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Iconos e influencias

Cinco grandes artistas de la actualidad rinden homenaje a las mujeres que las inspiraron a soñar en grande y a superarlo todo

Por  ROLLING STONE

mayo 23, 2023

Jeff Vespa; Andrew H Walker/Shutterstock; EFE/ Hilda Pellerano; Ian West - PA Images; Scott Legato/Getty Images

Serena Williams

por Gina Prince-Bythewood

CORTESÍA SERENA WILLIAMS/WILL PERFORM

La primera vez que escuché sobre Serena Williams, me estaba preparando para mi debut como directora, Love & Basketball. Queríamos hacer algo diferente cuando estábamos haciendo el casting para el personaje principal, Monica, y ella fue uno de los nombres que se mencionó: “¿Y Serena? ¿Será que puede actuar? ¿Podría interpretar el papel?”. Sin embargo, estaba concentrada en su carrera, y no pudo hacerlo. Pero el hecho de que estuviera pensando en ella desde tan temprano, desde el puro comienzo de mi carrera, demuestra lo mucho que la admiro.

Soy una persona enamorada de la grandeza, así que Serena Williams representa mucho para mí. Fui atleta de joven y la mentalidad de Serena me influenció como directora. Tiene mucha confianza, como cuando la criticaron por decir que quería ser la número uno del mundo y se negó a retractarse. Incluso cuando su espalda está contra la pared, la he visto sacar fuerzas de lo más profundo para salir adelante y salir victoriosa. Cada vez que la veo jugar, cada vez que pienso en su historia, me inspira como mujer afro y como cineasta.

No he conocido a Serena en persona, y eso tiene que cambiar, aunque sí la he visto jugar en vivo. Asistí a un partido de la UCLA hace muchos años. Al final de sus partidos, usualmente firma una bola de tenis y la arroja al público. En esa ocasión, me la lanzó a mí. Gracias a Dios era atleta, porque fue difícil de atrapar. Creo que me alcé sobre un niño para poder agarrarla, y todavía la tengo, está en un lugar de honor en mi sala.

Nadie puede negar por todo lo que ha pasado Serena Williams, nadie puede decir que su camino ha sido fácil, o siquiera similar al de sus colegas. Tuvo que romper el legado de racismo en su deporte, y nunca estuvo en igualdad de condiciones, por lo que no se puede negar cuando sobresale. Y lo que pasa con el racismo es que Serena nunca pudo ser solo una jugadora de tenis; tuvo que entrenar duro, ejercitarse y ser una excelente jugadora, mientras lidiaba con microagresiones y el peso del mundo viéndola. Desearía poder simplemente decir que es inspirador; pero, esa parte es desgarradora. Aunque también es algo que aplaudir y promover.

Como mujer afro, me siento especialmente impresionada por la fuerza mental de Serena. Y lo que sucedió con ella es lo que sucede con muchas mujeres afro fuertes y poderosas en todas las industrias. Hay muchísimas cosas que debemos superar, y aun así no se nos reconoce cuando somos excelentes. Así que entro al set como ella entraba a la cancha: con pleno conocimiento de mis habilidades. Como mujer afro, esa es una de las cosas que debes tener interiorizadas en esta industria. Constantemente tenemos que demostrar lo que valemos, demostrar nuestro espacio, demostrar nuestro talento y demostrar que merecemos estar ahí, una y otra vez. Y difícilmente recibes alguna validación por ello. Tienes que mantener esa resistencia para permanecer en la pelea. Esta industria no es para los débiles de corazón, y te derrumbará si se lo permites.

Ahora que Serena está retirada, espero que le dejemos descubrir por su cuenta cómo será el próximo capítulo de su vida. Ha sido extraordinaria por muchos años, y no solo cambió el deporte por completo, sino que cambió la manera en la que pensamos en las mujeres atletas. Se ha ganado el derecho de no hacer nada por el resto de su vida, pero no creo que eso suceda. Solo me queda estar emocionada por ver qué hará ahora. Sé que será algo especial.

Laura Linney

por Ashley Park

CORTESÍA SFFILM FESTIVAL

Nunca antes había estado en una prueba de vestuario o peinado, cuando Laura entró al camerino de [nuestra miniserie de Netflix] Tales of the City. Me daba miedo siquiera saludarla. Me sentía como una impostora, especialmente siendo una joven mujer racializada en la industria, alguien que nunca había trabajado en la pantalla. Cuando se acercó, pensé que estaba en problemas, pero entonces Laura Linney me miró a los ojos y me dijo: “Hola. Felicitaciones, estuviste increíble en tu audición. Si tienes alguna pregunta, problemas, cualquier cosa, no dudes en decirme. Aquí estoy para ti”. Era mi primer trabajo, bien podría haberme ignorado.

Ella creyó en mí antes de Emily in Paris, antes de cualquier cosa. No hubiera tenido idea de cómo hacer la transición de actriz de teatro a cine, si no hubiera sido por ella. Es una mentora única, de las que ven algo en ti, te animan y te ayudan. Jamás había tenido a nadie como ella.

Durante la grabación de Tales, Laura realmente me apoyó, y no solo porque sintiera que debía hacerlo porque yo sería exitosa. Una vez me dijo: “Confía en tu instinto, confía en tu intuición, confía en ti”. Por mucho tiempo tuve la mentalidad de “¿Cómo hago lo que otros quieren que haga, y hacerlo excelente?”, y ella fue una de las primeras personas en decirme: “Oye, confío en ti. Haz lo tuyo, lo harás muy bien”.

Laura te apoya sin segundas intenciones. Era la productora, cualquier cosa que decía, se hacía. El reboot de Tales of the City se dio gracias a ella. Y no tiene la necesidad de que todos sepan lo grande que es, ella intenta elevarnos a su nivel. Eso es lo importante, por esa razón es que es un icono.

Mercedes Sosa

por Silvana Estrada

PUPETO MASTROPASQUA

Mis papás escuchaban a Mercedes Sosa, y sus canciones sonaban en el auto; de hecho, era la música que mi papá ponía cuando me llevaba al colegio. Su voz es una fuerza de la naturaleza que va más allá de la técnica. Cuando canta, es como si cogiera su corazón y lo pusiera en su garganta para que pudiéramos escucharlo, verlo y sentir cada emoción con ella. Tiene una voz que te permite ver el paisaje donde creció, puedes escuchar de dónde viene, a dónde va y para quién está cantando.

Mercedes siempre me ha conmovido, pero el primer momento en que realmente me impactó fue cuando escuché ‘Sólo le Pido a Dios’, en la que canta: “Sólo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente”. Vengo de una parte de México donde hay mucha muerte y violencia por la guerra del narcotráfico. Tenía unos 11 o 12 años cuando escuché esa frase, y entendí ese miedo de no querer perder la capacidad de sentir el dolor ante tanta perdida. Era muy frecuente escuchar hablar de muertes en mi barrio, y en un momento dejó de ser noticia; ahí es cuando Mercedes me conmovió profundamente. También fue el momento en el que me detuve y me pregunté de dónde venía y por qué cantaba eso. Mis papás me explicaron que: “Argentina tuvo una dictadura y Mercedes tuvo que irse, y esta es su historia”. Pienso que el arte viene de una situación imposible, de la necesidad de ser libre, y eso lo hace relevante para cada generación.

Mi generación está muy cansada, sobreestimulada y agotada. Existe la necesidad de volver a la sencillez, la honestidad y la claridad con la que la gente escribía, “Sólo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente”. La gente en México no sabía cómo lucía físicamente Mercedes, su música nos llegó primero, porque existía esa urgencia de la música, de comunicar tristeza o esperanza. Hace poco escuché ‘¿Será Posible El Sur?’, porque la letra es de uno de mis poetas favoritos, Mario Benedetti, y esa canción es muy conmovedora. Y justo acabo de pasar por una ola de violencia y una pérdida que me golpearon muy duro, así que he estado en busca de canciones que me ayuden a no perder la esperanza. Mercedes me ha dado fuerzas y me ha ayudado a seguir.

Lena Dunham

por Bella Ramsey

JEFF VESPA

Conocí a Lena a través de Nina Gold, la directora de casting de Catherine Called Birdy [la película de Lena de 2022]. Conectamos de inmediato, y creo que todos podemos sentir la calidez que emana. Mi primera impresión fue que tenía mucha energía y noté que sentía mucha curiosidad por mí.

En el set, Lena creaba una atmosfera muy positiva, en donde todos éramos valorados por igual, desde el cargo más importante hasta el último, a todos se les dio el mismo trato y el mismo valor. Era un ambiente muy agradable, nadie nunca se sintió fuera de lugar. Lena hace que todos se sientan parte esencial del proceso. Recuerdo verla dominar con mucha gracia y amabilidad todo el set y a todo el equipo que ya se sentía cansado. Es una persona increíble.

Me motiva mucho y me alienta a cuidarme, porque el cuidado personal es algo con lo que luchamos las dos. Ha sido un excelente modelo a seguir en cuanto al cuidado personal, especialmente en un ambiente laboral tan agitado como un set de grabación. Sé que lucha con una enfermedad crónica, por lo que verla decir lo que necesita sin avergonzarse es maravilloso. Es una inspiración total.

Es una persona muy calmada y un huracán al mismo tiempo. Es maravilloso estar en su presencia y ser bombardeada con su energía, de la mejor manera posible. Lena es una persona muy ambiciosa y tiene grandes planes; tiene al menos 10 proyectos en marcha. Me emociona ver qué sale de todo eso y seguir teniéndola como una constante y reconfortante luz guía.

Kim Gordon

por Snail Mail

TSACHA LECCA

Sonic Youth fue una de las primeras bandas que realmente me gustó, y abrió todo un nuevo mundo para mí. Toco música desde que era pequeña, y de inmediato tuve la necesidad de buscar ídolos, y Kim Gordon fue como un faro de luz. Esa fue la primera vez que escuché música no lineal, ruidosa y abstracta, y el ver a una mujer al frente de todo esto definitivamente le hizo algo a mi cerebro. Tenía unos 13 o 14 años. Sonic Youth es una de las principales razones por las que comencé con arreglos alternativos, quería imitarla. Todavía suelo preguntarme: “¿Pensaría Kim Gordon que esto es genial?”. La veo como una fuente de inspiración y un verdadero genio artístico.

Luego leí su libro, Girl in a Band, y me encantó ver todo desde su perspectiva. Algo que me impactó mucho fue la parte en la que habla de las personas que buscan una excusa frente a lo dura que es la música, al notar que hay una mujer y decir: “Bueno, ya no me asusta”. Y ella les responde: “Deberían tener miedo, no estoy aquí para consolar a nadie”. Le di muchas vueltas y siempre volvía al mismo punto: yo. A veces me minimizo con la gente para parecer más agradable. Nadie quiere ser odiado, nadie quiere que otras bandas piensen que eres una perra. Pero Kim Gordon, sin titubear, dice: “Así soy yo”; no intenta ser nada más que eso, y eso es algo muy poderoso.

Kim Gordon es simplemente genial; puede ser tan monótona como expresiva, y en ambos tipos de presentaciones es totalmente única. No la puedes escuchar sin sentirte un poco intimidado. Y el hecho de que no tenga una formación académica en música me parece genial.

Vi a su banda Body/Head en el Ottobar en Baltimore hace unos años, y no podía dejar de mirarla. Es una maestra del feedback. Hacer feedback desde el escenario siempre ha sido una especie de tabú para mí, porque tienes que saber realmente lo que estás haciendo, tiene que ser caótico y controlado al mismo tiempo. Recuerdo verla y pensar: “Su cerebro funciona diferente al mío, pero de la mejor manera posible”. Sabe exactamente lo que está haciendo. Su presencia demanda respeto. Kim es todo lo que solo puedo aspirar a ser.

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