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Prevenir la violencia de género en las artes y la cultura es posible

Reconocer que nuestra sociedad no solo está permeada, sino que reproduce desigualdades y violencias de género es el primer paso para acabarlas, incluyendo los sectores creativos y culturales

Por  LAURA VÁSQUEZ ROA

marzo 15, 2023

ONU Mujeres

En un mundo que poco a poco se cuestiona las desigualdades que por tanto tiempo se quisieron ignorar, a todos los ámbitos públicos se les presenta ahora una oportunidad para rechazar las situaciones injustas que viven muchas mujeres y personas LGBTIQ+.

El sector cultural no es ajeno a las prácticas machistas. Aunque la creatividad y el arte orienten estos espacios, las historias de acoso, abuso y desigualdad de género no son una rareza. 

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO por sus siglas en inglés), ha alertado desde hace algunos años sobre la necesidad de fomentar políticas para alcanzar la paridad de género en las industrias culturales y creativas. En 2021, el informe Género y creatividad: progresos al borde del precipicio, mostró que las barreras socioeconómicas afectan de manera especial a las mujeres. Un ejemplo de ello son las dificultades en el acceso a herramientas tecnológicas de creación y distribución artística, pues se calcula que hay 250 millones menos de mujeres que de hombres que acceden a Internet.

Desde la década de 1980, el trabajo artístico en el mundo ha crecido. En países como México, entre 2005 y 2016, este crecimiento ha sido de un 16.7%. Según el estudio Las mujeres en el arte y la cultura en México. Análisis y propuestas para el fortalecimiento de sus derechos, en algunos países el mayor crecimiento de este sector está en el empleo artístico femenino. Sin embargo, la discriminación y desventajas para las mujeres que se dedican profesionalmente a las artes se mantienen. El estudio apunta también a que las mujeres en las artes realizan primordialmente trabajos informales, lo que genera falta de certeza laboral en la contratación y la seguridad laboral. 

Una investigación realizada por Killary Lab, un laboratorio cinematográfico con perspectiva de género en Colombia, indica que la participación de las mujeres en creaciones cinematográficas ha sido tres veces menor respecto a la de los hombres, en casi 60 años. Esta misma investigación mostró que, en 1000 proyectos participantes del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico, las mujeres directoras representaron el 25% y las guionistas el 23%. Además, la brecha salarial entre mujeres y hombres en el cine es del 25%.

La necesidad de tener medidas que contrarresten estas brechas, como los presupuestos con enfoque de género, hacen parte de las recomendaciones de organizaciones como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que advierten sobre la importancia de las acciones afirmativas para el logro de la igualdad sustantiva, como el gasto público que favorece el adelanto y autonomía de las mujeres.

Pero no solo se debe trabajar para revertir estas desigualdades, sino para prevenir las violencias de género en estos sectores creativos. Los ambientes de trabajo están permeados por condiciones que afectan la seguridad y el bienestar de las mujeres y personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas. El acoso, intimidación y abuso han sido denunciados con mayor fuerza en los últimos años. Cabe mencionar aquí la situación expuesta en 2022 ante el medio Volcánicas, por colaboradoras y oyentes del sistema de medios públicos colombianos, RTVC. En la denuncia, señalaron a algunos productores, coordinadores y locutores que habrían usado su posición dentro de la entidad para acosar y acercarse a ellas de forma inapropiada.

Son muchas las razones por las cuales es tan importante la llegada de parámetros que creen mejores condiciones de relacionamiento seguro, justo y digno, para todas y todos. En este sentido, la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá ha lanzando una Guía para la prevención de las violencias basadas en género en el sector artístico, cultural y patrimonial de la ciudad que busca atender este problema. 

Cada momento y espacio dentro de los procesos creativos del sector cultural presentan diferentes retos para hablar de estas desigualdades y violencias. La distribución de roles en los proyectos, la formulación y el desarrollo de las iniciativas, la financiación y distribución de recursos de forma equitativa y la activación de protocolos en casos de violencias basadas en género, son algunos de los que se contemplan en la guía. 

Otros aportes del documento incluyen un glosario para profundizar en la comprensión de las Violencias Basadas en Género (VBG), las rutas de atención a seguir en estos casos y unas preguntas clave para identificar las VBG en el sector artístico, creativo, cultural y patrimonial. 

Estas preguntas pueden ser un mapa de ruta para que las entidades y actores involucrados en estos sectores consulten y usen. Algunas de ellas son: ¿Qué conocen los integrantes de tu equipo sobre las diferentes violencias basadas en género? ¿Quiénes hacen parte de los procesos de creación en tu proceso cultural o agrupación? ¿Cómo se dividen las tareas y responsabilidades en el grupo? ¿Quién o quiénes toman las decisiones clave? ¿Hay un reconocimiento económico equitativo en género para las personas que integran tus proyectos?

Más que soluciones únicas, estas preguntas son una puerta de entrada para reflexiones urgentes que cuestionen las formas en que el sector artístico y cultural ha contenido desigualdades y violencias de género, y una gran oportunidad para no repetir el camino andado. Aquí se puede conocer la guía completa.