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La industria musical es un “club de hombres” donde la misoginia es “endémica”: reporte

Un reciente informe del Comité de Mujeres e Igualdad del Parlamento de Reino Unido expuso las barreras que aún tienen que enfrentar las mujeres dentro de la industria.

Por  ROLLING STONE

febrero 6, 2024

Wendy Wei/Pexels

Es usual que en cada inicio de año las organizaciones que velan por la participación de más mujeres en la industria musical entreguen sus conclusiones de los avances o retrocesos que hubo durante los últimos 12 meses en materia de representación, paridad y más. Esta vez, el Comité de Mujeres e Igualdad del Parlamento de Reino Unido (WEC por sus siglas en inglés) presentó un informe que evidencia cómo la misoginia en la música continúa afectando la carrera de las mujeres.

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Misogyny in Music tiene como propósito principal pedirle al gobierno de Reino Unido que desarrolle leyes que protejan a las músicas y compositoras del acoso sexual pero, a su vez, sus observaciones y sugerencias se extienden a la industria en general.

Si bien el reporte destaca el incremento de la representación de las mujeres en la música, advierte que la misoginia “endémica” de este campo permite que se sigan perpetuando violencias, pagos desiguales, desbalances de poder y discriminación racial. En ese sentido, compara a la industria con un “club de hombres” en donde los casos de acoso y abuso sexual son comunes, pero son pocas las víctimas que se atreven a denunciarlo.

El comité reunió diferentes testimonios de mujeres que aseguran que sus carreras dentro de la industria terminaron como consecuencia de haber denunciado, y aquellas que sí las han conservado han tenido que soportar actos de pasivo agresividad y ser ridiculizadas. “Quienes sí denuncian enfrentan problemas para ser escuchadas o de plano pierden sus empleos como consecuencia de ello”, se lee en el documento de 70 páginas.

Contrario al “argumento” de que los hombres que son acusados de violencias sexuales ven afectadas sus carreras, el estudio señala que la “cultura del silencio” les ha dado una especie de protección. Tanto así que mujeres y víctimas han tenido que compartir espacios como entregas de premios o fiestas con estos abusadores. Esta problemática, dice el WEC, es propiciada por los acuerdos de confidencialidad que con frecuencia son utilizados como un arma para silenciar a las víctimas de violencias basadas en género. “Las mujeres consultadas describieron cómo han sido coaccionadas para firmarlos por compañías que han amenazado con arruinarlas a nivel económico o reputacional de negarse a hacerlo”, sostiene el informe.

Otro de los grandes hallazgos de Misogyny in Music es que aquellas mujeres que desean desempeñar cargos de programación en medios, promoción de artistas o A&R (artists and repertoire), encuentran que estas son áreas aún dominadas por hombres. Por esta razón no son contratadas o no pueden crecer profesionalmente, viéndose obligadas a aceptar puestos en los que son percibidas como “reemplazables”. El documento expone el caso de la actriz pakistaní Nadia Khan, quien afirmó que agentes de A&R en radio le han dicho que “las mujeres artistas no funcionan bien en la radio, por lo tanto, no las vamos a programar”.

En el caso específico de las artistas, el comité advierte que además de ser menospreciadas, estas suelen ser sometidas a un control estricto sobre su apariencia física y es común que tengan que trabajar más duro para que se les reconozcan sus méritos. Esta situación empeora cuando se trata de intérpretes afro pues de acuerdo con Charisse Beaumont, directora ejecutiva de Black Lives in Music, “el 70% de las artistas negras han sentido la necesidad de cambiar algo de su identidad y el 43% lo han hecho para tener más aceptación dentro de la industria”.

Las cantantes afro consultadas por el comité afirmaron que al menos en una ocasión han sido relegadas a un género musical específico en donde también han sido hipersexualizadas. “Hombres me han dicho múltiples veces que solo he sido contratada por mi etnicidad y porque soy mujer. Con el tiempo, esto me ha hecho dudar de mis habilidades como artista”, dice otro testimonio citado en el documento.

Hacia el final del reporte, el WEC recomienda a los actores de la industria musical incrementar las ofertas laborales dirigidas a mujeres para impulsar su participación en áreas en las que los hombres aún son mayoría. Asimismo, sugiere a los sellos discográficos publicar sus estadísticas de diversidad en su repertorio de artistas y formar a sus trabajadores en asuntos de equidad e inclusión, esto con el propósito de combatir el machismo y la misoginia latente en el medio.

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“El potencial creativo y la carrera de las mujeres no deberían verse limitados por la misoginia ‘endémica’ que ha persistido por bastante tiempo dentro de la industria de la música. Nuestro reporte no solo se enfoca en mejorar los mecanismos de protección y denuncia, sino también en la necesidad de hacer reformas estructurales y legislativas”, comentó la directora del comité, Caroline Nokes, en un comunicado que acompaña la publicación. “Sin embargo, un cambio en el comportamiento de los hombres (porque en gran parte son hombres) en la base de la industria musical es lo que se necesita para que mujeres talentosas puedan hacer que sus voces se escuchen y sean reconocidas y recompensadas igualitariamente”.