En La Montaña, su nuevo disco, Los Espíritus conjugan el barrio y el cosmos con invitados de lujo

Producido por Mario Breuer y mezclado por Joe Blaney, el nuevo disco del grupo liderado por Maxi Prietto incluye colaboraciones con Juanse, Marc Ribot y el saxofonista de Morphine, Dana Colley

Por  Humphrey Inzillo

septiembre 14, 2023

Con La Montaña, Los Espíritus se confirman como uno de los grupos más originales del rock iberoamericano.

EDGARDO KEVORKIAN (GENTILEZA LOS ESPÍRITUS)

“Vamos caminando hacia el sur, hasta la montaña”, cantaba Maxi Prietto en “Huracanes”, el tema que abría el indispensable Agua ardiente (2017). Un EP, varios cambios en la formación y un par de álbumes después (Caldero, 2019; Sancocho Stereo, 2021), La Montaña emerge en la discografía de Los Espíritus con algo de profecía autocumplida. El quinteto construye un manifiesto conceptual que linkea con La esquina del infinito (La Renga, 2000).

Desde su irrupción, en  2010, construyeron una identidad a base de blues, psicodelia y ritmos latinos, que fueron consolidando y expandiendo, entre el barrio y el cosmos, con colaboraciones con colegas como Carca, Daniel Melingo, Gustavo Santaolalla, Huaira (Ecuador), Mario Kaona (Colombia) y el guitarrista Bombino, de origen Tuareg, entre otros.

Los Espíritus tienen devoción por una tradición musical y su linaje puede rastrearse hasta los orígenes del rock latinoamericano. Producido por Mario Breuer y mezclado por Joe Blaney en Nueva York, el tándem por detrás de Parte de la religión (Charly García, 1987), La Montaña es el álbum más ambicioso del grupo. Ambos nombres también están involucrados con la obra de Sumo, Andrés Calamaro y los Ratones Paranoicos (y Blaney con The Clash y Tom Waits).

Ilustración de Sebastián Domenech.

Juanse aporta guitarra y voz en “Avenida Calchaquí”, donde la pluma de Prietto dialoga con el clásico seminal de Manal (“Avenida Rivadavia”) y con su propia obra (“Avenida Corrientes”, de Prietto viaja al cosmos con Mariano).

La voz de Oscar Alemán (1909-1980) se escucha antes de “Navidad”, una canción inspirada en una frase del legendario guitarrista chaqueño, que le permite a Prietto construir uno de sus relatos característicos, llenos de melancolía, donde se percibe la influencia del escritor norteamericano John Fante (1909-1983).

El tridente fundacional Pipe Correa (batería), Martín Ferbat (bajo) y Miguel Mactas (guitarra) tiene incorporado un efecto hipnótico, groovero, lleno de reverberaciones, capitalizado por la percusión de Luciano Scalera y la voz del propio Prietto. Hay sensibilidad pop (“La fuerza” tiene argumentos para ser un hit), hay una intención funky (“En este mundo no hay lugar”) potenciada por el saxo barítono de Dana Colley, integrante del mítico grupo Morphine. Hay blues (“Ramas”, con Melingo en clarinete y saxo) y una reinterpretación del afrobeat en “Calles rotas”, con un aire de gospel potenciada por unos vientos que podrían ser los del etíope Mulatu Astatke. El benemérito guitarrista Marc Ribot suma su guitarra, y su tres cubano, a varias canciones. Entre ellas, “Directo al hueso”, en la que Prietto anuncia “Adonde vaya el viento no voy a ir”. Tiene sentido, por algo lidera uno de los grupos más originales del rock iberoamericano.

Los Espíritus presentan La Montaña, el 1 de diciembre en el gimnasio Héctor Etchart, el microestadio de Ferrocarril Oeste.

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