El mercado de los discos de vinilo sigue creciendo año a año, superando en ventas a los CD y obteniendo cifras inéditas en plena era del streaming. Sin embargo, un dato que se desprende del último reporte de Luminate Data (antes conocido como MRC Data), llama la atención: sólo la mitad de los que compran discos de vinilo tienen bandeja para reproducirlos.
El informe fue realizado en Estados Unidos y Canadá, y consignó que Midnigts (2022), de Taylor Swift, fue el vinilo más vendido del último año en esa región, con 945.000 copias. Pero eso no es todo: uno de cada 25 discos de vinilo vendidos fue de la popular cantante de Pensilvania.
El caso de éxito de Swift sirve para entender mucho mejor el hecho de que el 50 por ciento de los compradores de vinilo no cuenten con un sistema para poder escucharlos, algo por demás curioso. Primero hay que aclarar que la mayoría de los oyentes de la cantante pertenecen a la llamada Generación Z (personas nacidas entre 1996 y 2012), una franja etaria que está cambiando las reglas de juego.
Según el informe, los oyentes de música de la Generación Z tienen un 27% más de probabilidades de comprar discos de vinilo en comparación con el oyente de música promedio. En otras palabras, están dispuestos a gastar dinero para apoyar a sus artistas favoritos y, mensualmente, invierten un 18% más de dinero en música que el oyente promedio en Estados Unidos.
Estos hábitos de consumo son los que impulsaron las ventas vinilos de artistas como Harry Styles y la propia Taylor Swift durante 2022, destacó el informe. Todo parece indicar que, cuando se trata de una devoción como la que generan estos artistas, no importa si hay bandeja en casa, lo importante es tener el objeto que lanzó el ídolo, no importa cuál sea.
De hecho, los oyentes de la Generación Z coincidieron en que desean que sus artistas favoritos ofrezcan más merchandising para poder demostrarles su apoyo. Además, son los que pasan un 21% más de tiempo a la semana en relación con la música que los oyentes de cualquier otra generación.