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Noa Sainz y las raíces que construyen el porvenir

La cantautora mexicana habla sobre el proceso de introspección que le dio origen a Isabel LP, su nuevo material discográfico.

Por  KARLA LEÓN

abril 5, 2024

Cortesía Noa Sainz

En 2018, Regina Isabel Vallejo le dio vida a Noa Sainz, uno de los proyectos solistas de R&B y neo soul más destacados de la escena mexicana. Años atrás, mientras estudiaba actuación, encontró en la música un detonante infinito de libertad y plenitud, lo que más tarde le permitió definir la estética de su sonido e impulsar una identidad artística con un gusto particular por contar historias, sin embargo, no fue hasta 2019, tras la producción de No Science EP y MAYDAY! EP, que la cantautora inició un nuevo viaje con Isabel LP, su álbum debut.

“Hace unos días, aún escuchaba el máster, cuestionaba la portada y me contentaba con las decisiones, pero en este momento estoy soltando todo, incluso, una especie de estrés que surgió por este proceso que duró cinco años. Desde entonces, muchas cosas cambiaron, viví situaciones muy duras y muy chidas, pero sabía que tenía que entregar este primer trabajo tal cual lo imaginé. Hoy estoy en otro lugar; me siento lista, abierta y tranquila para recibir todo lo que viene con este álbum”, detalla Noa Sainz a ROLLING STONE en Español.

En Isabel LP, Noa revisitó el pasado para entender el presente y el futuro; al mismo tiempo, evocó sus raíces, su esencia y todo lo que la hace ser, y lo transformó en doce canciones que se desenvuelven en un conjunto de preguntas y respuestas, inquietudes, descubrimientos personales y nuevas perspectivas. “El disco narra todo lo que aprendí durante mi infancia y que no me sirvió ni me sirve ahora”, reflexiona.

Cortesía Noa Sainz

“No tenía un objetivo, solo sabía que quería hablar sobre mi proceso de deconstrucción, así que viajé hasta lo más profundo para entender lo que aprendí, lo que escuché, cómo me criaron y cómo eso afectó mi presente. Hay canciones con historias recientes, pero con problemas que se originaron por todo lo que absorbí de niña. Pienso que este disco es mi graduación de esta era de sanación, y sé que voy a seguir sanando durante toda mi vida, pero esta depuración me ayudó a verbalizar las cosas, a hacerlas casi tangibles”, añade.

Isabel LP se concretó en el estudio, cuando se integraron narrativas en torno a la amistad y el amor romántico, y se develaron sonidos cautivantes, inspirados por el rock progresivo, el jazz, algunos tintes de neo soul y la psicodelia de la década de los años setenta. “Quise apegarme a los sonidos de Pink Floyd, la primera banda que me cambió la vida y, en general, hay algunos experimentos con house, reguetón y vibras muy noventeras”, señala. 

Más allá de una técnica vocal excepcional, enmarcada por las armonías y los melismas característicos de la intérprete; y de arreglos instrumentales hipnotizantes – muchos de ellos a cargo de Wet Baes -, el álbum reluce por una producción compleja que integra, además, spoken words, escritos por María José Jiménez, Muriel Santa Ana, e inspirados por “El Aleph” de Jorge Luis Borges, que nos adentran en una visión profunda de emociones y pensamientos. Así, cada uno de los monólogos, que inicialmente se perciben como una catarsis personal, poco a poco se tornan colectivos.

“Antes de tener detonantes, tuve inspiraciones. Pensé que al hacer música, debía crear algo como lo que me había obsesionado desde el principio; esa música que me hizo sentir, llorar, y que descubrí sola, sin imposiciones. No puedo decir que me identifico por completo con las letras, por ejemplo, lo que se escucha en ‘Azul’ o en ‘Qué Chingados’ es un texto que me escribió María José Jiménez y utiliza un poco de ficción, pero de alguna manera resuena en mí, porque pasé por muchas etapas al hacer el disco”, explica Noa.  

Pronto, la artista sumó a la producción las voces y visiones creativas de Vanessa Zamora, Nsqk, Sofia Thompson, Along y Glass Cristina, quienes establecieron una conexión auténtica al reflejar sus propias sonoridades. “‘Aparecer’, la primera colaboración, se publicó en 2021; la hice con Along, quien me enseñó esas ganas infinitas de hacer música sin importar nada. Luego está ‘Como Antes’, junto a Glass Cristina, y ellos me ayudaron a salir de mi zona de confort para explorar otros ritmos y formas de componer. ‘Barco’ la trabajé con Nsqk, quien se acopla de muchas formas a la música y por eso lo admiro tanto”.

Durante esta búsqueda musical, Noa Sainz compuso temas “personales y profundos”, entre ellos, ‘Victoria’, ‘Sol’ y ‘Castillo de Arena’; y más tarde se adentró en terrenos filosóficos con ‘Voluntad’, o bien, reflexivos con ‘Prendo La Luz – Jazzaton’, un ejercicio melódico que se impuso y se adaptó como una respuesta ante el auge de los géneros urbanos.

“Teníamos desesperación porque en el mundo solo sonaba Bad Bunny, y nosotros queríamos hacer soul y jazz de viejitos. ¡Nadie nos iba a hacer caso!”, cuenta divertida. “Así que mandamos todo al diablo y creamos una pieza de reguetón con nuestro estilo”. En 2021, Noa lanzó una dinámica en TikTok para terminar la letra de la canción, pero la pregunta no fue sencilla: “¿Qué habrías hecho diferente si tú te hubieras criado a ti mismo?”.

“Entonces, la gente comenzó a dar muchas ideas. Anoté todo aquello con lo que resoné, las cosas que yo hubiera hecho diferente, y que incluso mis hermanas habrían hecho diferente; y me reuní con Sofia Thompson, una de mis compositoras favoritas. Ella tiene la cualidad de hacer todo tan fresco y fluido, y pensé que debía trabajar con alguien que pudiera acercarme a la nueva cultura pop”. Tiempo después, se sumó al trabajo de producción Diego Raposo y Jonás, quienes le dieron forma a este experimento con la fuerza rítmica del dembow.

Junto con el álbum, Noa Sainz publicó algunos visuales que, en las próximas semanas, se complementarán para formar un lyric video extenso. “No es una historia lineal, sino el recorrido de una niña que tiene distintas visiones. A veces la niña soy yo, a veces solo está ella sola. En las canciones planteo lo que vi, lo que escuché, con lo que crecí y cómo se derrumbó ese castillo de arena”, dice como referencia a la última canción de Isabel LP, una colaboración junto a Vanessa Zamora.

Yo vivía con palabras prestadas, palabras ajenas. No sabía quién era ni lo que quería, e inicié un camino lleno de entusiasmo; doloroso, accidentado, pero mío”, se escucha en ‘Castillo Arena’. “En ocasiones, a los artistas no les gusta que les digas qué hacer, que te metas con sus ideas, pero Vanessa no. Ella se adaptó a mi historia, pero siempre mantuvo su estilo, porque es grande al hacer música. Hizo suyo algo muy personal”, puntualiza, mientras medita sobre la nueva etapa que llega con Isabel LP.

“Creo que lo que se escuchó de mí al principio fue el resultado de todas las referencias que tenía en ese entonces y que quería escuchar con mi propia voz, incluso, diría que este disco todavía trae esas referencias. Evidentemente, hay una conexión con el sonido, pero también con el sentir y contar lo que canto, porque son mis letras. Ahora, en esta nueva etapa, diría que apenas estoy encontrando mi propia voz y sé que es raro que lo diga porque ya tengo un estilo, pero en estos días estoy tratando de cantar desde otro lugar, quizás con otra ejecución y me emociona lo que puedan escuchar después de este disco”.

Luego de adentrarse en el pasado, para Noa Sainz resulta difícil no mirar hacia el futuro. “Sin duda, Isabel LP habla todo el tiempo de eso”, afirma. “Hablo de que el mundo gira, de cómo los días pasan, de que todo se mueve estés o no estés; te quedes o no te quedes. Le hablo a mi yo del futuro, pero no como un augurio, sino como una apertura para lo que sea que vaya a pasar, porque no estoy definiendo nada.

Estoy abierta al futuro y eso lo plasmé en ‘Lo Que Vendrá’. La misma temporalidad del disco fue así, porque en ocasiones avanzamos tres pasos, retrocedimos cinco, avanzamos otros diez y cambiamos de opinión un millón de veces. Creo que por eso dicen que el proceso de sanación no es lineal, porque vas y vienes en círculos, y luego en líneas”, expone, pero aunque el futuro resulta emocionante, la cantautora se sostiene con el presente y las oportunidades constantes para redescubrir su esencia.

“Tal vez, Noa Sainz es el recipiente que encontré para vaciar una parte de Regina Isabel, y viceversa; es decir, todo lo que es Noa está dentro de Regina”, aclara con curiosidad. Hoy, la música acepta el mundo en el que vive, los nuevos comienzos y la posibilidad de escribir los próximos capítulos de su vida, ante la consideración absoluta de las raíces que le han ayudado a construir el porvenir. “Isabel LP es la tesis y la muestra escénica de mis 25 años de vida, con todo lo que conlleva, y viene mucho más”, concluye.