ROLLING STONE: ¿Puedo preguntarte sobre la génesis del proyecto? Me gustaría saber cómo nació el documental Igualada.
JUAN MEJÍA BOTERO: Bueno, conocí a Francia hace muchos años, en el 2006, mientras realizaba una serie de documentales sobre desplazamiento forzado en Colombia, principalmente en la costa pacífica. En ese entonces, trabajaba de cerca con dos organizaciones: la Asociación de Afrocolombianos Desplazados y el Proceso de Comunidades Negras (PCN). Fue a través del PCN que conocí a Francia. Ambos éramos más jóvenes en ese entonces, y ella ya se destacaba como una líder en la lucha de la comunidad de la toma del norte del Cauca por mantenerse en su territorio frente a las concesiones mineras que amenazaban con desplazarlos. Más tarde, en el 2009 y el 2011, realicé dos cortometrajes sobre esta lucha, y Francia fue una de las protagonistas en ambos. Nuestra relación se fortaleció a lo largo de los años, y en el 2020, ella me contactó y me dijo que iba a lanzarse como candidata. Al principio pensé que bromeaba, pero al ver su determinación, decidí documentarlo. Francia accedió a la idea, y así comenzamos en el 2020, justo cuando su candidatura se volvía más oficial.
También quería preguntarte sobre el título “Igualada”, ya que tiene una connotación ofensiva en nuestro contexto colombiano. ¿Por qué se decidió utilizar ese título que, en lugar de dar una connotación positiva, nos habla de cosas muy dolorosas de nuestro país?
JMB: Es una pregunta interesante y relevante. Cuando Francia mandó aquel tuit diciendo que quería ser presidenta, me encontraba prestando mucha atención a las redes sociales debido a lo que ella me había informado. Al ver las respuestas al tuit, noté una variedad de comentarios, algunos de apoyo y otros muy fuertes. Uno de los primeros que vi decía: “Esa negra, ¿quién se cree que es?”. Este comentario se quedó marcado en mi mente por su tono agresivo y feo. Reflexionando sobre el significado de este insulto, me di cuenta de que la palabra “igualada” implica que alguien se cree igual a otros, desafiando así la estructura de poder establecida. A pesar de su connotación negativa, Francia adoptó este término y lo resignificó como una palabra de empoderamiento. Aunque me preocupaba el uso de este término, Francia aceptó el título de la película de manera positiva. Esta decisión fue un reflejo de su capacidad para enfrentar y desafiar los prejuicios raciales y de género que enfrenta.
Entiendo. “Igualada” es más que un simple título, sino una declaración de resistencia y empoderamiento. Por último, en estos tiempos difíciles, ¿crees que el cine político y humano como el que presenta Igualada es necesario?
JMB: Absolutamente. Esta película ha generado reacciones muy diversas, pero en general, ha impactado a quienes la han visto. Igualada es un retrato de nuestro país en un momento histórico crucial, y es importante que se vea como un registro de esta época. A través de esta película, podemos visibilizar los problemas de racismo, misoginia y elitismo que existen en nuestra sociedad. Creo que es fundamental que enfrentemos estos problemas y que, a través del cine, podamos promover el cambio social. Igualada nos invita a reflexionar sobre nuestra realidad y a aspirar a un país más justo y equitativo.
Gracias, Juan, por compartir tus pensamientos con nosotros. Estoy seguro de que Igualada dejará una huella significativa en el cine colombiano y ayudará a combatir el machismo, el racismo y el clasismo que contamina a la sociedad en general.
JMB: Gracias a ti por la oportunidad. Estoy emocionado de ver cómo la película impacta a la audiencia y contribuye al diálogo sobre temas importantes en nuestro país.
