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Los tipos malos

Un lobo, una serpiente, una piraña, una tarántula y un tiburón, se dedican a la vida criminal, en la nueva película animada de los estudios Dreamworks

Pierre Perifel  

/ Con las voces de Sam Rockwell, Marc Maron, Awkwafina, Craig Robinson, Anthony Ramos, Zazie Beetz, Richard Ayoade

Por  ANDRÉ DIDYME-DÔME

Cortesía de UIP

Los robos y las estafas han sido parte integral de la narrativa cinematográfica. El gran robo al tren, dirigido por Edwin Porter para Edison en 1903, fue la primera película de acción y el primer Western, pero también fue una cinta que giraba en torno a un grupo de delincuentes cuyos planes terminaron saliendo mal, demostrando así que “el crimen no paga”. 

Fue a comienzos de la época de la postguerra que las películas sobre robos y estafas se convirtieron en un género particular, fuertemente influenciadas por el Noir. El público quedaba cautivado al seguir a un grupo de astutos individuos que planeaba meticulosamente un robo audaz, para llevarlo a la práctica y fallar miserablemente en el intento. Estas películas podían ser cómicas, como Los desconocidos de siempre (1958) de Mario Monicelli, o dramáticas como Casta de malditos (1956) de Stanley Kubrick. 

Al primer grupo pertenece Los tipos malos, la nueva cinta animada de los estudios Dreamworks, la cual le debe mucho a Zootopia, el Neo-Noir protagonizado por animales antropomórficos de Disney, y a La gran estafa, la trilogía de películas dirigida por Steven Soderbergh y basada en una cinta original de 1960, protagonizada por el “Rat Pack” (Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis Jr. y Peter Lawford).

En este primer largometraje dirigido por Pierre Perifel (veterano animador de Dreamworks en cintas como Kung Fu Panda, Monstruos contra aliens y El origen de los guardianes) y basado en los exitosos cuentos infantiles de Aaron Blabey, se nos cuentan las aventuras de una banda de delincuentes liderada por un Lobo elegante y seductor (con la voz de Sam Rockwell) y conformada por un grupo de animales con mala fama: Una serpiente con actitud de Max Cady, el criminal que inmortalizó Robert De Niro en Cabo de miedo (Marc Maron); una tarántula hacker (Awkwafina); un tiburón maestro del disfraz, que parece la extensión de Doug Judy, el bribón recurrente de la serie Brooklyn Nine-Nine (Craig Robinson); y una piraña con actitud de John Leguizamo (Anthony Ramos).  

Luego de una divertida secuencia inicial que nos recuerda al clásico Reservoir Dogs de Quentin Tarantino, vemos como el quinteto de delincuentes pretende robar el valioso galardón que va a ser entregado por la ilustre gobernadora Diane Foxington (Zazie Beetz), al Profesor Mermelada (Richard Ayoade de la recordada serie británica The IT Crowd), un distinguido conejillo de indias y miembro ilustre de la comunidad científica. 

Las cosas salen mal y los criminales son capturados. Pero el profesor Mermelada tiene una idea que se convierte en una especie de experimento social, y que consiste en enseñarle a este grupo de ladrones a ser buenos. Como las películas de crimen y estafa están llenas de giros sorpresivos y Los tipos malos no es la excepción, basta con decir que algunos protagonistas no son lo que parecen y, al final, el grupo de delincuentes tendrá que llevar a cabo una nueva y más compleja operación criminal. 

La cinta de Perifel está llena de referentes crípticos (Sam Rockwell interpretó a un estafador en Confesiones de una mente peligrosa, dirigida por George Clooney, quien interpretó a Danny Ocean en La gran estafa de Soderbergh, al Fantástico Señor Zorro en el clásico de Wes Anderson y al ladrón de bancos Jack Foley en Un romance peligroso, también de Soderbergh). 

Asimismo, la animación de esta cinta combina el realismo del 3D con la animación surrealista que encontramos en los Looney Tunes y en los trabajos de Tex Avery (la serpiente posee al mismo tiempo colmillos y dientes humanos, el profesor Mermelada es el único conejillo de indias parlante e inteligente, los protagonistas son animales que viven en un mundo de humanos). 

Estos dos elementos (los chistes y el sentido del absurdo), hacen de esta cinta un producto altamente disfrutable y nos hacen olvidar las dos últimas decepciones de los estudios (la no tan graciosa segunda parte de Un jefe en pañales y la horripilante precuela de Spirit). 

Puede que Los tipos malos no tenga el nivel de las más recientes películas animadas de Disney (Encanto y Red son ya dos clásicos instantáneos), pero los niños y los adultos se divertirán por partes iguales con esta cinta de robos y estafas que, la verdad sea dicha, llega a ser muy superior a esa mediocre y olvidada versión femenina de La gran estafa del 2018. 

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