Era 2014, Russian Red acababa de publicar su tercer álbum de estudio (Agent Cooper) y adelantaba un tour por Estados Unidos cuando, de repente, un día decidió decir “no más”. A diferencia de muchos artistas o bandas que utilizan esto como una estrategia para vender regresos no mucho tiempo después, la cantautora madrileña lo decía muy en serio. Así, se mudó a Los Ángeles y terminó por alejarse de los focos, del ajetreo de las giras y las presiones de la industria por sacar más música.
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Para el momento de su retiro, la artista ya se estaba consolidando como uno de los actos indie más prometedores de España gracias a su sonido folk, su voz dulce y sus letras en inglés, pero el reconocimiento no lo era todo. Ya tomada la decisión, Lourdes Hernández –la persona detrás de este proyecto musical– se planteó la posibilidad de cambiar su nombre artístico y comenzar a ser llamada por su nombre de pila, pero la idea no terminaba por convencerla.
“Durante mucho tiempo veía irreconciliable volver a ser Russian Red porque me encontraba con que era una persona radicalmente distinta, incluso como con una pulsión por hacer una música con un mensaje y una actitud diferente”, le explica a ROLLING STONE en Español. Tras darle varias vueltas al asunto, prefirió no forzar las cosas y tomarse el tiempo que fuera necesario para que las cosas regresaran a su sitio.
En el medio, no se apartó del todo del arte pues en 2017 editó su EP de covers, Karaoke; en 2021 publicó su primer libro de poemas, This Words Leaving My Body; y en 2022 protagonizó el filme de Andrea Bagney, Ramona. También había continuado escribiendo canciones que nunca llegó a compartir, pero alcanzó el punto en el que sintió que hacerlo no tenía sentido si no había quien las escuchara.
Tras varios años sin pisar su tierra, regresó a Madrid y fue en esta visita donde volvió a sentir la urgencia de compartir su música una vez más. A su vez, finalmente tuvo la claridad para decidir si seguir siendo Russian Red o no (la respuesta ya la sabemos). “Creo que realmente nunca me beneficié de ello”, dice sobre el personaje que se inventó tanto tiempo atrás. “Y ahora siento que me beneficio mucho más de este stage name, de esta persona. Siento que tiene mucha más sentido ahora que hace 10 años”.
En una fiesta de 2023 conoció a Luichi Boy de la banda Cupido, quien le propuso grabar algunas cosas de manera relajada y sin compromiso, pero de a poco su disco Volverme a enamorar comenzó a moldearse, también de la mano del productor Carlos René. Y cuando menos lo vio venir, su primer sencillo original luego de una década de parón había salido a la luz. ‘This is un volcán’ vislumbraba la dirección creativa que había tomado para su vuelta a la industria musical, una con sonidos un poco más vintage y con letras en español.
“Me surgió de manera natural”, explica sobre la decisión de comenzar a cantar en su idioma natal. “Siento que toda mi creación artística siempre ha tenido que ver con el exotismo en el sentido de donde me coloco yo para romantizar mi realidad. Para mí, volver a casa y cantar en español era algo súper exótico, y yo romantizaba la realidad mucho más cantando en español que en inglés”.
A nivel sonoro, Volverme a enamorar evoca a las baladas dulces de los años 60; a nivel lírico, enseña la brillantez de Lourdes a la hora de escribir letras ingeniosas y divertidas que terminan por envolver al oyente en el mundo fantasioso de Russian Red. Canciones cuyas vibras pueden parecer románticas, como ‘Me gustan todos los chicos’ o ‘Intelectual sexual’, terminan siendo piezas cómicas que representan la personalidad atrevida de este alter ego.
“Buscaba darle voz a un personaje que vive dentro de mí, al que le tengo mucho miedo”, aclara sobre sus letras. “Y entonces me di cuenta de que si le daba rienda suelta a través de la música, podía hacer que ese personaje viviera todo lo que quería vivir y lejos de molestarme, que pudiera yo celebrarlo”. Lourdes añade que además, este equilibrio entre las melodías dulces y el sentido del humor tienen que ver con su objetivo de “contrarrestar” la personalidad tan “descarada” de esta figura.
El álbum, que significa el cuarto en su discografía de estudio, llegó finalmente en febrero de este año y la ha acompañado en esta vorágine que ha significado volver a ser Russian Red. También, la artista ha regresado a los escenarios, pero esta vez lo ha hecho con más prudencia y priorizando su comodidad pues lo cierto es que nunca le ha interesado mucho llegar tener tanto reconocimiento que ni siquiera pueda pasar desapercibida por las calles. Por eso es que también siente que su hiato de 10 años fue necesario.
“No me arrepiento porque siento que he aprendido muchísimo”, señala. “He priorizado otros aspectos vitales que me han permitido volver hoy día a la música, a mi arte y a los escenarios de una manera absolutamente muchísimo más empoderada”.