Descubrí a girl in red, la cantante noruega que giró con Taylor Swift y está lista para pasar al frente

Con 25 años y dos álbumes en su haber —el último, editado hace menos de un mes—, girl in red es la nueva gran promesa del bedroom pop

Por  BRENNA EHRLICH

mayo 7, 2024

girl in red acaba de editar su segundo disco, 'I'm doing it again baby!'

Foto: Thea Traff

Marie Ulven no es una persona tranquila. Durante el almuerzo en un elegante lugar de Nueva York, repleto de mujeres con ropa deportiva negra de aspecto caro, pasa de imitar la flexión del brazo de Taylor Swift en “The Man” —movimiento que conoce bien después de abrir varios shows para Taylor— a tomarse el pecho para recuperar el aliento. “Estoy tratando de manejar la ansiedad —dice—. En este momento me duele mucho el corazón”.

Ulven no está sufriendo un infarto, gracias a Dios. A veces, la artista noruega conocida como girl in red puede sentirse un poco abrumada. Y con razón. Hoy, nadie en este elegante restaurante reconoce a la joven con suéter azul de Ralph Lauren y gorra de los Dodgers, pero con una gira de estadios junto a Swift en su haber y un nuevo disco, I’m Doing It Again Baby!, eso podría estar a punto de cambiar. Como me dice su director creativo y viejo amigo Isak Jenssen: “Alterna entre ser la persona más segura que conozco y ser muy insegura. En un momento, no pensó que tuviera gran potencial, como Taylor o Billie. Pero creo que ahora se da cuenta de que sí”.

Ulven, 25 años, residente en Oslo, casi siempre se tomó la música en serio; trabaja duro, como las superestrellas mencionadas. Comenzó a componer canciones a los ocho años, a tocar la guitarra a los 14 y produce su propia música desde hace una década. Después de subir a YouTube su primera canción, la triste y dulce “I Wanna Be Your Girlfriend”, en 2018, las cosas empezaron a moverse muy rápido.

Lanzó dos EP en 2018 y 2019, seguidos de su álbum debut, If I Could Make It Go Quiet, en 2021. Una sesión de terapia pop que tenía de todo, desde pensamientos intrusivos macabros hasta la indignidad de ser sólo un desahogo sexual, el LP consolidó a Ulven en el canon de chicas raras que incluye a Olivia Rodrigo y Gayle.

Si tres años parece mucho tiempo entre álbumes para un artista en ciernes, Ulven no sólo está de acuerdo con esa percepción, sino que ya está preocupada por todo lo que aún no ha hecho: encabezar sus propias giras por estadios, comprarse un pied-à-terre en Los Ángeles y, oh Dios, cumplir 30.

“Necesito aprender a oler las malditas rosas”, dice, debatiendo si comerse su ensalada César con las manos —las hojas grandes son difíciles de agarrar—, o usar el tenedor. Al optar por lo primero, agrega: “Vi este TikTok sobre cómo los humanos somos la única especie en el planeta que nunca está satisfecha. Nos fijamos una meta y la perseguimos. Y cuando lo logramos, pensamos: ‘¿Qué sigue?’ Hay algo muy deprimente en eso”.

Girl in Red es el nombre artístico de la cantante noruega Marie Ulven Ringheim. (Foto: Thea Traff)

Al final, Ulven regresó al estudio cuando estuvo lista, cuando ya se había saciado de experiencias para volcar en su música. “Me inspiran el papel, las carpetas, las tipografías y la luz”, dice mientras hace crujir un crouton. “Me inspiran los espressos, los viajes y los trenes. Me inspiran los camareros elegantes. Cuando te sirven el vino correctamente y te dejan olerlo primero. Me inspira absolutamente todo”.

Una gran inspiración por estos días es su novia, a la que Ulven conoció en un bar de Oslo en 2021, después de decidir simplemente decirle sí a la vida en lugar de esconderse en el sofá. La noche que se conocieron, dice Ulven, culminó en la playa, donde pasaron el rato bajo las estrellas con su perro.

Antes de conocer a mi novia, estaba convencida de no ser digna de ser amada y me odiaba a mí misma”, dice. “Nunca me di cuenta de que odiarte a vos mismo realmente logra desanimarte”. Esa experiencia está inmortalizada en su nuevo álbum con el deslumbrante “A Night to Remember”, repleto de teclas exuberantes que revolotean como tu corazón cuando empezás a enamorarte.

Como de costumbre, Ulven toca casi todos los instrumentos del disco grabado en varios estudios europeos y en su departamento de Oslo. Pero esta vez, su marca distintiva de bedroom-pop está más pulida, hasta alcanzar un brillo que a ella le preocupa un poco que no les guste a los fans. “Me siento como si fuera una persona completamente diferente”, dice. “Así que, para mí, la música de este álbum no suena tan diferente de lo que hice antes. Suena exactamente a lo que haría ahora mismo”.

El álbum zigzaguea entre altibajos. El inicial “I’m Back” aparece casi tímidamente, con Ulven proclamando: “Estoy de vuelta, me siento yo misma/ Me fui por un minuto/ Porque fui a buscar ayuda”. El cambio se activa con “Doing It Again Baby”, una canción grandilocuente, la primera que hizo para el disco. “Habla de sentir que tengo tanta autoestima que me siento como una perra engreída caminando por la calle con mis lentes de sol”, dice.

Aun así, la bravuconería no es una constante: el single “Too Much” trata de ser precisamente eso, pero “Phantom Pain” y “Pick Me” nos recuerdan que Ulven no siempre tuvo tanta suerte en el amor. Y Sabrina Carpenter la ayuda a enterrar a un ex en “You Need Me Now”. Las dos cantantes ganaron mucho público nuevo como teloneras en distintas etapas del Eras Tour de Swift.

En el siniestro “Ugly Side”, Ulven lucha contra esa sensación de ser un poco como Jekyll y Hyde, es decir, “linda” y “adorable” o estar “hirviendo por dentro”. En muchos sentidos, parece estar siempre entre dicotomías, ya sea que se sienta claramente incómoda asistiendo a los desfiles de la Semana de la Moda de Nueva York (“Soy una chica muy básica cuando se trata de ropa”, explica) o proclamar en la canción principal de su álbum: “Mi gran ego me hace decir/ ¡Esta cosecha del 99 tiene un gusto impecable!”.

“Tengo subidones increíbles y después bajones fuertes”, dice Ulven mientras el mozo se lleva los platos. “Tal vez eso sea bueno. No quiero ser sólo una cosa. No quiero ser sólo esa persona segura de sí misma, que nunca duda. La duda puede ser buenísima, pero también paralizante”. Hace una pausa. “Sí. Sólo necesito relajarme… Creo que eso es exactamente lo que necesito”. Hay una primera vez para todo.