Las 10 mejores películas internacionales de 2023

De los tanques del año, Oppenheimer y Barbie, hasta la última de Emma Stone y la nueva obra maestra de DiCaprio y Scorsese, los títulos imperdibles de un gran año para los cinéfilos

Por  ROLLING STONE

diciembre 15, 2023

'Oppenheimer', de Christopher Nolan, es una de las mejores películas de 2023

1. Oppenheimer (Christopher Nolan)

La extensa biopic de Christopher Nolan sobre “El destructor de mundos” se beneficia de una recargada interpretación de Cilian Murphy, un diseño sonoro meticuloso, que premia tanto el silencio como las explosiones ensordecedoras, y un elenco de terceros actores con activa participación sindical. Con todo, la película funciona gracias al característico rigor de Nolan, uno de los últimos autores que presenta su nombre en mayúsculas en los créditos iniciales. Oppenheimer recuerda a las grandes épicas de ayer, de Reds a The Right Stuff. Es una película para adultos hecha con el brio y la majestuosidad de las películas hechas para niños y adolescentes.

2. Bottoms (Emma Seligman)

P.J. (Rachel Sennott) y Josie (Ayo Edebiri) están en el fondo de la cadena de relaciones sociales cuando accidentalmente inician un “club de la pelea” al salir del colegio, en parte para acercarse a porristas que jamás les darían bola. ¿Imaginen quiénes son de pronto las más populares del campus? La realizadora Emma Seligman pasa de la inquietante Shiva Baby a un salvaje y anárquico “raunchcom” alimentado con exponencial líbido, puños sangrientos y energía caótica. Suerte de actualización del clásico Heathers, Bottoms es también la presentación en sociedad de Sennot y Edebiri, un dúo cómico que los centennials estaban esperando.

3. Passages (Ira Sachs)

Aplausos a Franz Rogowski, el hombre detrás del desquiciado triángulo amoroso pergeñado por Ira Sachs. El alemán interpreta a Tomas Freiburg, un director de cine carismático como una caja de bombones con cartuchos de dinamita adentro. Durante una fiesta, Tomas conoce a Agathe (Adèle Exarchopoulos) y se muda a su departamento para consternación de Martin (Ben Whishaw), su propio esposo. Veterano de la escena indie, Sachs no teme hacer foco en relaciones disfuncionales o presentar escenas sexuales provocadores. Pero el film es acerca de las licencias tomadas por artistas que, para bien o mal, creen ser el centro del mundo.

4. Barbie (Greta Gerwig)

Es duro vender a una muñeca tan añosa, al tiempo de preguntarte por qué seguís comprando un juguete con tanto equipaje. Greta Gerwig conocía las implicancias del nombre, lo mismo que su coguionista Noah Baumbach, la productora y estrella Margot Robbie, el Ken de todas las estaciones Ryan Gosling y todos los involucrados en lo que, uno asumiría, es un comercial de larga duración. Pero descontando las ironías por venir, nada te prepara para lo que es en esencia la saga de autosuperación de una muñeca en gira perpetua en una casa de muñecas. Y en lugar de descartar el equipaje, Gerwig y compañía lo empacan y entregan un enorme y delirante éxito de taquilla.

5. Anatomy of a Fall (Justine Triet)

La realizadora Justine Triet nos introduce a una trama de misterio que involucra a una escritora alemana (Sandra Hüller), una casa remota en los alpes franceses y un cadáver. El muerto es su esposo (Samuel Theis). El principal sospechoso es la autora. La duda es si el hombre cayó o fue empujado por su propia esposa desde el último piso en que vivían. Pero a medida que se revelan hechos, nos enganchamos más y más con la historia, con grandes momentos como la grabación de una discusión que depara una escena de enorme violencia. Alguien describió Anatomy Of A Fall como la version thriller de Historia de un matrimonio. Y es bastante cierto.

6. The Quiet Girl (Colm Bairéad)

Durante un verano, una retraída chica de 12 años (Catherine Clinch) es enviada a vivir a una granja con un matrimonio (Carrie Crowley y Andrew Bennett). Con padres naturales que oscilan entre el abandono y las conductas border, la chica toma su tiempo para abrirse a sus nuevos guardianes, que en el pasado sufrieron una tragedia y parecen necesitarse con la chica. Con esta bella y devastadora historia sobre la necesidad en tiempo de crianza el director Colm Bairéad barrió con la versión irlandesa de los Oscars el año pasado, y nos recuerda que una interpretación emocionalmente expresiva como la de Clinch puede hacer del silencio algo ensordecedor.

7. Poor Things (Yorgos Lanthimos)

Algo así como Frankenstein, pero graciosa y feminista. En su versión del mito de Prometeo, Yorgos Lanthimos imagina a una joven llamaba Bella Bextar (Emma Stone) que vuelve de la muerte por obra y gracia de un audaz científico (Willem Dafoe). Bella debe primero aprender a hablar y de allí a tener relaciones sociales sin escalas. Así descubre los placeres del sexo, que sigue con su empoderamiento. Lathimos y su actriz estelar redondean una comedia ambientada en un tiempo represivo para las mujeres, objetivadas y atadas a la maternidad. Gracias a Stone, vemos que el ángel caído se pone de pie, se desempolva y extiende las alas en su propio reino sexual.

8. Killers of the Flower Moon (Martin Scorsese)

La expresión “obra maestra” suele ser abusada, ¿pero cómo describir un trabajo en el que el mejor director norteamericano vivo transforma un extenso drama que involucra poder, corrupción y el pasado tóxico de EEUU en una historia íntima, sin sacrificar su alcance ni su profundidad? Menos una adaptación del best-seller de David Grann que su complemento, este drama sobre la matanza de integrantes de la rica en petróleo Nación Osage hace foco en la historia de amor entre Ernest Burkhart (Leonardo DiCaprio) y su esposa Mollie (la extraordinaria Lily Gladstone). Genial por donde se la mire, es lo más cercano al western que hizo Scorsese.

9. The Zone of Interest (Jonathan Glazer)

Con la novela homónima de Martin Amis como base, el realizador británico Jonathan Glazer obtuvo un retrato del infierno desde la periferia. Un oficial nazi (Christian Friedel) y su familia viven en uno de los poblados que rodean Auschwitz; allí hacen fiestas y se reúnen para el té de la tarde mientras, a lo lejos, las chimeneas despiden humo negro. Glazer desnuda la imaginería que asociamos a los dramas del Holocausto y aplica su estilizado formalismo, delineando una escalofriante “normalización” —en algún momento, dejamos de oír ladridos, disparos y lamentos allende el jardín privado—. Así luce la banalidad que rodea a la banalidad del mal.

10. Past Lives

Cuando una familia coreana se muda a Canadá, la amistad de dos chicos queda en suspenso. Muchos años después, Na Young ha cruzado la frontera a Estados Unidos y se ha casado con un escritor, pero se reconecta con Hae Sung mediante redes sociales y lo invita a viajar, a ser su guía turística. La guionista y directora Celine Song tiene el talento de hacer sentir reales a los personajes; logra hacerte sentir que los conocés. Su historia es un drama intimista que jamás eclipsa el trabajo autoral. Pero sobre todo, Past Lives trasciende la típica historia de amor no correspondido para resultar algo más grande que un simple film.