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“No a la cultura de la violación”, gritan manifestantes en el Festival de Cine de Venecia

Un grupo de personas que rechazaba la presencia de directores acusados de agresiones sexuales interrumpió la proyección de la nueva película de Woody Allen en el evento

Por  ROLLING STONE

septiembre 5, 2023

VITTORIO ZUNINO CELOTTO

La edición actual del Festival de Cine de Venecia ha sido objeto de críticas por abrirle espacios a directores que han sido acusados en más de una ocasión de cometer agresiones sexuales. Roman Polanski, Luc Besson y Woody Allen han presentado sus filmes más recientes durante el evento, lo que ha desatado una ola de indignación desde antes de su inicio el 30 de agosto.

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El estreno de la nueva película de Allen, Coup de Chance, estaba programado para el lunes cuatro de septiembre, pero la proyección fue interrumpida por una protesta. Alrededor de 20 manifestantes se quitaron las camisetas y comenzaron a cantar arengas que proclamaban “no a la cultura de la violación” y “no a abrirle espacios a directores violadores”.

Aunque la concentración duró poco, los manifestantes entregaron volantes con información sobre por qué los hombres que han ejercido violencias basadas en género no deberían ser premiados con una gran plataforma. “Este año el Festival de Cine de Venecia ha decidido abrirle espacio a Woody Allen, Luc Besson y Roman Polanski, tres directores que han estado involucrados en violencia sexual contra mujeres, incluyendo menores de edad”, se leía en el papel.

Cuando recién se conocieron los nombres de quienes participarían en el festival, su director, Alberto Barbera, dijo en una entrevista con Variety: “Soy un director de un festival, no un juez. Juzgo la calidad artística de las películas”. En esa misma conversación, defendió la presencia de los tres cineastas aludiendo a la absolución de Besson y de Allen, y en el caso de Polanski, se escudó en la antigüedad del abuso sexual. “Han pasado 60 años. Él ha admitido su responsabilidad y ha pedido que se le perdone. Fue perdonado por la víctima, quien ha pedido que ya no se hable de ello”, declaró.

La protesta también respondió a estas declaraciones de Barbera, explicando que se trata de la creencia obsoleta de que el ingenio de un artista lo absuelve de todo juicio. “[Entonces] por su superioridad, es libre de cualquier responsabilidad terrenal”, decía el panfleto. “La violencia patriarcal basada en género continúa siendo un problema colectivo en cualquier contexto, y decidir a quién darle participación siempre es una elección política”.

Besson recientemente fue absuelto de las acusaciones de violación que Sand Van Roy, quien actuó en Valerian and the City of a Thousand Planets, hizo en su contra en 2018. En un principio, el proceso fue de carácter penal, pero fue descartado a principios de 2019 por falta de evidencia así que como respuesta, la actriz impuso una demanda. Esta acción también fue desestimada tras una investigación que incluyó un testigo, pero Van Roy apeló la decisión del juez. Sin embargo, en junio de este año el caso tampoco fue exitoso.

La hija adoptiva de Mia Farrow y Woody Allen, Dylan Farrow, acusó a su padre de haberla agredido sexualmente cuando tenía siete años de edad. Pese a que se adelantaron investigaciones al respecto, en su momento, el fiscal que llevaba el caso decidió no presentar cargos ya que la víctima “era muy frágil” para soportar un juicio. Dylan, quien ahora es activista por los derechos de las víctimas y sobrevivientes de abuso sexual, ha reiterado que su padre le “hacía cosas” sin su consentimiento. Desde entonces, el director ha recibido más denuncias públicas por agresiones del mismo tipo, las cuales ha negado.

Por el lado de Polanski, fue declarado culpable en 1977 por haber sometido con sustancias y violado a una preadolescente de 13 años durante una sesión de fotos en la casa de Jack Nicholson, quien no se encontraba en el lugar. El cineasta aceptó el cargo de sexo sin consentimiento con un menor de 14 años a cambio de ser absuelto de sodomía, uso de drogas y perversión. Como parte del acuerdo de culpabilidad, el hombre fue sometido a evaluación psiquiátrica y antes de que se oficializara una sentencia que lo enviara a prisión, escapó a Inglaterra y posteriormente a Francia. Como ciudadano francés, no podía ser extraditado a Estados Unidos.

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