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Melanie Martinez renace y es más arriesgada que nunca

La artista de dark pop entierra su personaje de Cry Baby y enseña más de sí misma en su tercer LP

Por  TOMÁS MIER

JIMMY FONTAINE

Melanie Martinez

Portals

La cantante, compositora y productora Melanie Martinez hace dark pop con un toque satírico y emocional. En 2015 debutó con su fantástico Cry Baby, un álbum conceptual sobre una joven que asesina a su secuestrador, repleto de canciones reflexivas como ‘Pacify Her’ y ‘Dollhouse’. A este disco le siguió K-12 en 2019 –así como una película del mismo nombre–, con el que continuó construyendo un culto devoto que sigue todo su proceso. Ha recorrido un largo trecho desde que era la adolescente soñadora que incomodó a Christina Aguilera en The Voice.

En febrero, Martinez compartió un clip de 30 segundos que mostraba el mensaje, “RIP Cry Baby” sobre un hongo gigante rodeado de velas en un cementerio. Ahora la artista ha “resucitado entre los muertos”.

Tiene una nueva musa: una especie de hada con piel rosada y cuatro ojos, atrapada entre la Tierra y lo que hay después de la muerte. Utiliza ese personaje para interpretar letras más introspectivas, y se aleja de su pop alternativo para experimentar con más batería y filtros de voz. “Todas las canciones de este disco están basadas en los libros de terapia de regresión que he estado leyendo”, comentó sobre Portals. “Están disfrazadas con temáticas terrenales que tienen doble o triple sentido para crear una frecuencia que resuene con los seres humanos”.

‘Void’ abre con una atmósfera etérea antes de que la dulce voz de Martinez comience a reflexionar sobre su baja autoestima, fusionando la identidad que ha inventado con su experiencia de la vida real. “Me juzgo a mí misma como un cura en un confesionario, arrodillada sobre un rallador”, canta. ‘Light Shower’ es todo lo contrario, con una guitarra suave sin mucha más producción. Es muy lejano a lo que se esperaría de ella por su visión optimista y sencilla del amor. Para los fans que extrañan la era Cry Baby, está ‘Spider Web’ con un xilófono que rememora sus orígenes musicales. O momentos más oscuros como ‘The Contortionist’, con efectos que suenan como huesos tronando y sintetizadores dramáticos similares a ‘Nurse’s Office’ de K-12.

Parte de la “regresión” que prometió aparece en canciones como ‘Nymphology’, ‘Moon Cycle’ y ‘Evil’, en una nueva perspectiva de su pasado, específicamente su relación con Oliver Tree. El músico ha hecho referencia a ella en sus letras y ha usado una actriz parecida en un video musical para burlarse de la artista. En ‘Moon Cycle’, canta versos crudos sobre un hombre que pide tener sexo con una mujer durante su periodo (“Nadar en sangre lo convertía en anfibio”), mientras entrelaza la letra con referencias a la música de Tree. Y en la extraordinaria ‘Evil’, el tema de synth-rock mejora con sus versos mordaces: “Espero que nunca te recuperes, espero que te resbales con el jabón y te rompas la cabeza como un huevo. Quiero ver la yema”.

El LP termina con ‘Womb’, una metáfora a su renacer, antes de que el álbum se torne en un bucle que comienza y termina con la frase: “La vida es la muerte es la vida es la muerte”. Con Portals, Martinez entrega un disco maduro e ingenioso que la vuelve a presentar como alguien que no teme comenzar desde cero. No se está escondiendo detrás de su maquillaje rosado, nos está dejando entrar a su mundo, y la historia que relata es completamente transparente.

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