La Corte Suprema de Brasil reconoció los actos de homofobia y transfobia como delitos equivalentes a la injuria racial. En 2019, el tribunal ya había tipificado ambos tipos de discriminación como crímenes similares al racismo cuyas penas podían llegar hasta los cinco años en prisión.
Te puede interesar: La violencia policial contra las mujeres y personas LGBTI
Aunque la decisión fue celebrada hace cuatro años, por la misma clasificación del delito, en la práctica los castigos únicamente aplicaban cuando se trataba de una ofensa hacia la población LGBTIQ+ como un conjunto, abriendo campo para la impunidad. La diferencia radica en que mientras los delitos de racismo en Brasil castigan actos discriminatorios contra todo un grupo poblacional, aquellos con la distinción de injuria racial lo hacen cuando van dirigidos hacia personas en específico.
La Asociación Brasilera de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Travestis, Transexuales e Intersex (ABGLT) expuso el caso ante la Corte y, tras estudiar la petición, los magistrados sometieron a votación la nueva disposición, la cual fue aprobada por nueve votos contra uno. De este modo, quien incurra en crímenes discriminatorios en contra de personas homosexuales y/o transexuales en el país suramericano, podría pasar un tiempo en la cárcel.
Edson Fachin, uno de los miembros votantes, declaró que la resolución era un “imperativo constitucional” para garantizar la protección a las víctimas de homofobia y transfobia. El magistrado también sostuvo que la interpretación que le dieron los jueces al delito desde que fue reconocido en 2019, iba “en contra de todo el sistema constitucional”.
Históricamente, Brasil ha sido uno de los países de América Latina con más índices de violencia contra la población LGBTIQ+, escenario que, de acuerdo con la Asociación Nacional de Travestis y Transexuales (ANTRA), empeoró durante el gobierno de Jair Bolsonaro. En su informe de Asesinatos de Personas Trans en el país, la organización registró 131 muertes violentas en 2022, la más joven de ellas tenía tan solo 15 años.