Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente
Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

Mitski presenta The Land Is Inhospitable and So Are We: canciones de amor, nostalgia y desilusión

Con una mezcla de lirismo cotidiano y elíptico, sobre una base de country, movimientos orquestales atrevidos y su estilo narrativo único, una de las compositoras más ambiciosas del indie-rock viaja bien al fondo

Por  BRENNA EHRLICH

septiembre 27, 2023

IGNACIO ARNEDO

“No me gusta mi mente/ No me gusta quedarme sola en una habitación”, canta Mitski en su séptimo álbum, con una voz melosa y rica a pesar de su angustia. “Por favor, no me quiten… este laburo”. Podríamos leer estas palabras como un pedido de auxilio del estadounidense promedio adicto al trabajo, consumido por la rutina. Pero es difícil no escuchar en ellas un guiño autobiográfico; después de todo, esta es la misma artista que decidió dejar la música y al fin regresó, atraída a ella como las mareas a la luna. Como le dijo a ROLLING STONE en 2021: “Esto es lo que soy… Voy a seguir lastimándome porque es lo único que puedo hacer”.

Mitski explotó en 2016 con su excelente Puberty 2. El público se enamoró de su estilo personal, pero profundamente empático, su voz singularmente emotiva y la cruda intensidad de su música. Be the Cowboy, de 2018, fue más pulido. Pero aun así golpe como un puñetazo en el estómago. Laurel Hell, su regreso de 2022 plagado de sintetizadores, la muestra luchando con su estatus como miembro de la nobleza del indie (después de haber dejado la música, aparentemente sin consecuencias).

Ilustración de Nicole Rifkin.

The Land Is Inhospitable and So Are We es otra evolución: una mezcla de lirismo cotidiano y elíptico, sobre una base de country, movimientos orquestales atrevidos y su estilo narrativo único. Mitski canaliza imágenes de amor, nostalgia y el regusto de la desilusión en una colección de viñetas impresionistas. El disco comienza con una guitarra acústica en “Bug Like an Angel”: el relato de la canción se sumerge en las neblinas del whisky, hasta que el alcohol ya es “como estar en familia”. “Buffalo Replaced” evoca a los hombres de frontera, que descargan sus armas sobre los animales desde la ventanilla de los trenes de carga. Canciones como “Heaven” y “My Love Mine All Mine” son epopeyas del country gótico. “The Deal” es igualmente oscura y trascendente.

Mitski fusiona sus historias con arquetipos estadounidenses: “When Memories Snow” recuerda un tiroteo en un spaghetti western, pero en lugar de cowboys tenemos aquí a una persona que lucha contra recuerdos que la asfixian como la nieve. “The Frost” parece ser la respuesta de Mitski a “I’m So Lonesome I Could Cry” de Hank Williams, mientras que “I’m Your Man” es una especie de balada asesina. Pero no todo es desilusión en este mundo. El disco cierra con un personaje que se parece a la propia Mitski, sola en su habitación, en el tema “I Love Me After You”, que es tan fresco como el agua que toma en la canción después de cepillarse el cabello, rociarse colonia y volver a meterse en su piel. A pesar del título del álbum, la tierra no parece tan inhóspita después de todo.

CONTENIDO RELACIONADO