Es probable que desde el boom del reggaetón en los 2000 y 2010 no se haya visto un fenómeno de la misma magnitud del que está ocurriendo ahora mismo con la música regional mexicana. Los últimos han sido unos buenos años para esta gran sombrilla que abarca la banda y el mariachi, por nombrar algunos, pero su popularidad actual no sería la misma sin la aparición de los corridos tumbados en el mapa.
Natanael Cano se ha consolidado como el precursor de esta música que fusiona lo mejor de los sonidos tradicionales de México con la contemporaneidad del género urbano. Lo más deslumbrante es que su carrera inició cuando tenía 17 años y lanzó su primer sencillo, ‘El de los lentes Gucci’, cuya letra fue una suerte de profecía de lo que vendría para su carrera artística. “Ahí fue cuando yo dije, ‘Algo estoy haciendo bien, algo le está gustando a la gente’”, le dijo a GQ sobre el éxito inmediato de la canción en 2018. “En aquel tiempo no había muchos chamaquitos así como yo, yo era el más joven en la escena. Me tocó arremangarla por ahí”.
Antes de alcanzar el reconocimiento, y luego de aprender a tocar la guitarra y a cantar corridos, dirigía sus esfuerzos hacia la composición para otros cantantes a quienes les vendía las canciones que escribía. De ahí fue escalando poco a poco, y un año después de su debut publicó su primer LP, Todo es diferente (2019). De este disco se extrae ‘El Diablo’, otro de sus temas más populares en el que habla sobre su manera de ver y asumir la fama. La canción pronto llegaría a los oídos de Bad Bunny y en cuestión de semanas, ambos intérpretes colaboraron en el remix.
Cada vez más personas conocían el nombre de Natanael y fue entonces cuando, ese mismo año, se reunió con Junior H, Dan Sánchez y Nueva Era en Corridos tumbados, el álbum que le dio nombre no sólo a un estilo musical sino a todo un movimiento. “Creo que si influimos mucho en cambiar esa parte de la historia, el hacerle saber a la gente que este género está pasado de lanza, que es un género de respeto. Y ya está Número Uno”, afirmó en una charla con El País.
Una vez consolidado el subgénero, y habiéndose posicionado como uno de sus pioneros y más grandes exponentes, solamente le quedaba seguir subiendo. El descanso no era opción, y solamente en 2020 el músico publicó cuatro álbumes más: Corridos tumbados Vol. 2, Trap Tumbado, Soy el Nata y Las 3 Torres. Los éxitos no paraban de llegar, así como tampoco lo hacían las colaboraciones con artistas como Snow Tha Product, Snoop Dogg, Eladio Carrión, Alejandro Fernández, Peso Pluma y muchos más.
A mediados de 2023, Natanael presentó un nuevo trabajo discográfico bajo el título de Nata Montana, la cual recibió elogios del público y los medios, a pesar de la controversia que desató al momento de su primer lanzamiento. En un principio, el álbum estaba conformado por 16 cortes pero su polémica canción con Gabito Ballesteros, ‘Cuerno azulado’, tuvo que ser extraída por su contenido y el disco tuvo que ser relanzado.
Independientemente de las críticas que ha recibido por sus corridos tumbados, el artista ya ha alcanzado el estatus de ícono y a sus 23 años es consciente de que su legado es imborrable, aunque todavía se muestra modesto. “Está padre (…) que la gente siga reconociendo la buena música, la buena vibra, lo que transmiten los corridos”, le comentó a Billboard. “Y qué más que tener buenos exponentes en el regional mexicano como los tenemos ahorita. Yo me siento uno de ellos. Si yo subo, suben ellos; si ellos suben, subo yo”.
En noviembre pasado, en medio de un concierto en el Foro Sol, Peso Pluma lo coronó como “el Rey de la Música Mexicana”. “¡Le guste a quien no le guste, mamones!”, declaró. “Este cabrón pavimentó un camino para que todos estemos viviendo esto esta noche”. El intérprete de ‘Lady Gaga’ no se equivocaba pues Natanael Cano, siendo apenas un joven, dio el impulso que necesitaba una nueva generación de artistas que se ha propuesto poner el nombre de México y su música en lo más alto.
