ROLLING STONE: Emilio, siempre me ha intrigado el proceso de cómo un actor como tú llega a doblar o prestar su voz para un personaje animado o no. ¿Podrías contarme cómo fue el proceso que te llevó a dedicarte al doblaje y cómo llegaste a prestar tu voz para El niño y la garza?
Emilio Treviño: Sin duda, ha sido un viaje súper loco. Cuando era pequeño, siempre supe, de una manera casi intuitiva, que quería ser actor. Estuve buscando todas las formas posibles para acercarme a ese sueño. Obligué a mis padres a inscribirme en una escuela de teatro musical para poder estudiar, porque siempre les decía: “Yo quiero ser actor”. Obviamente, ningún padre piensa de inmediato en esa profesión para su hijo, pero vieron mi insistencia y decidieron apoyarme.
Entiendo, ¿cómo fue tu experiencia inicial en la escuela de teatro?
Desde muy pequeño entré a estudiar actuación en una escuela de teatro musical aquí en México. La escuela ofrecía actuación, canto, baile y mucho más. Por casualidad, en esa misma escuela conocí a mi primer director profesional, Mauricio García, quien me invitó a mi primer proyecto teatral profesional: Peter Pan, el musical. Así que, desde los cinco años, comencé en el mundo del teatro.
¿Y cómo llegaste al mundo del doblaje?
Fue un poco por casualidad también. Una compañera mía de la escuela de teatro, donde seguía estudiando mientras trabajaba profesionalmente, vio mi trabajo como actor y se enteró de que estaban buscando niños nuevos para hacer pruebas de voz para La era de hielo 2. Me platicó sobre los castings y decidí intentarlo. Recuerdo claramente que le pregunté a mi mamá qué era el doblaje y ella me explicó que era una forma de actuación. Así que decidí hacer la prueba, quedé seleccionado y grabé mi primera película de doblaje.
Y desde entonces, ¿cómo ha sido tu experiencia en el mundo del doblaje?
Desde entonces, he seguido grabando en doblaje, trabajando en proyectos cada vez más grandes. Paralelamente, continué mi carrera en el teatro aquí en México, incursioné en la televisión y hace unos dos años comencé a trabajar en cine, que es lo que más he estado haciendo últimamente. Pero nunca he dejado de lado el doblaje, siempre he seguido creciendo y aprendiendo con cada proyecto.
Sin duda, cada proyecto te enseña algo nuevo. ¿Hay alguna experiencia en particular que te haya marcado en el mundo del doblaje?
Definitivamente, cada proyecto tiene su propia magia. Pero creo que trabajar en La era de hielo 2 fue una experiencia muy especial para mí, ya que fue mi primera incursión en el doblaje y me abrió las puertas a este mundo fascinante.
Como actor, ¿cuál es tu entendimiento de los personajes y cómo te preparas para darles vida en una película, especialmente en una tan preciosista como la obra de Miyazaki?
Bueno, en mi carrera en doblaje, tuve la oportunidad de trabajar en varias películas animadas conocidas, como Spider-Man, Lego Batman y Pinocho de Guillermo del Toro, entre otras. Así que cuando llegó la oportunidad de prestar mi voz para El niño y la Garza, fue un proceso doblemente interesante.
Al prepararme para dar vida al personaje de Mahito, tuve que realizar una investigación extensa. Diría que fue una de las más profundas que he tenido en el doblaje. Las películas de Hayao Miyazaki son conocidas por su complejidad y por invitar a la audiencia a cuestionar y reflexionar sobre diversos temas. Cuando me hablaron sobre la película, entendí que era una de las más personales de Miyazaki, casi como una autobiografía contada a través de historias ficticias y fantasiosas, como nos tiene acostumbrados el Estudio Ghibli.
Para comprender mejor la película y el universo de Miyazaki, me sumergí en la lectura. Recorrí todas las librerías posibles en la Ciudad de México en busca de libros sobre Miyazaki y su historia. Desde Mi vecino Miyazaki hasta otros textos que relataban su infancia durante la Segunda Guerra Mundial, la influencia de su padre, quien trabajaba en la industria aeronáutica, y la pérdida de su madre a una edad temprana. Quería entender la vida y las experiencias que moldearon al creador para poder reflejar esos matices en mi interpretación de Mahito.
Es un enfoque realmente profundo que no esperaba, la verdad. ¿Cómo lograste incorporar esos elementos en tu interpretación del personaje?
Además del estudio de la vida de Miyazaki, también me sumergí en la cultura japonesa. Visité la Asociación México-japonesa para comprender mejor todos los aspectos culturales que se reflejan en las películas de Studio Ghibli. Quería capturar la esencia y la energía que Miyazaki imprime en sus personajes originales en japonés y transmitirla en mi interpretación de Mahito. Por ejemplo, quería reflejar esa dualidad de ser un niño con la sabiduría y la madurez de un adulto, como se ve en las películas de Miyazaki.
¡Es realmente impresionante la cantidad de preparación que pusiste en el papel! ¿Qué otros aspectos consideraste al darle voz a Mahito?
Además de todo eso, también tuve en cuenta la historia y el contexto de la película, así como los temas subyacentes que aborda. El niño y la garza es una película que invita a la reflexión sobre la infancia, el legado, y los cuestionamientos que surgen con la edad. Quería asegurarme de que mi interpretación respetara y transmitiera esos temas de manera auténtica y sensible.
Sin duda, tu enfoque meticuloso ha dado como resultado una interpretación rica y profunda. ¿Cómo describirías la experiencia de trabajar en esta película?
Fue realmente enriquecedor a nivel personal y profesional. Poder sumergirme en el universo de Miyazaki y dar vida a un personaje tan complejo como Mahito fue un desafío gratificante. Espero que mi trabajo pueda honrar la visión de Miyazaki y contribuir a la belleza y la profundidad de esta maravillosa película.
Emilio, gracias por compartir toda esta experiencia y profundidad en el proceso de doblaje. Es evidente que doblar una película va mucho más allá de simplemente darle voz a un personaje. Implica realmente sumergirse en su mundo y comprender la psicología y el trasfondo del personaje.
Absolutamente. Creo que es importante que la gente entienda que el doblaje es una forma de actuación tan válida como cualquier otra. Es simplemente una faceta diferente del arte de interpretar, donde el cuerpo es reemplazado por la voz, pero la esencia sigue siendo la misma: transmitir emociones y contar historias de manera auténtica.
Me encanta tu perspectiva. ¿Qué consejo le darías a aquellos que están interesados en incursionar en el mundo del doblaje?
Creo que el mayor error que puedes cometer es enfocarte demasiado en cómo suenas. Se trata más de lo que está sucediendo dentro de ti, de conectar emocionalmente con el personaje y la historia. Eso es lo que realmente crea la voz del personaje y hace que la interpretación sea auténtica.
También le puede interesar: