El controversial nuevo paquete de suscripción premium de Spotify tendrá un peso significativo en las regalías que reciban los artistas. Hace unos meses, el gigante de streaming anunció un nuevo paquete que ofrecería música y audiolibros y aunque muchos usuarios mostraron emoción ante la noticia, desconocían que esto provocaría una disminución en las regalías para los compositores que superará los 160 millones de dólares.
“Spotify ha declarado la guerra a los compositores”, dijo David Israelita, director de la Asociación Nacional de Editores de Música (NMPA).
El conflicto se debe a que las tasas sobre ciertos tipos de regalías no son determinadas por los artistas o los servicios de streaming, sino por la Copyright Royalty Board (CRB), la cual establece que las ofertas en ‘paquetes’ podrían ser acreedoras de tasas de regalías más bajas, ya que la música es sólo una parte del paquete de suscripción. Por esto, Spotify podría pagar menos a los compositores, costándole a los compositores y editores más de 160 millones de dólares durante el próximo año.
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El nuevo paquete es engañoso, ya que Spotify anunció que aumentará el costo de su suscripción premium de $9.99 a $10.99 dólares, incluyendo 15 horas de audiolibros por mes en Estados Unidos. Un precio de suscripción más alto aparentaría un aumento en las regalías, pero no será así.
Spotify también reclasificará sus planes de suscripción dúo y familiar como paquetes. Actualmente, alrededor del 97% de las suscripciones en Estados Unidos ya están categorizadas como paquetes. Supuestamente, se lanzará una opción solo de música sin audiolibros, algo que ya está activo en el Reino Unido. Esto significaría que estas cuentas no serían clasificadas como paquetes y Spotify tendría que pagar regalías a tarifa completa por sus reproducciones.
La NMPA calificó la estrategia como “un plan para aumentar las ganancias engañando a los consumidores y engañando al sistema de regalías musicales” y ha presentado una queja ante la Comisión Federal de Comercio. También envió cartas a 10 fiscales estatales de Nueva York, California y Tennessee, alentando a sus oficinas a investigar el caso.