Griselda Siciliani: “Por ahora, mi deseo artístico está en el escenario”

La actriz habló con ROLLING STONE sobre ‘Pura sangre’, la obra que reestrena el miércoles 6 de septiembre, además de su relación con la música, el teatro y la pantalla

Por  JULIETA BILIK

septiembre 6, 2023

“Me gusta mucho el rock nacional, de toda la vida”, cuenta Griselda Siciliani

Gentileza Prensa

¿Volvés con Pura sangre?

Sí, después de un poco más de un año. Desde entonces estoy buscando el hueco para reestrenarla. Es una creación colectiva con Jorgelina Aruzzi y Carlitos Casella.

¿Hay cambios?

Queríamos perfeccionar cosas. Al ser todo nuestro, música, textos, coreografías, durante las funciones nos surgían ideas, momentos para reajustar, aunque la obra es la misma en un 93%. Hay cosas que ahora siento más auténticas, que nos representan mejor. Vamos a hacerla en la sala Pablo Picasso del Paseo La Plaza, donde con Casella hicimos Hermosura de El Descueve, hace años. Por el formato, se ve mucho el piso, entonces a los que andamos ahí, revolcándonos, nos viene bien.

“Casi nunca no estoy trabajando”, dice Griselda Siciliani (Foto: Gentileza Prensa)

¿Siempre tenés la necesidad de autogestionar proyectos?

Es algo que nunca dejé, sobre todo en el escenario. En el ámbito audiovisual no participo de la autogestión: tengo suerte, me convocan para cosas hermosas. Pero mi mundo creativo y mi imaginario nunca están en lo audiovisual. Por ahora, mi deseo artístico está en el escenario. De hecho hice pocas obras comerciales. Desde que empecé con Tan modositas, con Virginia Kaufmann, en 2003, nunca dejé de autogestionarme con mis pares, mi grupo, mis amigos. Después, con Carlitos [Casella] hicimos una dupla muy fuerte: hicimos un espectáculo con Carla Peterson y Anita Frenkel, y ahora llamamos a Jorgelina [Aruzzi] para Pura sangre.

¿Qué parte tuya se expresa en Pura sangre?

Hasta ahora es la obra que más me gustó hacer. Es muy personal y habla de cosas y experiencias personales. No es autobiográfica, pero con Jorgelina Aruzzi y Carlitos Casella, coautores, decimos que tiene mucho de las vidas de los tres, sobre todo la mía.

¿Cómo surgió?

Empezamos a improvisar, ridiculizando situaciones que tienen que ver con los vínculos amorosos, la carencia, el estrago amoroso, de cuando estás en el peor momento. Algo de eso nos guio a cuál era el tema de la obra. Queríamos hablar de muchas cosas, pero el estrago amoroso fue el recorte. El personaje está en ese momento estragada, arruinada, carente, total, y eso, pensado de manera humorística, funciona. Sentíamos que generaba mucha empatía, porque todos estuvimos ahí. Mis amigas me decían: “¿Eso lo escribieron por mí?”. Y yo decía: “No, por mí” [risas].

¿Qué te pasa con personajes como el de Zulema Yoma, en el que evocás a una persona pública?

Es la primera vez que me toca hacer a alguien que existe, pero me di cuenta de que la construcción es muy parecida a la de otros personajes. La diferencia es que esos elementos existen en alguien. Pero a veces uno agarra elementos de alguien que existe y después, bueno, nadie sabe. Pero acá hay una complicidad con el público porque existe también la idea colectiva que tenemos de ese personaje.

¿Qué hacés cuando no estás trabajando?

Casi nunca no estoy trabajando. Por ahí me tomo un mes entre proyectos y lo disfruto mucho. Básicamente es estar con mi hija y hacer vida tranquila. Disfrutar de no estar corriendo, esos tiempos más laxos. Y después ponés primera y arrancás otra cosa. Pero necesito esos altos y bajos.

¿Cómo disfrutan el tiempo con tu hija Margarita [Suar, de 12 años]?

Somos muy fiaca, nos gusta estar en casa. A veces me pongo presión, le digo: “Hija, hagamos un plan”. Pero me dice: “¿Y si nos quedamos en casa y nos vemos una película, dibujamos?”. Nos gusta eso.

Estás cumpliendo dos décadas de carrera profesional. ¿Proyectabas un devenir así?

No, todo me sorprende. Siempre me preparé y estudié mucho, pero nunca tuve la ambición de decir “quiero ser actriz”. Con esa preparación siempre estaba bien, como pez en el agua, en la danza en su momento, y luego empezamos a hacer humor en Modositas y era un espectáculo musical de humor y también se me abrió un espacio. La tele me parecía que no tenía que ver conmigo. De golpe puse un pie en un programa y sentí que me gustaba. Al cine lo venía relegando, siempre que no estaba haciendo un programa o una serie me dedicaba a ensayar con mi grupo. Y un día apareció una película y otra y otra…

¿La primera fue El último Elvis?

Sí, ese fue Armandito [Bo, el director], que tuvo una visión que siempre le agradecí. Totalmente desprejuiciado, me había visto hacer en teatro cosas hiperhistriónicas, muy físicas y osadas. Y me convocó para un personaje de una sutileza que yo decía: “¿Por qué entiende que yo puedo hacer eso?”. Y fue espectacular. Es una película que amo.

¿Qué música escuchás en casa para relajar?

No soy muy de la música de fondo, ¿viste? Soy un poco fóbica de eso, si llego a un lugar y hay música todo el tiempo, me distrae. Me gusta mucho el rock nacional, de toda la vida. Fui por primera vez a ver a Charly a los 13, con mis hermanas, a Ferro. Una locura.

¿Y artistas de ahora?

¿Cosas más modernitas decís? [risas] No me gusta tanto el tipo de música que está de moda. Pero sí me gustan Wos, Nathy Peluso, Rosalía.

Pura sangre se reestrena este miércoles 6 de septiembre en el Teatro La Plaza (Av. Corrientes 1660, CABA). En principio, estará en cartelera todos los miércoles de septiembre. Las entradas se pueden adquirir a través de Plateanet.

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