La Audiencia Nacional de España ha tomado la decisión de enviar a juicio oral a Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), por agresión sexual y coacción a la futbolista Jenni Hermoso.
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El juez Francisco de Jorge, quien emitió el auto, también citó a otros tres funcionarios de la RFEF para responder por el delito de coacciones, pues habrían presionado a la deportista a admitir que el beso sí fue consentido. Estos son: Albert Luque, exdirector deportivo de la selección masculina; Jorge Vilda, exentrenador de la selección femenina; y Rubén Rivera, antiguo responsable de marketing de la Federación. Además, cada uno de los hombres citados a juicio tendrá 24 horas para pagar una fianza de 65,000 euros que puedan corresponder a posibles responsabilidades civiles.
En marzo, se conoció el documento firmado por la teniente fiscal Marta Durántez en el que la Fiscalía pedía una pena de dos años y medio de prisión para el exfuncionario deportivo, al tiempo que una indemnización de 50,000 euros por el cargo de agresión sexual. Para los otros hombres, el ente acusador pide 50,000 euros más —suma que se dividiría entre los tres—, los cuales corresponden al cargo de coacciones.
En la resolución, ante la que no cabe recurso, se ha determinado que el Juzgado Central de lo Penal de la Audiencia Nacional sea el que lleve el caso y se ha dado un plazo de 10 días para que los acusados presenten sus escritos de defensa.
El 20 de agosto de 2023, día de la final del Mundial de Fútbol Femenil de la FIFA, Rubiales besó forzosamente a Hermoso en medio de la celebración por la victoria de la selección de España ante la selección de Inglaterra. A partir de entonces, tanto la futbolista como sus compañeras de equipo y diferentes deportistas de otras disciplinas pidieron que se retirara a Rubiales de la presidencia de la RFEF.
Aunque en un principio el exdirigente se negó a dimitir, en los días siguientes anunció su renuncia y la FIFA inició una investigación en su contra. Inicialmente, el organismo lo suspendió por 90 días de cualquier actividad relacionada con el deporte, pero a finales de octubre aumentó su inhabilidad a tres años.
