Marriott Barranquilla te invita a descubrir más de la Puerta de Oro

La cadena hotelera llega a la capital del Atlántico para que sus huéspedes conozcan más de la historia, gastronomía y cultura del Caribe colombiano

Por  ROLLING STONE

octubre 26, 2022

Cortesía Marriott Barranquilla

Barranquilla, el hogar de uno de los carnavales más alegres de América Latina y epicentro industrial de gran importancia histórica en el comercio del país, se renueva para darle la bienvenida a cientos de turistas en cualquier época del año. Allí, en su zona norte y a 40 minutos del aeropuerto Ernesto Cortissoz se encuentra el hotel Marriott, un edificio moderno con sofisticadas instalaciones, listas para recibir a sus visitantes, ofreciéndoles una estadía con los niveles más altos de comodidad.

Después de una noche de descanso profundo en sus cómodas camas tipo King y almohadas tan suaves como para perderse en ellas, el día inicia con un desayuno delicioso en Meira Café (inspirado en la poetisa Meira del Mar) cuyos protagonistas son el preciado grano, el pan fresco y la repostería. También es un lugar de reunión en donde las charlas con amigos o compañeros de trabajo se amenizan con una taza del mejor capuchino.

Cortesía Marriott Barranquilla

Al llegar la hora del almuerzo y la cena, el restaurante Amira, con su un precioso papel tapiz y palmeras que recuerdan la flora del Caribe, cuenta con una carta más especializada que ofrece platos de carnes, pescados y mariscos que se pueden hallar en la costa. Su imperdible es el brunch dominical abierto al público, en donde se pueden disfrutar de los mejores cocteles, postres, ceviches, arepas, frutas, cereales y más para pasar una tarde soleada con los seres queridos.

El edificio posee otras comodidades, como un gimnasio dotado para quienes no abandonan el ejercicio durante sus viajes, una piscina a campo abierto para tomar el sol mientras se relaja con las opciones de alimentos y bebidas del bar, y un lobby cautivador, que sirve a su vez de oficina para el trabajo remoto. Para los miembros de las más altas categorías de Marriott Bonvoy, su M Club es el espacio ideal para trabajar de forma más tranquila y sin mayores distracciones. Pero la experiencia no se detiene allí, ya que el hotel cuenta con una sala más íntima donde puede ser partícipe de una cata de los rones más exquisitos que se producen en la región.

Además de ser sinónimo de descanso y seguridad, Marriott Barranquilla también es la locación perfecta para eventos empresariales y sociales. Su segundo piso cuenta con 1,800 metros cuadrados destinados para eventos, con cinco salones que, con la ayuda de divisiones, pueden llegar a ser ocho. Siguiendo la temática del hotel, cada uno de ellos es un tributo a lugares emblemáticos de la zona como Puerto Colombia, el Malecón, Bocas de Ceniza, la Ciénaga de Mallorquín y Bahía Cupino.

Cortesía Marriott Barranquilla

Conociendo Barranquilla por las aguas del río Magdalena

Gracias a su ubicación estratégica, Marriott Barranquilla está a 15 minutos tanto de las playas de Puerto Colombia como del Río Magdalena, donde se puede navegar en un ferri que pasa por lugares emblemáticos de la zona. Al inicio del recorrido, se aprecia el Gran Malecón del Río, un lugar con espacio para hacer actividad física, murales bellísimos para admirar y una variada oferta gastronómica. Pocos kilómetros más adelante, se encuentra la famosa Aleta del Tiburón, un monumento que por las noches se viste con los colores del equipo que le ha llevado tantas alegrías al pueblo costeño: el Junior de Barranquilla.

A medida que se avanza por el cauce, a lo lejos se ve el gran proyecto Arena del Río, un recinto de eventos que está en proceso de construcción pero que, una vez finalice sus obras en 2025, albergará alrededor de 53 mil personas. Cerca del final del trayecto se encuentra el Puerto, un importante eslabón de la economía colombiana por donde entra y sale gran parte de los productos que consume y exporta el país. Allí llegó hace unas semanas el primer buque en años con cargamento de urea desde Venezuela. Entre champeta, ron y cerveza, el ferri da la vuelta una vez llega al imponente puente Pumarejo, una construcción de 3,2 km de longitud que conecta el departamento del Atlántico con el Magdalena.

Cortesía Fundación La Cueva

Restaurante La Cueva, donde las paredes susurran historias

Antes de regresar al Marriott Barranquilla, la visita al restaurante bar La Cueva es imperdible. Aquel lugar fue catalogado como patrimonio nacional gracias a la historia que cuenta dentro de sus paredes, ya que, entre las décadas de los 50 y 60, fue el punto de tertulia de los grandes escritores, pintores e intelectuales que conformaron el Grupo de Barranquilla: Gabriel García Márquez, Alejandro Obregón, Álvaro Cepeda Samudio, Alfonso Fuenmayor, Orlando ‘Figurita’ Rivera, Cecilia Porras, Feliza Bursztyn, Germán Vargas, y más.

La Cueva ofrece una experiencia única de principio a fin, marcada por las delicias culinarias que el chef Charlie Otero creó para deleitarse con lo mejor de la cocina del Caribe colombiano, eso sí, escuchando de fondo el son, la salsa y los boleros a cargo de los Tamboleros de Macondo. El centro cultural tiene historias que contar en cada uno de sus rincones, con objetos de alto valor histórico y “espantos” que sumergen en el universo literario de Gabo.

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