Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente
Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

Todo lo que debes saber sobre Dune antes de ver las películas

Con motivo del inminente estreno de la segunda parte de la saga, aquí tienes toda la información pertinente para que te prepares.

Por  ANDRÉ DIDYME-DÔME

febrero 28, 2024

Timothée Chalamet como Paul Atreides

Cortesía de Warner

Además de ser la novela de ciencia ficción más vendida de todos los tiempos, Dune es para este género lo que El señor de los anillos es para la literatura fantástica. Asimismo, representa una extraña coincidencia para el mundo de la literatura, ya que a diferencia de los populares best-sellers El código Da Vinci o Cincuenta sombras de Grey, Dune sí resulta ser toda una obra maestra de la literatura. 

Frank Herbert (1920-1986)
dunenovels.com

¿Quién fue el autor de Dune?

El autor de Dune fue Frank Herbert, un hombre originario de Tacoma, Washington y nacido en 1920. Su niñez la vivió en la pobreza que acabó con muchas familias en lo que se conoce como la Gran Depresión. Al parecer, sufriendo abandono, hambre y penurias, huyó de su hogar a los dieciocho años, para refugiarse en la casa de sus tíos en Salem, Oregón (quizás, este episodio fue el que inspiró el éxodo de Paul Atreides, el joven protagonista de Dune).    

Herbert mintió sobre su edad para conseguir su primer trabajo como periodista en el diario Glendale Star. Luego trabajaría en el periódico Oregon Statesman, donde escribiría varios artículos y serviría como reportero gráfico. También prestó servicio en la Armada de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, donde se desempeñó como fotógrafo, su segunda pasión después de la escritura. 

Contrajo matrimonio muy joven, a los veintiún años, con Flora Parkinson en 1941. De esa relación, que tan solo duraría tres años, nacería su hija Penny, con la cual mantuvo una relación distante. Sus otros dos hijos fueron fruto de la relación con Beverly Ann Stuart, su segunda esposa (a quien conoció en un taller de escritura creativa), y estos fueron Bruce y Brian. El primero, heredó la pasión por la fotografía de su padre y fue un aguerrido defensor de los derechos de la comunidad gay de los Estados Unidos, hasta que falleciera en 1993 (Frank también mantuvo una relación muy fría con él); y el segundo, heredaría algo del talento de su padre como escritor y estaría muy cerca de su padre. 

En sus ratos libres, Herbert se dedicaba al oficio de escribir relatos cortos, enfocándose principalmente en el género de ciencia ficción, el cual aprendió a amar gracias a autores como H.G. Wells (La guerra de los mundos), Robert A. Heinlein (Tropas del espacio) y Jack Vance (El último castillo). Su amistad con la pareja de psicólogos conformada por Ralph e Irene Slattery, lo introdujo al mundo del psicoanálisis (Freud y Jung), a la filosofía existencialista (Heidegger y Jaspers) y al budismo zen. 

En los años 40, publicaría sus primeros cuentos en revistas Pulp, aquellas antecesoras del cómic, que coleccionaban relatos de terror, espionaje, erotismo y ciencia ficción (DC y Marvel, las famosas editoriales de cómics de superhéroes, antes de dedicarse a ese rubro, fueron editoriales de Pulp). El impacto obtenido por sus historias (Buscando algo fue la primera), lo llevó en 1955, a pensar en una novela por entregas, la cual fue El dragón en el mar, un claustrofóbico relato ambientado en el interior de un submarino nuclear del siglo XXI, en el que su tripulación comienza a perder su cordura debido al confinamiento, y donde se adelanta a predecir a una Tierra del futuro con una gran escasez de recursos naturales. 

¿Cómo nació Dune?

La obra que consagraría a Frank Herbert sería Dune, su segunda novela, la cual le tomaría al autor seis años para prepararla y escribirla. Sus principales fuentes de inspiración fueron dos: En primer lugar, un artículo periodístico acerca de las dunas de Oregón que nunca llegaría a escribir, pero del que se documentaría exhaustivamente; y en segundo lugar, sus experiencias psicodélicas con los hongos psilocibios. Una circunstancia particular en su vida fue la que permitió escribir su clásico de la ciencia ficción. Su esposa Beverly consiguió un trabajo de tiempo completo como escritora publicitaria para supermercados y eso le permitió a Herbert poder quedarse en el hogar y dedicar grandes períodos de tiempo a la escritura.

En 1965, Dune terminaría publicándose en dos entregas de cuatro episodios cada una, en la revista antológica de ciencia ficción Analog. La gran acogida de los lectores y la felicitación por parte de la crítica especializada motivó a Herbert a revisar la novela, reescribir gran parte de la misma, y llevarla a las editoriales. Fue rechazada veintidós veces. 

La editorial número veintitrés fue Chilton Book Company, una empresa especializada en la publicación de manuales de mecánica automotriz, que planeaba ampliarse al campo de la literatura. El editor Sterling E. Lanier revisó la obra de Herbert y dijo: “Este puede ser el error de la década, pero…” y decidió darle una oportunidad, del mismo modo en que doce años después, los ejecutivos de la 20th Century Fox le ofrecieron la oportunidad a un joven director llamado George Lucas, de poder exhibir en algunas salas de cine su pequeña película independiente llamada La guerra de las galaxias.      

El éxito comercial de Dune no sería inmediato. Tomaría más de una década despegar. Pero su reconocimiento como una gran obra literaria fue inmediato. Obtuvo el premio Nébula (el equivalente del Nobel de literatura para la ciencia ficción) y ganó el prestigioso premio Hugo junto a …Me llaman Conrad de Roger Zelazny. En el período en el que Dune se iba ganando poco a poco a sus lectores, Herbert escribiría cuatro novelas más (Destino: el vacío, Los ojos de Heisenberg, El cerebro verde y La barrera Santaroga), y regresaría a su trabajo como periodista, pero también se desempeñaría como conferencista en universidades director y fotógrafo de una serie de televisión y como consultor social y ambiental en Pakistán y Vietnam (la ecología sería otra de sus grandes pasiones).

El aumento constante en las ventas de Dune, entusiasmó a Herbert para desempolvar algunas ideas que no había alcanzado a desarrollar y convertirlas en El mesías de Dune, la primera de las cinco secuelas que escribiría sobre su universo, publicada en 1965.  Para 1976, Herbert ya se estaba dedicando tiempo completo al oficio de escritor de ciencia ficción y Los hijos de Dune, la tercera parte de la saga se había publicado con un éxito similar al de sus predecesoras. En los años ochenta, Herbert publicaría tres novelas más sobre Dune (Dios emperador de Dune, Herejes de Dune y Casa Capitular Dune), pero la vida no le alcanzaría para escribir una séptima parte.

Tras la muerte de Herbert en 1986, su hijo Brian, en colaboración con Kevin J. Anderson, publicarían tres precuelas de Dune, así como varias novelas divididas en sagas (tres novelas de Leyendas de Dune, dos novelas de Héroes de Dune, tres novelas de Grandes escuelas de Dune) y la parte séptima y octava de la saga canónica (Cazadores de Dune y Gusanos de arena de Dune, parten de las notas guardadas con recelo por Frank Herbert, que, según los autores, se obtuvieron luego de abrir una caja de seguridad con un taladro). La última de las sagas escritas por Brian Herbert y Anderson (las cuales, la verdad sea dicha, no poseen la calidad de las obras del padre), es La trilogía de Caladán, cuya parte final se publicó en 2022.

Dune en el cine y la televisión

El director Frank Pavich estrenó en el 2013 el documental Jodorowsky’s Dune, el cual gira en torno a una de las dos películas más grandes jamás realizadas (la segunda es Napoleón de Stanley Kubrick, la cual ya se encuentra en proceso de preproducción y en formato de miniserie con Steven Spielberg como director). En la película de Pavich, el director chileno Alejandro Jodorowsky (El Topo, La montaña sagrada) nos habla de su ambicioso proyecto inspirado en la novela de Herbert, el cual cuenta con un storyboard completo de la película, dibujado por Jean Giraud (el fallecido autor de cómics conocido como Moebius) y con diseños del icónico H.R. Giger. El padre de la psicomagia confiesa haber considerado la participación de Salvador Dalí, Orson Welles, Mick Jagger, Udo Kier y Charlotte Rampling, así como una banda sonora a cargo de Pink Floyd. El sueño de Jodorowsky se iría al traste, pero de acuerdo con él, mucho de lo que se vio más tarde en La Guerra de las Galaxias, Alien y Blade Runner, fue robado descaradamente de su Dune.

Kyle McLachlan y Sting se enfrentan a muerte en Dune de David Lynch
Universal

David Lynch, quien había sido asignado por Lucas para dirigir El regreso del Jedi, la última parte de su primera trilogía fue tentado por el productor Dino De Laurentiis para llevar por fin al cine la novela de Herbert. Lynch aceptó la misión y el resultado fue un proceso tremendamente doloroso para el director, que culminó en un rotundo fracaso crítico y comercial (Lynch manifestó que no quiere saber nada sobre Dune, no porque odie la obra de Herbert o porque dude del talento de su colega Denis Villeneuve, sino por los traumas que sufrió filmando su versión de 1984).    

En una entrevista realizada por Rolling Stone al director canadiense encargado de la nueva versión de Dune, este afirmó que admira a Lynch como director y que confiesa haber visto con agrado su película, aunque no la considera una obra maestra (“amé algunas partes, otras no tanto”). Lo cierto es que, para bien o para mal, su nueva versión le debe mucho a la versión de Lynch. Villeneuve también confiesa que comenzó a ver el primer episodio de las terribles miniseries que se produjeron para el canal SyFy a comienzos del siglo XXI (las cuales incluían a actores de la talla de William Hurt, Susan Sarandon y James McAvoy), pero no quiso proseguir porque sintió que estaban muy lejos de lo que él tenía en mente para su adaptación. Bien por él. 

Austin Butler en Dune: Parte dos
Warner

¿Qué más debemos saber de Dune para disfrutar de las películas de Villeneuve? 

Mucho de lo que plasmó George Lucas en su Guerra de las galaxias (un joven héroe, un planeta desértico con dunas, un imperio malvado, un grupo de rebeldes) procede de la inspiración de Frank Herbert y no al revés. George R.R. Martin, el creador de la saga de Juego de Tronos, también es un gran admirador de Dune (aunque mucha de su inspiración viene de hechos históricos reales, sus “casas” como la Stark, Targaryen y Lannister, están inspiradas en las “casas” Atreides, Harkonnen y Corinno de Dune, y no al revés). 

Las películas de Villeneuve no están basadas en el proyecto de Jodorowsky ni tampoco son un remake de la cinta de Lynch. Ambas cintas constituyen una adaptación del primer libro de Herbert realizada por el autor de dos grandes obras contemporáneas de la ciencia ficción (La llegada y Blade Runner 2049). Villeneuve nos contó que él leyó la novela de Herbert por primera vez cuando tenía unos 12 años y quedó enamorado del libro. Al respecto dijo: “mis dos anteriores películas de ciencia ficción fueron tan solo una preparación para poder asumir el proyecto de Dune”.Asimismo, Villeneuve comentó: “cuando mi secuela de Blade Runner no obtuvo el éxito comercial que se esperaba, creía que mi carrera como director había terminado. Tengo la fortuna de haber realizado mi proyecto soñado. Espero que se vea en las salas de cine (como se debe apreciar), y que su acogida me permita filmar una tercera parte”.