“La escena del parche es porque no se guiñar el ojo”, confesó la actriz sueca-británica que obtuvo reconocimiento internacional en 2013 por su papel en la película Misión: Imposible: Nación secreta, donde interpretó a Ilsa Faust, una agente secreta con habilidades letales y una personalidad enigmática. Su interpretación en la película le valió elogios de la crítica y la convirtió en una presencia destacada en la franquicia de Misión: Imposible, repitiendo su papel en películas posteriores, como la estupenda Fallout en 2018. Actualmente, Fergusson hace parte de dos franquicias, ya que próximamente la veremos en la segunda parte de la aclamada Dune, repitiendo su papel de Lady Jessica.
La televisión no es una extraña para esta actriz. Entre sus proyectos más destacados se encuentra su papel de Elizabeth Woodville en la serie dramática de la BBC The White Queen en 2013, basada en la serie de novelas históricas de Philippa Gregory; y actualmente la tenemos como protagonista de Silo, una serie de ciencia ficción distópica para Apple+. Y como si fuera poco, además de su talento actoral, Ferguson ha demostrado sus habilidades como cantante en El gran showman (2017), donde interpretó a Jenny Lind, una famosa cantante de ópera, y ofreció una emotiva interpretación de la canción Never Enough.
Conversamos con la nominada a los Globo de Oro sobre su papel en la séptima entrega de la franquicia de Misión imposible, la cual se tuvo que dividir en dos partes para dar cuenta de su gran envergadura.
ROLLING STONE: Según lo que entiendo, las películas de Misión imposible no comienzan con un guion terminado, sino que evolucionan a partir de su realización. ¿Cómo describirías esa experiencia en el set?
REBECCA FERGUSON: Tom Cruise y Christopher McQuarrie tienen una forma de trabajar que para el que está afuera debe parecer muy extraña, pero a mi parecer es genial. La historia, en su mayoría, está en las cabezas de McQ y Tom, pero no en el papel. Supongo que para las personas que son nuevas en el negocio, esto debe ser estresante, porque no entienden realmente el proceso. Pero es por eso por lo que cada uno de nosotros estamos aquí para apoyarnos los unos a los otros. La creación sucede en las conversaciones entre Tom y McQ. Todo lo que es creado se mejora gracias a la dinámica entre ellos. Es algo increíble de observar. Todo llega y cobra sentido frente a ti. Es extraordinaria la cantidad de conocimiento que tienen sobre el cine, los ángulos de cámara, la narrativa, la construcción de la tensión y de los personajes. Tom se enfoca extremadamente en los personajes. “¿Por qué?” es la pregunta que Tom se hace a cada rato. “¿Por qué está ocurriendo esto?” “Por qué está haciendo eso?” Él es sumamente detallado.
¿Cómo describirías la amenaza que el equipo enfrenta en esta película? Es algo muy actual.
REBECCA FERGUSON: Lo que McQ y Tom han creado con estas películas y que me parece realmente interesante y extremadamente inteligente, es que juegan con el interrogante de lo que es realmente la bondad y la maldad. Hay una escena que cortamos de la última película, entre Ilsa e Ethan, donde ella le dice a él: “¿Por qué tú y yo estamos haciendo esto? ¿Por qué no nos rendimos? Siempre habrá personas como nosotros que pueden tomar las riendas ¿Por qué no los dejamos y vamos a vivir la vida que otras personas llegan a vivir?” Pero es también al revés. ¿Quién es realmente malo? En Fallout, Solomon Lane (Sean Harris) habla acerca de llevarlos a un mundo que es mejor, pero en nuestro mundo él era visto como malvado debido a la destrucción que conlleva su plan. ¿Pero es malvado? ¿O es crecimiento humano? Estas películas siempre han jugado con grandes pensamientos de dominio y control mundial, sobre cómo hemos sido controlados por la policía, el estado y el gobierno, los políticos. Obviamente, en estas historias, los malos son los malos, y sabemos que lo son porque matan y quieren destruir a todos y a todas las personas. Pero siempre hay una mente filosófica en juego en estas historias también. ¿Qué es lo realmente malo si lo examinas? Para la mayoría de estos personajes, eso dependerá del balance de sus creencias, en lo que creen que es verdadero y real. En esta película, Gabriel (Esai Morales), el antagonista, cree firmemente en lo que hace y es justicia para el beneficio de toda la humanidad, o por lo menos la que quede cuando haya cumplido con sus planes.
¿Por qué esta cinta tuvo que dividirse en dos partes? ¿Qué es lo grande aquí?
REBECCA FERGUSON: Estas películas son cada vez más y más grandes, con temáticas cada vez más y más extensas. Son grandes y con muchas locaciones. Es realmente una misión casi imposible filmar estas películas (risas). ¿Unir las dos cintas en una? Esa no es una tarea fácil, de ningún modo y forma. Creo que la escala de lo que Tom y McQ han intentado, demanda para dos películas, para dejar que la historia y los personajes respiren en medio de este entorno colosal y colmado de acción.
Hablemos de Ilsa. ¿Qué le sucede a ella en esta película?
REBECCA FERGUSON: ¡Es aquí donde las cosas se ponen difíciles! (risas) Porque es muy difícil promocionar una historia que no conoces por completo. La manera como trabajamos consiste en filmar una gran cantidad de material y después editarlo. Luego vamos a ver esa versión en la premier y decimos “¡Oh! ¡Eso tiene sentido!” Pero eso trabaja perfectamente para estas películas porque el hecho es que, en ellas, estos personajes nunca tienen la información completa frente a ellos. La diversión de ver estas cintas consiste en ver a los personajes descubrir cosas durante la marcha. Es ahí de donde surge esta maravillosa dinámica. ¿Están trabajando juntos? ¿No están trabajando juntos? Terminamos la última película pensando que hay un cierto tipo de colaboración entre Ilsa e Ethan. Ahora comenzamos esta cinta confundidos de nuevo. Es esa danza entre los dos personajes lo que me ha enamorado de ellos.
¿Podemos leer en eso los indicios de un romance?
REBECCA FERGUSON: Puedes leer todo lo que quieras (risas), pero no quiero revelar nada.
Ni yo tampoco.
REBECCA FERGUSON: Lo que sí puedo decir es que siempre, por años inclusive, hemos hablado acerca de la relación entre ellos dos porque es muy compleja. El lazo entre estas dos personas ha nacido del trauma y del caos. Estas son emociones que van más allá de cualquier forma de lazo familiar o relación amorosa. Ellos tienen esa urgencia pura de protegerse y apoyarse el uno al otro, pero también tienen sus propios derechos. Ellos son dos personajes muy similares. ¿Qué es lo que lees? ¿Es amor? ¿Es saber que algo está en ebullición y está a punto de explotar? Este es el punto central de esta dinámica.
¿Qué puedes decirnos del enfrentamiento entre Ilsa y Gabriel en Venecia?
REBECCA FERGUSON: Siempre será un momento maravilloso cuando el bien y el mal se encuentran. Lo divertido de ese encuentro es que tuve que entrenarme con el manejo de la espada para esa escena, algo que fue ridículamente difícil y maravillosamente emocionante de hacer. Nunca olvidaré filmar esa escena: una pelea de espadas sobre las aguas color turquesa en Venecia. Y Esai es fenomenal. Es impredecible. Un villano clásico. Es una danza.
¿Qué fue lo que hizo que la lucha de espadas fuera tan difícil de lograr?
REBECCA FERGUSON: Es muy complicado. Siempre tienes la posibilidad de hacer la escena con réplicas ligeras. Es así, que, en algunos ángulos, tú tienes la espada de verdad, y en otros ángulos, no. Si es algo peligroso, cambias la espada por la réplica, para no cortarle la cabeza a alguien (risas). Pero la parte que tú no adviertes hasta que lo haces, tiene que ver con la importancia del peso. Como el peso es tan importante, debes entrenarte con el arma real. Luego tienes que recordar lo que se siente tener ese peso, para pelear con algo que no tiene el mismo peso, pero debe verse igual. No es solo la coreografía, la cual ya es difícil en sí misma, sino retener esa memoria muscular del entrenamiento con el arma real. Existen muchos factores que vine a entender hasta ahora.
Varios personajes en esta cinta están explorando su lado oscuro. ¿Cómo se lleva eso a la pantalla?
REBECCA FERGUSON: Recuerdo a McQ y a Tom hablando mucho en Fallout, la última película, sobre lo que querían hacer en esta. Hablaron sobre no tener miedo de desear que la próxima entrega básicamente devorara a la franquicia en términos emocionales, para darle a la audiencia otro nivel de acción y emoción. Las personas conocen los ingredientes que hacen a estas películas grandiosas y uno de ellos es la habilidad de darte un puño emocional en el estómago, metafóricamente hablando. Tom y yo a menudo hablamos sobre no tener miedo de darle a nuestros personajes tareas físicas con emociones a tratar. No importa si es la muerte, el amor o el miedo, nunca tuvimos temor de ir más allá y de profundizar. Y esta película tal vez sea el pináculo de esto.
Estas nuevas películas de Misión imposible se sienten como una carta de amor a toda la serie ¿Se pensó así?
REBECCA FERGUSON: Honestamente, todo lo que McQ y Tom hacen es intencional. Todo. Cada ángulo, cada toma, cada línea, cada artefacto, los trajes, la música, la edición. Esta es una película explosiva, con mucho suspenso y aventura. Pero también, hay mucho en ella que es un homenaje a aquello que ellos amaron de las películas anteriores, o algo que ellos aman de las películas clásicas que ellos siempre están referenciando en el set. Ellos son demasiado inteligentes para mí como para pretender saber de lo que están hablando (risas). Al principio, ellos dicen “¿Has visto esta película clásica o esta otra?” Al comienzo de Nación secreta, mi primera película de la saga, algunas veces fingía haberla visto para parecer inteligente. Y luego iba y la veía en la noche. Pero ahora soy honesta y digo que no la he visto. Ahora les digo “Envíenme una lista de todas las películas que quieran que vea, pero recuerden que soy una novicia en el asunto”.
Al parecer, Sentencia mortal parte uno fue toda una aventura para ti…
REBECCA FERGUSON; Ha sido increíble, realmente increíble. Los lugares a los que he viajado, las cosas que hemos hecho. Adoré estar en Abu Dabi. Fue fenomenal. La locación del desierto y la fotografía que se obtuvo fueron realmente exquisitas. Estar en ese ambiente natural que es tan incontrolable, ya sea en medio de una tormenta de arena o lo que fuera, y tener que adaptarse a ello, fue muy hermoso y óptimo. Es lo mismo con las diferentes manifestaciones de la naturaleza, ya sea lluvia o viento, que intervinieron en el peligroso salto de Tom en su motocicleta. No importa la mucha planeación que hagas, no puedes controlar a la Madre Naturaleza. Eso es lo que lo hace tan peligroso y, al mismo tiempo, tan emocionante de ver. Las personas jamás entenderán lo que tomó para todos los que estuvimos involucrados hacer ese salto de motocicleta.
