EXTRAÍDO DE RS118, MARZO 2013
Pocos se esperaban la reunión de los integrantes clásicos de los años setenta de Fleetwood Mac en 1997, y menos hubieran predicho que seguirían fuertes en el 2013. El 4 de abril, en Columbus, Ohio, la banda empezará una gira por Norteamérica con una lista de canciones que incluirá nuevos temas, además de haber lanzado las ediciones extendidas de Rumours, su disco multiplatino que definió su carrera en 1977. “Después de tanto tiempo, uno esperaría que no quedaría nada por descubrir, nada para calcular, ningún capítulo nuevo por escribir. Pero no es el caso”, le dice a Rolling Stone el cantante y guitarrista Lindsey Buckingham.
Buckingham, el baterista Mick Fleetwood y la vocalista Stevie Nicks se reunieron hace poco para ser entrevistados en un enorme cuarto con paneles de madera en el Village Recorder, un legendario espacio de grabación al oeste de Los Ángeles. Hace más de tres décadas, la banda pasó ahí 13 meses creando el disco doble de 1979 Tusk, el álbum sorprendentemente experimental que le seguiría a Rumours. “Tenemos una conexión con este edificio”, dice Nicks. “Es terreno sagrado”.
En la entrevista, Nicks y Buckingham se agarraban de la mano, con Fleetwood sentado junto a ellos, mientras que velas votivas titilaban por todo el cuarto. (El bajista John McVie se quedó en casa y la ex cantante y tecladista Christine McVie se retiró a vivir en el campo en Inglaterra, en 1998).
El artículo de portada de Rolling Stone sobre cómo hicieron Rumours incluía una foto de todos ustedes juntos en la cama. ¿Son verídicas las historias de líos amorosos?
Stevie Nicks: Todas son verídicas. [Risas]
Lindsey Buckingham: Eso era parte del encanto de Rumours. La música era maravillosa, pero también era auténtica porque se trataba de dos parejas que se separaban y dialogaban entre ellas. También era interesante porque estábamos a la altura de las circunstancias para perseguir nuestro destino. Entonces tenías que vivir en la negación, tenías que aprender a fragmentar tus emociones y lo que se debe hacer. Sacó a relucir un poco la parte voyeurista de todos.
Nicks: Mucha gente, luego de separarse de su pareja, no se ven por un tiempo. Uno espera no encontrarse nunca con esa persona en ese punto. Para nosotros, las separaciones continuaban y teníamos que ir a trabajar al día siguiente. Era muy difícil. Tenías que llegar con la frente en alto y el corazón abierto. Teníamos que estar muy enfocados, y lo sabíamos, porque sin importar qué tan difícil era para nosotros –y era horrible– todavía queríamos hacer un gran disco. Nadie iba a decir, está bien, renuncio y ya. Sabías que ibas al estudio a las 2 de la tarde, y sabías que te ibas a quedar hasta las 3 ó 4 de la mañana. Y no te podías quedar ahí en la consola viendo a tu ex. Tenías que ser maduro. Aunque tuviéramos a miles de personas diciéndonos lo que hacer, nos teníamos que poner las pilas como quinteto y decir: “No vamos a dejar vencernos por esto”.
Cuando tocan las canciones de Rumours, ¿regresan algunos de esos sentimientos originales?
Buckingham: Pues espero que no.
Nicks: Creo que los sentimientos originales sí vuelven. Me regresan hasta donde estábamos. Las canciones se transforman un poco cada vez que las tocamos. Instrumentalmente se transforman. “Gold Dust Woman” a veces es hindú. Otras veces, sólo es rock. Viaja y todas las canciones lo hacen. Para mí, siempre son emocionantes. Nunca me aburro cuando tocamos alguno de nuestros grandes éxitos, porque las escribimos inspirados en temas tan pesados que nunca podrían ser aburridas.
¿Cómo fue volver a ver Rumours de cerca luego de tantos años?
Nicks: Hemos esperado mucho para sacar esto. Si eras fan de Fleetwood Mac, podrás oír las canciones convertirse en las temas sin mucho overdubbing. Es muy sencillo. Cuando yo la oigo, pienso que si tuviera 20 años, querría estar en esa banda. Hay algo curiosamente atemporal en esa canción que te hace sentir que fue grabada el año pasado. Ahora sé por qué fui con Lindsey y le dije: “Creo que deberíamos darle otra oportunidad a esto. Esta banda es realmente muy buena”. Es un grupo bastante interesante de locos que lograron mezclar sus estilos.
Mick Fleetwood: La causa y efecto de ese álbum fue tan gigantesco – no sólo para nosotros como músicos, sino lo que logró y permitió para el viaje. Fue el comienzo de algo, sin duda –la grandeza de todo aquello con lo que nos enfrentábamos y nos íbamos a afrontar, y las oportunidades que quizá desperdiciamos y luego rescatamos. Ahora estamos aquí sentados, emocionados por salir y tocar. Este álbum no nos llevó a hacerlo, pero es toda una historia.
Nicks: Está genial que vaya a salir al mismo tiempo.
Fleetwood: Me da gusto que así sea. No fue planeado.
Nicks: Contiene cosas muy buenas y muchas cosas raras que nunca fueron puestas en un álbum –sólo cosas interesantes, pequeñas, retazos de cosas bien intrigantes.
Debido a que salió el mismo año de su gira, ¿afectará su lista de canciones?
Nicks: Hay muchas canciones de Rumours que están planeadas, sin importar lo que pase. Creo que terminaremos discutiéndolo sobre el escenario. Muchas de esas canciones ya están en nuestros planes, de todas formas. Terminaremos contando historias y hablando de cómo suceden estas cosas. Siempre es divertido compartir eso con el público.
La reunión de Fleetwood Mac en 1997 para el disco en vivo The Dance fue bastante inesperada, pero han logrado mantenerse juntos desde entonces. ¿Cómo se dio eso?
Nicks: The Dance fue bastante fuerte y creo que nos abrió los ojos. Llevábamos separados mucho tiempo. En ese momento, de ninguna forma pensaba que Fleetwood Mac se reuniría. De pronto, así fue y cancelamos todos nuestros planes, todo estaba de cabeza y Fleetwood Mac se reunía.
Buckingham: Yo me fui en 1987 porque…
Nicks: Renunciaste.
Buckingham: [Asiente con la cabeza] Renuncié porque las cosas se convertían en una locura y yo quería volver a poner los pies en la tierra. Tocamos en la toma de posesión de Clinton en 1993, eso fue como el catalizador y tuvo una reacción tardía. Creo que llegado 1996, cuando contemplábamos hacer The Dance, habíamos tenido tiempo para establecernos como personas. Ya no había la locura que existía en 1987 y 1988. Éramos –en todos los sentidos– adultos. Yo creo que el tiempo que estuvimos separados nos ayudó a apreciarnos mutuamente. El grupo siempre ha sido un grupo de gente que, se podría decir, no pertenecían juntos en la misma banda, pero es la sinergia lo que la hace esa mágica. Eso lo pudimos ver con más claridad.
Lindsey había estado renuente a volver al pasado. Entonces, ¿qué se resolvió?
Buckingham: Hubo una serie de salidas en falso en las que yo traté de hacer álbumes como solista. Constantemente se convertían en esfuerzos de grupo. En retrospectiva, puedo decir que está bien que te consideres miembro de una banda y hay que asumir el reto cuando surja la necesidad. Así que ese fue un tema que tuve por unos años y que ha estado yendo y viniendo. Agradezco más que nos conocemos, que hemos pasado muchas cosas juntos y que de verdad somos una familia.
Nicks: Otra cosa que pasó es que entré a rehabilitación el 12 de diciembre de 1993 y salí el 27 de enero –47 días para dejar el Rovotril. Casi me muero. Y creo que una de las razones por las que Lindsey se fue es que yo estaba muy drogada con este horrible tranquilizante. Ni siquiera llegué a muchas de las sesiones de grabación para Tango in the Night [de 1987]. Estaba enferma. Y creo que él estaba muy preocupado de que muriera. Esa es una de las razones por las que tú [mira a Buckingham] querías renunciar. Teníamos una gira enorme que ya estaba lista. Estábamos en casa de Chris y [Lindsey] se levantó y dijo: “Renuncio”, y yo –tan drogada y hecho un desorden– me enojé y lo quería matar.
Cuando salí de rehabilitación, hice una pequeña gira de tres meses y anduve bien. Yo iba a estar bien y todos lo sabían. Y creo que fue cuando Lindsey pensó que Fleetwood Mac podía seguir, porque su querida ex novia no se iba a morir. Iba a salir adelante.
¿Así que, desde entonces, todo ha sido diferente a lo que era?
Buckingham: Sigue evolucionando, y también es lo hermoso de esto. Yo conozco a Stevie desde que estábamos en la preparatoria. Fuimos pareja por muchos, muchos años y también hemos sido una pareja musical por largo tiempo. Después de todo, pensarías que no queda nada por descubrir, nada para superar, ningún capítulo nuevo para escribir. Pero no es así –hay más capítulos por escribir. Es bastante extraordinario.
Tienen historia en este estudio.
Buckingham: Grabamos Tusk en el Estudio D.
Nicks: 13 meses. Pasamos mucho tiempo aquí.
Eso fue enseguida después de Rumours, así que tenían mucha libertad.
Buckingham: Con el disco Tusk pinté mi raya. Claramente dañaba lo que se esperaba de nosotros.
Nicks: Fue lo opuesto de Rumours.
Buckingham: Fue deteriorar lo que sostenía la marca, que ya representábamos. También afectaba lo que muchos grupos terminan por hacer, que es pintarse en una esquina al hacer sólo lo que se espera de ellos. Fue una defensa del arte, la espontaneidad y el lado izquierdo de la paleta. Claro que no rindió de la misma forma, comercialmente hablando, ni lo hubiéramos esperado. Para empezar, era un disco doble. Me hubiera gustado ser una mosca en la pared cuando Warner Bros. lo escuchó por primera vez en alguna sala de juntas. Con el tiempo se ha reivindicado como toda una pieza. Se ha vuelto el consentido de las bandas indie, o al menos la mentalidad de lo que eso representa.
Nicks: El Estudio D estaba cubierto de fotos Polaroids, cabezas reducidas, alas de ángel y todas nuestras cosas estaban ahí. Entrabas a ese cuarto y habían enormes colmillos de elefante en ambos lados de la consola, y la consola se llamaba Tusk. Todas esas canciones –“Save Me a Place”, “Sara”– se convirtieron en algo hermoso y adelantado a su tiempo. También me hubiera gustado ser una mosca en la pared cuando la tocaron, porque seguramente estaban horrorizados. Yo misma estaba un poco horrorizada en ese periodo de 13 meses, pero fue una experiencia. Íbamos a la cumbre de la montaña y fue algo muy espiritual. Una vez más, durante Tusk, teníamos problemas de pareja, pero cuando entramos al estudio y vimos esos colmillos de elefante y todas las cosas increíbles que juntábamos y llevábamos a diario, nos volvimos parte de un mundo sensacional.
¿Cuáles son sus planes actuales de grabación?
Buckingham: Cuando Stevie estaba de viaje, y no mucho después del fallecimiento de su mamá, Mick, John y yo nos juntamos e hicimos varios temas que salieron muy bien. Todos estaban hechos en el teclado de Stevie. Fueron hechos con ella en mente. Después, Stevie y yo nos hemos juntado; ella ha cantado en dos de esos temas. También hay otra canción que se remonta a Buckingham-Nicks [proyecto anterior a Fleetwood Mac] que Stevie y yo armamos. Allá afuera hay muchas cosas. Algo de eso haremos en el show. No estamos forzando nada. Sólo vamos a esperar a ver qué quiere escuchar la gente.
Escucha la edición remasterizada de Rumours: