Las jugadoras de la Selección femenina de fútbol de España no dan el brazo a torcer en su lucha para que Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), sea sancionado por besar sin consentimiento a la jugadora Jenni Hermoso.
Aunque al inicio de la semana pasada se especuló sobre su posible salida, el dirigente deportivo declaró el viernes 25 de agosto durante la Asamblea Extraordinaria de la RFEF que no renunciaría al cargo. En su discurso, que fue calificado de retador y de buscar minimizar la situación, arremetió contra el movimiento feminista, alegando que “el falso feminismo” es “una gran lacra en este país”. Allí mismo fue aplaudido por los asistentes a la conferencia.
“Ya he perdido perdón por el gesto, que me parece muy desafortunado. Y el asunto del beso, que he dicho que es libre, mutuo, que es consentido, pero que igual tengo que pedir disculpas por el contexto en el que se produjo”, sostuvo Rubiales en un punto. “No estoy fuera del mundo y sé que me he equivocado también en eso. Pero, ¿creen que eso es motivo para merecer esta cacería que estoy sufriendo? ¿Es tan grave para que yo me vaya, habiendo hecho la mejor gestión del fútbol español? Pues les voy a decir algo: ¡no voy a dimitir! ¡No voy a dimitir! ¡No voy a dimitir!”.
La RFEF ha defendido a diestra y siniestra a su presidente, e incluso su madre, Ángeles Béjar, ha salido en su defensa, llegando a declararse en huelga de hambre hasta que se resuelva la situación. La mujer se habría encerrado la iglesia de la Divina Pastora de Motril en la mañana del lunes 28 de agosto, tildando el caso de una “cacería, inhumana y sangrienta que están haciendo con mi hijo con algo que no se merece”.
La respuesta de Jenni Hermoso
A pesar de que Rubiales aseguró en repetidas ocasiones que el acto fue consentido, la jugadora Hermoso publicó un comunicado en el que afirmó que las declaraciones de Rubiales son falsas y hacen “parte de la cultura manipuladora que él mismo ha generado”. En otro momento de la alocución, el exfutbolista relató que ambos sostuvieron una conversación en la que él le preguntó, “¿un piquito?”, a lo que ella habría respondido, “vale”. Sin embargo, la deportista sostuvo que dicha charla nunca existió y que el acto no fue de su agrado, como ya lo había hecho saber durante una transmisión en vivo tras el triunfo.
“La situación me provocó un shock por el contexto de celebración, y con el paso del tiempo y tras profundizar un poco más en esas primeras sensaciones, siento la necesidad de denunciar ese hecho ya que considero que ninguna persona, en ningún ámbito laboral, deportivo o social debe ser víctima de este tipo de comportamientos no consentidos”, escribió. “Sencillamente, no fui respetada”. El consentimiento debe ser informado, específico, dado libremente y con convencimiento, al tiempo que es reversible en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia.
Hermoso sostuvo que desde el inicio dejó claro que no diría nada al respecto para evitar quitarle protagonismo a la victoria de la Selección española, pero aun así se ha sentido presionada por la RFEF para dar una declaración que “pudiera justificar el acto”. Enseguida, aseveró que el manejo que le ha dado la Federación a la situación se une a “una larga lista de situaciones que las jugadoras” han denunciado en los últimos años, siendo esta “la gota que colma el vaso”.
Al final del documento, informó que no volvería a jugar ningún partido con el equipo nacional hasta que exista un cambio en las directivas de la RFEF. La decisión fue respaldada por el sindicado de mujeres futbolistas que compiten en España, FutPro, organización que emitió un comunicado pidiendo cambios estructurales que garanticen un buen ambiente dentro del fútbol femenino del país. También, declaró que absolutamente ninguna de las jugadoras que hacen parte de la Selección femenina de fútbol de España volverá a participar en ninguna convocatoria si “continúan los actuales dirigentes”.
Deportistas de esta y otras disciplinas han extendido su apoyo a Hermoso y sus compañeras de equipo, quienes han promovido la campaña Se Acabó. Alex Morgan, delantera de San Diego Wave, se mostró disgustada con las acciones de Luis Rubiales, lamentando que una celebración de tal magnitud se haya visto opacada por “la agresión, misoginia y fallas de la federación española”. Por su parte, la sueca Kosovare Asllani, quien juega para AC Milan, escribió en su cuenta de X que el reciente Mundial Femenino expuso “la cantidad de abusadores sexuales que están a cargo del fútbol femenino”.
Entre las amenazas de acciones legales, la FIFA sanciona y la Fiscalía investiga
La Real Federación Española de Fútbol respondió inmediatamente al comunicado de la FutPro, anunciando que presentaría las acciones legales que correspondan “en defensa de la honorabilidad” de su presidente. Ante la afirmación en la que Hermoso recalca que no consintió el beso y que “en ningún caso” buscó “alzar” a Rubiales, el organismo comentó que “las opiniones se contrarrestan con hechos y con pruebas y las mentiras se rebaten en los juzgados”. A continuación, adjuntó una serie de fotos como “pruebas” de que la jugadora sí había levantado del suelo al directivo, sin embargo, dichas fotografías no excusan el hecho de que el beso no fue consensuado.
La RFEF también amenazó con demostrar “cada una de las mentiras que se difundan” y a pesar de que aseguró respetar la decisión de las futbolistas de no participar en partidos de la selección, alegó que de ser convocadas, tienen la “obligación” de jugar.
Entretanto, el sábado 26 de agosto, la FIFA anunció la suspensión del dirigente deportivo por un periodo inicial de 90 días, y también les ordenó al hombre y a la RFEF abstenerse de contactar, ya sea personalmente o a través de terceros, con Hermoso y su entorno cercano. Las medidas comenzaron a regir de inmediato y se mantendrán de manera provisional en tanto la Comisión Disciplinaria de la FIFA da el veredicto final del proceso disciplinario que inició en contra de Rubiales.
El mismo día en el que se conoció la sanción, algunos miembros del cuerpo técnico de la Selección Femenina de Fútbol de España condenaron el infame beso y reiteraron su apoyo a las jugadoras, poniendo sus cargos a disposición de la Federación. Además, revelaron que varias de las trabajadoras del staff fueron obligadas a sentarse en primera fila el día de la Asamblea Extraordinaria, haciendo parecer que estas secundaban las declaraciones del presidente.
A las amenazas de batallas legales y la cantidad de comunicados que han surgido en tres días, se les sumó una novedad por parte de la Fiscalía de la Audiencia Nacional (AN), la cual compartió su decisión de abrir diligencias de investigación pre-procesal sobre Rubiales. Según Europa Press, la Fiscalía General del Estado y la Fiscalía Provincial de Madrid habrían remitido a la AN diferentes denuncias contra el exfutbolista por su acción del 20 de agosto.
Luego de estudiarlas, el órgano determinó que, dadas las declaraciones de Hermoso, el beso podría constituir un delito de agresión sexual, por lo que le ha extendido la invitación a la jugadora para que contacte con el Ministerio Público y pueda conocer “sus derechos como víctima”.