Lollapalooza Argentina 2023: una tarde de música bajo este sol tremendo

En la jornada más calurosa de la historia del festival, Silvestre y La Naranja, Dante Spinetta y Villano Antillano aportaron la cuota de frescura necesaria

Por  ROLLING STONE

marzo 17, 2023

Luca Mangi

En este viernes 17 de marzo la única desgracia está en el sol. Es la jornada más calurosa de la historia del Lollapalooza en Argentina. Afuera las remeras, activados los distintos gorros (algunos improvisados con algo de tela) y los puestos de hidratación explotados. No es fácil entrarle al reggaetón de Villano Antillano, al indie simpático de Silvestre y La Naranja o al funk de Dante Spinetta.

Una manta para cubrirse del sol abrasador en la primera jornada del Lollapalooza Argentina 2023 (Foto: Lucas Mangi)

Los cuerpos se acuestan en el pasto, que todavía está verde, y ni siquiera la vuelta al mundo que instalaron a un costado del predio se atreve a moverse. Todos guardan energía. Las generaciones más jóvenes del festival (esas que llegan acompañadas por algún mayor) deciden tomar riesgos y correr por las distintas postas que presenta el Hipódromo de San Isidro por fuera de los escenarios. Los canjes que más se ven son las nuevas mochilas que se cierran cuando los cordones se ajustan, prácticas y livianas. Las remeras con el line-up quedarán para la tardecita.

Silvestre y La Naranja y su indie simpático en el Escenario Flow (Foto: Lucas Mangi)

Vestido de púrpura, como su héroe del funk, Dante cambió de escenario por reprogramación y terminó haciendo base en el Flow. El músico siempre tuvo la visión para ser referente de distintas épocas en la música argentina. Canción rap con Illya Kuryaki & The Valderramas (IKV), jefe de la música urbana antes que todos con discos como El apagón (2007) y Puñal (2017) y ahora, de regreso al funk de origen con marca propia a partir de la edición de Mesa dulce (2022).

Dante de púrpura, como mandan los libros del funk (Foto: Gallo Blugüermann)

De las chapas largas a la visera recta, de las cadenas de oro a la nuca rapada. Pese a ese recorrido discográfico Dante se concentró en lo nuevo. Arrancó con “Tango”, “La movie” y “El lado oscuro del corazón” cuando todavía la gente seguía ingresando de a manadas al Hipódromo y el sol rompía contra las nubes que van a estar durante los tres días del festival según el pronóstico de inestabilidad.

Dante ya había estado en Lollapalooza con IKV en 2016, durante la tercera edición del festival. En esa época estaban tocando de lleno Chances (2012) y algo de L.H.O.N. (2016). Acaso para recordar aquel set, decidió versionar “Coolo”. Un poco de funky por aquí y otro poco de funky por allá. Por eso, hacer pie con el sonido de Mesa dulce lo tuvo al guitarrista y compositor bastante cómodo durante todo el show. Tanto que se animó a subir a su hija Vida (lookeada de blanco) a tocar “Olvidalo” e invitó a Trueno para “Sudaka”, en el primero de los cruces memorables de esta primera jornada.

Villano Antillano dio cátedra de reggaetón en el escenario Perry’s (Foto: Lucas Mangi)

La pregunta es: ¿es posible explotar la pista cuando el termómetro supera los treinta grados? Y sí, todo el fuego se hizo presente en el escenario Perry’s. Villano Antillano dio cátedra de reggaetón ante un público que la recibió con euforia y sin parar de bailar a las cuatro de la tarde. Con la prepotencia de su talento, la rapera puertorriqueña dio un set enfocado en el perreo y sus hits. “No soy una chica normal/ Todo’ saben que yo soy una muñeca/ Saco leche con cojone’, normal”, cantó en “Muñeca”, mientras la pista se prendía con abanicos que refrescaban de acá para allá al estilo Locomía.

Además, la artista habló de la lucha feminista transincluyente, la definió como el único feminismo real, fue aclamada por el público y le dedicó “Mujer” a su abuela. La potencia de la letra de la canción: “Soy una mujer llena de poder/ Puedo decidir como puedo defender/Yo puedo matar, pero puedo comprender”, fue el corazón del recital. Hacia el final, el protagonista era el sudor y el público, en su mayoría joven y disidente, pedía agua a los encargados de prevención. Villano Antillano cerró con la Bzrp Music Session #51, sin Bizarrap en el escenario (lo mencionó y le agradeció por el feat.), pero con la locura de la gente que pedía más fuego para terminar de consumirse.

El abanico, el mejor aliado del viernes en el Lollapalooza (Foto: Gallo Blugüermann)

No había valientes ni en las plataformas vip, ni en los balcones al sur o al norte: la potencia del sol no dejaba asomar nadie por allí. Antes de las 18, el público se resguardó de toda sombra. Todavía quedaba demasiado por ver.

Textos de Facundo Arroyo y Ayelén Cisneros

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