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El universo de pablopablo

Hablamos con una de las grandes promesas de la música en España sobre sus inicios, su trabajo con C. Tangana, su colaboración con Guitarricadelafuente, su interés por Matty Healy como artista, su próximo álbum debut y más.

Por  PABLO MONROY

junio 14, 2024

Cortesía Pablopablo

Pablo Drexler lleva el talento en la sangre, es hijo del cantautor uruguayo Jorge Drexler y la intérprete española Ana Laan, pero lejos de estar bajo la sombra de sus padres, pablopablo, como se hace llamar artísticamente, ha puesto en marcha su propio proyecto, que fusiona las influencias de su linaje con una visión fresca para la escena alternativa de España.

Nacido en San Lorenzo del Escorial, pablopablo estaba destinado a seguir el camino de la música, no solo por su entorno, sino por su habilidad natural en la composición como en la interpretación desde muy temprana edad. “Quizás mi privilegio más grande es tener una familia a la que no tengo que explicarle que quiero ser músico. Un padre normal te dice: ‘Estudia una carrera, asegúrate algo’. Para los míos nunca ha sido problema”, confesó atrás en 2022 para Neo2.

Después de formarse en el colegio integrado de música y danza General Padre Antonio Soler, el español se trasladó a Londres para perseguir sus sueños y formalizar sus estudios en Composición y Música Electrónica en el Guildhall School of Music & Drama. 

Su paso por Londres lo nutrió de una diversidad cultural que hasta el sol de hoy influye profundamente en su arte. Incluso, la ciudad lo ayudó a desarrollar su fluidez en el inglés y a incorporar una amplia gama de influencias musicales, combinando elementos de la tradición hispana con la vanguardia electrónica y el pop. 

Recientemente pablopablo lanzó ‘Mi culpa’, un tema que pertenece a su próximo álbum que él mismo califica como su debut.

Naces en una familia muy musical, empiezas a componer desde los 14, ¿cómo fueron esos inicios y qué referentes tenías?

La verdad fue cambiando tanto. Cuando tenía ocho años ya estaba inundado de cosas como Green Day o Marilyn Manson, me encantaban a esa edad. Luego entré a una época como de Eminem con 12 años, luego Nirvana, Radiohead, Elliott Smith y Bon Iver. Recuerdo siempre tener como una obsesión con el proyecto de alguien; mi vida ha sido así hasta ahora, siempre estoy obsesionado con una cosa. Cuando empecé a terminar canciones cuando tenía como 14 o 15 años, ahí junto me pillaba muy obsesionado con Elliott Smith y Bon Iver, es lo que más escuchaba. Era todo como canciones con guitarras súper suaves. Ellos eran mis referentes principales. Empecé a querer grabar cosas,  entonces yo trabajaba y todo lo que ahorraba era para instrumentos; me compré una batería malísima y me compré un bajo malísimo, entonces en mi habitación iba grabando cosas y tenía un SoundCloud ahí que no fue a ningún lado. Por suerte hice un montón de canciones en esa época.

Tu música y tu voz transmiten mucha emoción, algo similar a un artista con el que acabas de colaborar, Guitarricadelafuente, ¿cómo has ido definiendo este sonido?

Ha sido todo un viaje. He leído mucho por ahí que dicen que lo que escuchas cuando eres adolescente al final es lo que te queda para toda la vida, es la música a la que vas a volver. Yo siento que he dado muchas vueltas y ahora me noto mucho en el momento de volver a ese momento de una guitarra y una habitación por la noche, calladito para no molestar. Y sí, eran cosas que nos unieron mucho a Álvaro y a mí, como que él tiene esa afinidad por Bon Iver que me encanta, me encanta por donde la saca él. Sí, como que tenemos mucho en común. 

Me imagino que la colaboración con Guitarricadelafuente se dio de manera muy orgánica, ¿cómo fue?

Sí, yo tenía esta idea en un principio, como los acordes y la melodía, como una primera idea. Estábamos trabajando en música de él, yo escribiendo para él, de repente en un descanso se fue por un café y yo estaba tocando esta idea, cuando volvió me preguntó que qué era eso, yo dije que sólo era una idea. Empezamos a escribir sobre eso y surgió como la cosa de cantarlo como un canon, como que las melodías necesitaban que fueran dos personas. De repente salió y fue guay que tuviéramos la canción. Fue muy bonito y fue rápido, en una tarde. Me gusta mucho de esa canción que cuando colaboran dos personas, en lo general cada quien escribe su verso, pero aquí cada palabra era de uno, yo decía una palabra y él otra, era súper colaborativo hasta en cada palabra, eso me pareció súper curioso. Fue una manera muy curiosa de escribir y me gustó mucho.

Eres español de padre uruguayo que vive o ha vivido en Londres, ¿crees que eso ha hecho una mezcla interesante en tu música?

Sí, yo creo que sí. En mi familia realmente todos son como ciudadanos del mundo en el sentido más puro de la palabra, o sea son todos de todas partes. En la familia de mi madre, mi abuela era holandesa criada en Estados Unidos; de la parte de mi padre, una era uruguaya, bueno, de de origen español, y un judío alemán criado en Uruguay; como que toda la gente era de todos lados. Yo me encuentro en la vida un poco como ellos, viendo en varios sitios, un poco como flotando. He vivido en Londres hace un montón de años, y actualmente vivo como entre Madrid y Londres. Yo creo que sí tiene una influencia en la música, seguro. Un objetivo que tengo yo, que lo consiga o no ya es otra cosa, es no sonar a ningún lado particularmente, como tener una cosa que es vivir en la puerta de embarque, como que estás ahí pero no en un país, o sea estás flotando sin pasaporte, es algo que me gusta. Cuando alguien consigue esto me parece guay, me gusta que no lo puedas localizar, que digas realmente no sé dónde está esto.

Mencionaste hace poco a Matty Healey, líder de The 1975, como referente, ¿qué te llama la atención de él como artista? 

Me llamó la atención sobre todo sus letras, aparte de que la música es increíble y que es un tremendo showman. Me gustó mucho la manera que tiene de escribir, me parece increíble, me recuerda mucho a Leonard Cohen, como la manera que tiene de mezclar el humor con lo súper profundo, lo súper triste con lo gracioso, es como una mezcla, es buena poesía. La buena poesía no es algo complejo, no es inaccesible y raro, realmente es algo muy mundano del día a día pero que te emociona, yo creo que a él se le da muy bien. Yo creo que a Leonard también se le daba bien, les veo muy relacionados. Leonard Cohen tiene una cosa que empezaba muchas canciones diciendo algo que es como un fracaso, tiene estas frases de empezar una canción ya diciendo que no hay algo que puedas hacer, Matty Healey también tiene esto.  Healey arranca con un statement que implica un error total, como que nada va a salir bien pero nos reímos de eso, a mí me gustó mucho por eso.

Fuiste parte de la icónica, pero caótica, gira Sin cantar ni afinar, de C, Tangana ¿qué experiencias o reflexiones importantes te dejó sumarte a esa gira? 

Sí, totalmente. De las cosas que más aprendí fue la ética de trabajo, es muy inspiradora y motivacional. Se trató de no ignorar y perseguir todas las paranoias que tengas, creo que así trabaja Pucho, se lanza en todas las direcciones que le surjan y eso es muy positivo, es muy inspirador. También aprendí durante todo un año a ver esta estética y la función que tenían sus canciones, que funcionaban como si fuesen canciones de karaoke de alguna manera. Por un lado está la canción grabada y te la pones en Spotify, pero a su vez, exactamente, y de la misma manera, está la canción de partitura que la tocamos en vivo, todo un estadio la canta porque se la sabe, es como sing along, son como canciones de karaoke que todo mundo se sabe. Esto puede pasar con mucha música, pero hay algo de su disco que es la definición más precisa de lo que es, son canciones que cobran vida cuando las cantan muchísima gente juntas, como que está hecho para eso. Todos los twist poéticos que tiene, todos los trucos que usa, los momentos, todo esto tiene que ver con mucha gente cantando. Son accesibles para todo el mundo, pero dentro de esos juegan a tener profundidad, a tener algo de ironía, a tener como un twist, eso a mí me inspiró, eso me cambió la manera de escribir, me influenció muchísimo eso.

Describes la experiencia como muy tranquila y amigable, pero se ve la parte mucho más dramática de la gira en el documental Esta ambición desmedida. ¿Cómo fue la experiencia de vivirla y después ver la otra perspectiva en la cinta?

Era una gira tan bien organizada en mi opinión, tú no te llevabas los problemas a tu alrededor, tú ibas en tu lidiando con los problemas que tenías que lidiar pero no te mojaba de los problemas de alrededor. A mí me pareció súper sencillo, te guiaban muy bien, tú hacías tu trabajo y ya está. Luego ves el documental y dices claro, es que había un montón de cosas que en su momento no veía, como si llueve en Santo Domingo y se jode todo el material, yo al final me enteré. Pasaron muchas cosas que yo las vi en el documental, no las había percibido tanto en persona.

Yo pensaba que Pablopablo era tu álbum debut, pero tú lo ves más como un mixtape, ¿cierto? ¿Se acerca tu álbum debut? 

Sí, para mí es más como un mixtape, el típico que haces para empezar. El álbum debut es el que viene ahora. Pasa que a veces siento que empecé como muy raro, o sea yo tenía como entre ceja y ceja el tiene que ser un álbum, y ahora mirando atrás pues un mixtape, pero con muchas canciones. Mirando atrás me digo que a lo mejor lo hubiera hecho más corto. Aprendí tanto lo que quería cambiar y lo que quería hacer mejor, que hubiera preferido hacer un EP y ya está, pero bueno, me parece bien. 

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