Fue en su adolescencia cuando Martina Stoessel comenzó a formar parte de la infancia de miles de niños y niñas en Latinoamérica al encarnar a una joven talentosa y soñadora en Violetta. La telenovela juvenil estuvo al aire entre 2012 y 2015, y gracias a su papel protagónico, la cantante y actriz argentina tuvo sus primeros acercamientos a la fama mundial, llegando a publicar discos, realizar giras por varios países y recibir nominaciones a premios.
Su popularidad en ascenso le abrió las puertas a otras oportunidades únicas, como interpretar ‘Libre soy’, la versión en español del tema principal de Frozen (‘Let It Go’), y a cantar en el Partido Interreligioso por la Paz 2014 convocado por el Papa Francisco. Pero al igual que ha sucedido con todas las chicas Disney, había llegado el momento de desligarse de esta imagen infantil para poder desarrollar su propia identidad, y esta vez lo haría bajo el sobrenombre de Tini.
El importante paso lo dio con la película Tini: El gran cambio de Violetta, que estuvo acompañada de su álbum debut como solista. El trabajo autotitulado contenía dos discos: uno con la banda sonora de la cinta y otro con canciones propias interpretadas en español e inglés. Ahora, lo que le quedaba era la difícil tarea de lograr que el público que la conoció como una estrella juvenil comprendiera que ella era mucho más que su pasado en televisión.
Aunque el cambio no fue tan abrupto, Tini (2016) ya poseía un sonido más electrónico y dinámico que la alejaba del pop dulce que acostumbraba a hacer. También, este disco le trajo los primeros grandes éxitos de su carrera en solitario, como ‘Great Escape’, ‘Got Me Started’, ‘Si tú te vas’ y ‘Ya no hay nadie que nos pare’.
Con las bases sentadas, la artista continuó la exploración de su estilo dos años más tarde con Quiero volver, un trabajo en donde se le nota más madura y comienza a incorporar el pop urbano en sus canciones. Además de evidenciar su crecimiento artístico, en este segundo LP ya se notaba un horizonte mejor definido, pero su verdadero statement lo hizo con Tini Tini Tini (2020). Este tercer trabajo discográfico era una muestra de la gran capacidad que tenía para adaptarse a cualquier estilo musical, ya fuese reggaetón, trap o un pop más adulto.
Las ansias de demostrarse a sí misma que su canto podía adaptarse naturalmente a más y más géneros la dirigieron hacia Cupido, su disco de 2023 en el que coquetea con la cumbia, especialmente en compañía de sus compatriotas La Joaqui, María Becerra y L-Gante. Tini ya se había establecido como una de las más grandes exponentes de la música en Argentina y este nuevo trabajo solo lo corroboraba.
Pero pese a que la intérprete no solía temer a expresar sus verdaderos sentimientos a través de sus canciones y tampoco solía reaccionar públicamente ante las críticas, llegó un punto en el que mantener esta figura de superestrella pop empoderada se hizo insostenible. Así, en abril de 2024 presentó Un mechón de pelo, un trabajo crudo en el que deja de lado el brillo y el glam para tomar un respiro y ser tan brutalmente honesta como nunca.
“Tomar el tiempo necesario para lanzar este proyecto tan íntimo fue importante para animarme a expresar en palabras todos los sentimientos y emociones que guardaba”, comentó la cantante en un comunicado que acompañó el lanzamiento. A lo largo de 28 minutos, aborda temáticas como el temor a perder a un ser querido, el haberse adentrado en un medio tan tóxico desde pequeña, las especulaciones sobre su vida personal y los comentarios sobre su apariencia.
No obstante, en lugar de tratarse de una pieza de autocompasión, la bonaerense abraza a sus versiones pasadas que, a pesar de los golpes, cimentaron lo que es ella hoy en día. Apartarse de lo que no aporta y aferrarse a lo esencial es la reflexión que queda tras escuchar Un mechón de pelo. Y es justo esta autenticidad lo que ha hecho de Tini una de las artistas más queridas no solo de Argentina, sino de Iberoamérica.
