El sábado pasado Skay Beilinson ofreció un concierto junto a Los Fakires en el Estadio Centenario de Quilmes, en el mismo predio donde se había presentado en febrero del año pasado. El guitarrista y cantante le dedicó el show al periodista y escritor Enrique Symns, que se había desempeñado como monologuista de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota en los años 80 y que falleció hace unos días.
Casi al final del concierto, mientras cantaba “Todo un palo”, uno de los pocos himnos ricoteros que incluyó el set list (además del medley entre “El pibe de los astilleros” y “Nuestro amo juega al esclavo”, “Criminal Mambo” y “Ji ji ji”), sorprendió a la multitud cuando evocó al cantante de los Redondos, el Indio Solari, su ex socio creativo. “Un saludo a mi querido hermano Indio”, dijo Skay, en medio del estribillo. Un gesto que, después de más de dos décadas de distanciamiento y peleas mediáticas, abre las esperanzas no ya de una reunión de la banda (es sabido que el Indio anunció su retiro de los escenarios), pero al menos de una reconciliación, pública o íntima, de los líderes (junto a la Negra Poli, manager histórica e ingeniera psíquica) de la banda que constituyó uno de los fenómenos populares más importantes de la cultura argentina en el siglo XX. ¿Le habrá llegado el mensaje al Indio Solari?
— 𝘚𝘦𝘥 𝘷𝘪ñ𝘢⭐⭐⭐ (@BoggartBlue) March 27, 2023
