo, sonaban las campanas y un hombre gritaba: “¡Llegó el día, es hoy!”. Del suelo emergían nubes y después flotaba. Desperté con la sensación de haber estado en el cielo.
3. ¿Sos buen cocinero? ¿Cuál es tu especialidad?
Me gusta cocinar, mí especialidad es no saber qué es lo que estoy cocinando y llegar a un buen resultado. Puede fallar.
4. ¿Tenés mascotas?
Tuve un perro al que le puse Rambo y fue el peor nombre que le pude haber puesto. Vivía atrincherado, se robaba comida a sí mismo y le mostraba los dientes a cualquiera que se acerque al plato que no tocaba.
5. ¿Cómo armarías el line-up de tu festival ideal?
En Villa Gesell, frente al mar. DJs durante el día y al caer la noche tocarían grupos de afrobeat, Blues y psicodelia.
6. ¿Cuál es el instrumento más raro que tenés en tu casa?
Uno que se lo encargué a dos luthiers excelentes, Patricio Claypole y Francisco Frulla. Es un instrumento de 35 cuerdas. Suena parecido al kora. Es para hacer una especie de blues meditativo. Tiene cinco grupos de cinco cuerdas del lado izquierdo, cada uno tiene la misma nota en distinta octava y forman una pentatonica. Del lado derecho un mini arpa para hacer melodías.
7. ¿Cuál era tu dibujito animado favorito cuando eras chico? ¿Y ahora?
De chico me encantaba Mazinger Z. Hoy por hoy, ver los Simpsons con mi hija es de mis actividades preferidas.
8. ¿Tuviste alguna experiencia sobrenatural?
Una vez pedí un deseo y golpearon mi puerta. Fue inmediato. Todavía no lo entiendo.
9. ¿Cuál es el último libro que leíste?
Obra reunida, de Juan Rulfo.
10. ¿A qué celebridad te gustaría tener entre tu público?
Bill Murray.
11. ¿Cuál es el objeto más viejo que atesorás?
Un reloj de mi padre, es una tradición de fans de Pulp Fiction.
12. ¿Qué actor podría protagonizar la serie sobre tu vida?
Cualquiera que sea alto y rubio.
13. ¿Cuál es tu deporte favorito?
Organizar partidos de fútbol que nunca se concretan.
14. ¿Cuándo fue la última vez que pediste un autógrafo?
Creo que fue a Paul Auster, 2002.
15. ¿Cuál fue tu primer recital?
Sepultura presentando Chaos A.D., en Obras. Ese recital lo terminé a upa del Ruso Verea, lo escuchaba por las noches en la Heavy Rock & Pop. Llegué a casa y no entendía nada [risas].
16. ¿En qué creés?
Creo en la voluntad del ser humano y al mismo tiempo sé que es limitada, que depende de algo más grande. Sin embargo no tiene sentido vivir sin voluntad. Creo en una especie de resignación positiva, aceptando ese absurdo y lo insignificante que somos tenemos que levantarnos cada mañana y hacer lo mejor posible. Tratar de ser libres dentro de esas paredes. Por eso amar siempre tiene sentido.
