Luis Rubiales, el polémico expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, ha sido inhabilitado por la FIFA para participar en el deporte durante tres años. La noticia llega después de que el organismo determinara que el exfuncionario cometió una falta de conducta durante la final del Mundial femenino, cuando besó a una jugadora sin su consentimiento tras el triunfo de España.
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El 20 de agosto, en la final contra Inglaterra que se jugó en Sydney, Australia, Rubiales besó en la boca a la jugadora Jenni Hermoso mientras la Selección de su país celebraba su primera victoria en este campeonato. Poco después, la deportista se pronunció al respecto y recalcó que la acción no fue consensuada: “Quiero aclarar, que tal como se vio en las imágenes, en ningún momento consentí el beso que me propinó y por supuesto, en ningún caso busqué alzar al presidente. No tolero que se ponga en duda mi palabra y mucho menos que se inventen palabras que no he dicho”.
Poco después del incidente la FIFA, el organismo que regula este deporte a nivel mundial, suspendió al hombre “todas las actividades relacionadas con el fútbol a nivel nacional e internacional” durante 90 días. Mientras se determinaba su futuro, miembros de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) pidieron su dimisión del cargo de presidente.
Rubiales emitió una disculpa escueta al día siguiente del suceso, pero no aceptó las peticiones de su renuncia hasta tres semanas después, el 10 de septiembre. “Tras la veloz suspensión realizada por FIFA, más el resto de procedimientos abiertos contra mi persona, es evidente que no podré volver a mi cargo”, declaró en el comunicado publicado en aquel entonces. “Insistir en quedarme a la espera y aferrarme a ello no va a contribuir a nada positivo, ni a la Federación ni al fútbol español”.
A partir de ahora, el también exfutbolista no podrá involucrarse en actividades relacionadas con el fútbol hasta después del Mundial masculino de 2026. La sanción se levantará antes de la siguiente Copa Mundial femenina en 2027.
Además de la inhabilitación, las autoridades españolas iniciaron una investigación penal sobre sus acciones y lo acusaron formalmente de agresión sexual y coacción. Hermoso declaró que Rubiales la presionó para que lo defendiera mientras acumulaba críticas en su contra. El mes pasado, él negó cualquier delito ante un juez que dictó una orden de alejamiento que le prohíbe ponerse en contacto con la jugadora.
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