La carrera de Natalia Lafourcade es tan larga y diversa que es difícil clasificarla en un solo género. Desde su debut hace 20 años, la cantante ha pasado por el pop, el rock, el folk, el indie y el regional mexicano. Ha tenido éxito como integrante de una banda, como solista cantautora e incluso con un álbum tributo a Agustín Lara.
Después de una serie de álbumes empezada en 2017 que mezclaban canciones originales, reinterpretaciones de obras propias y tributos a clásicos del folclore latinoamericano, Lafourcade ha lanzado este año el primer álbum completamente inédito desde su icónico Hasta la Raíz de 2015.
Este artículo es un recorrido por su premiada discografía como solista para entender cómo llegamos al reciente De Todas las Flores.
Natalia Lafourcade (2002)
El primer álbum de Natalia Lafourcade fue también su primer álbum platino. Marcando el inicio de una exitosa carrera de más de 20 años, el debut homónimo de la multiinstrumentista mezcla géneros como el pop, el rock y el bossa nova.
Su sencillo estrella ‘En el 2000’ sigue siendo un himno divertido en la discografía de Lafourcade. Pero a pesar de lo distinto que puede parecer este álbum si uno se fija únicamente en sus cortes más conocidos, hay otras canciones más tranquilas que ya nos dejaban ver el talento de Lafourcade como una cantautora más introspectiva.
Entre estas se encuentran ‘Elefantes’, cuya versión acústica podría encajar sin mucho problema en alguno de los álbumes que lanzaría la cantante una década después.
Casa (con la Forquetina) (2005)
Tras el éxito de su álbum debut, Natalia formó una banda llamada La Forquetina. Y volvió a la cima. El único disco de estudio que sacaron, Casa, se posicionó en el lugar #1 en las listas en México, además de ser premiado en los Grammy Latino.
El álbum tiene en ciertas partes un sonido parecido al del debut, como puede notarse en el pop rock de ‘Ser Humano’, pero también hay otras con toques más latinos, como el cover que hicieron de ‘Piel canela’.
A pesar de haber tenido una corta duración, la exploración sónica en la que se embarcó Lafourcade para este disco tendría un impacto evidente en sus intereses futuros como solista.
Hu Hu Hu (2009)
A pesar de ser apenas el segundo álbum que lanzó Lafourcade como solista, la cantidad de cosas y tiempo que pasaron entre el anterior y este lo hacen sumamente diferente.
Entre su debut homónimo y el álbum subsecuente, la cantante formaría una banda y pasaría tiempo en Canadá, donde sería influenciada por estilos musicales de todo el mundo.
El resultado es Hu Hu Hu, un disco con cortes más experimentales sin carecer de éxitos pop. En esta última categoría destacan la inicial ‘Cursis melodías’ y ‘Ella es bonita’. Además de los diferentes géneros que explora la cantante en este disco, otra evidente consecuencia de su experiencia internacional es el incluir, por primera y última vez en su discografía, canciones completamente en inglés en un álbum.
Pero más allá de la experimentación y las anomalías, este título también fue el inicio de otras cosas que veríamos posteriormente en su discografía. Una de ellas es la colaboración Meme de Café Tacvba, alianza que se extendería por muchos años y discos más.
Mujer Divina – Homenaje a Agustín Lara (2013)
Este es probablemente el disco a señalar como el inicio de la Natalia Lafourcade actual. Aunque en su momento igual tuvo mucho éxito –fue el segundo disco de platino de la cantante—, el fenómeno que fueron los álbumes siguientes ha causado que la gente los señale como el génesis de su identidad sonora.
Pero ¿no fue con Mujer Divina que Lafourcade empezó su tributo a la música y el folclore latinoamericano de una manera más abierta y directa? ¿Habrían llegado a nosotros canciones como ‘Mi Tierra Veracruzana’ y ‘Soledad y el Mar’, si la autora no se hubiera adentrado tanto en la música de Agustín Lara?
Además, en este álbum la veracruzana colaboró con un artista diferente en cada canción. Compartió créditos con cantantes como Miguel Bosé, León Larregui y Vicentico. Desde entonces, ha tenido muy buenas colaboraciones, ya sea trabajando extensivamente en proyectos, como lo haría posteriormente con Los Macorinos o Los Cojolites, o en ocasiones puntuales pero exitosas, como con Carlos Rivera o Mon Laferte.
Hasta la Raíz (2015)
El disco insignia de la cantante. A pesar de que ya era una artista bastante conocida a mediados de la década pasada, Hasta la Raíz marcó un antes y un después en su carrera.
Para este álbum, Lafourcade optó por una estética más folk, aunque eso no evitó que se convirtiera en un éxito rotundo. De hecho, este álbum sigue siendo hasta la fecha el más escuchado de toda su discografía, llegando incluso a recibir una certificación de diamante este año.
En Hasta la Raíz se encuentran clásicos como su sencillo homónimo, ‘Nunca Es Suficiente’ y ‘Lo Que Construimos’, las cuales han sido reinterpretadas por la misma Lafourcade desde entonces en versiones muy distintas.
En un giro de 180º respecto al anterior, para este álbum Lafourcade escribió todas las canciones. Eso no quiere decir, sin embargo, que se haya alejado del legado de la música mexicana. Tanto en la música como en la letra, la canción de la que sale el título del disco es precisamente una carta de amor al país en el que nació y creció. Y este sentimiento no haría más que aumentar en sus próximos proyectos.
Musas (2017 y 2018)
En ambos volúmenes de Musas, lanzados con un año de separación entre ellos, Natalia Lafourcade interpreta canciones originales y tributos; sola y con invitados; sobre su tierra y sobre su alma.
Acompañada de los Macorinos, guitarristas que acompañaron a artistas como la legendaria Chavela Vargas, Lafourcade reinterpreta en estos discos canciones famosas en las voces de figuras como la misma Vargas, Luis Miguel y Lola Beltrán.
Las canciones originales no pasan desapercibidas —algunas de ellas son de las mejores de su discografía— , pero esta colección es recordada porque los tributos que se incluyen posicionaron a Lafourcade como una de las cantantes de música regional mexicana más importantes de la época.
Un canto por México (2020 y 2021)
En este par de álbumes, Lafourcade combina todo. Explora aún más clásicos de la música popular latinoamericana y escribe unas cuantas canciones nuevas, pero lo especialmente interesante es la serie de reinterpretaciones que hace a otros títulos que ya había grabado previamente, sean estos de su autoría o tributos.
El primer volumen de este álbum doble, por ejemplo, contiene la mejor versión de ‘Hasta la Raíz’, acompañada de un acordeón que enriquece la canción; el segundo, una colaboración espectacular con Silvana Estrada y Ely Guerra en un nuevo tributo a ‘La Llorona’.
En Un canto por México se oye a una Natalia Lafourcade más cómoda y segura que nunca con los sonidos de la música mexicana. Tanto en las piezas nuevas como en las reinterpretaciones, queda muy clara la identidad sonora de Lafourcade.
Analizar la carrera de Natalia Lafourcade es echarse un clavado a la música mexicana. No solamente por el esfuerzo que ha hecho por honrar sus raíces, sino también por lo extensa que es ya su discografía.
Se trata de una carrera que nos habla sobre lo que sucedía en la escena musical mexicana en cada una de las épocas en las que participó. Desde el pop rock a inicios del siglo hasta la incursión actual de artistas más pop en la música regional mexicana, los álbumes de Lafourcade funcionan como brújula para entender la industria.
Queda ver, con el paso de los años, qué tendencias iniciará su reciente De Todas las Flores.
