El legendario artista argentino hace una reflexión profunda sobre los tiempos turbios, post pandémicos y anacrónicos que transcurrimos como colectivo. El oriundo de Rosario no es ajeno al discurso político, líricas metafóricas y la búsqueda incesante sobre una respuesta que prediga el porvenir. No obstante, en su nuevo trabajo discográfico, Los Años Salvajes, Fito Páez logra hacer una descripción detallada sobre la juventud actual, la cual solo pretende estar ‘al lado del camino’.
‘En tiempos donde nadie escucha a nadie’ Páez pretende poner pausa al ruido para recordarnos que ‘Vamos a Lograrlo’ con un LP optimista, que no se aleja de su sonido característico, pero sí explora diversos contextos e instrumentos. El álbum que le sigue a su magistral éxito, La Conquista del Espacio, sigue una serie de ejercicios creativos que se gestaron durante la pandemia, los cuales tuvieron como resultado un proyecto honesto, vulnerable y palpable, el cual nos repite tácitamente que los tiempos luminosos están cerca.
Fito se preocupa por contar una historia, por lo cual este LP es la primera parte de una trilogía discográfica, de los cuales uno será junto a la Orquesta Sinfónica Nacional Checa,y su última pieza, que será compuesta por melodías solo en piano, verá la luz en abril. Pero, volviéndonos a centrar en Los Años Salvajes, es inevitable resaltar que la revolución, el amor y la vida son ítems determinantes en la construcción narrativa que recorre la columna vertebral del disco.
Por un lado hay temas como ‘Caballo de Troya’, el cual es una oda a la protesta social y la importancia de ‘actuar y filosofar’. En esta canción Fito cuestiona a la oligarquía mientras elabora una imagen mental sobre un símbolo de la lucha. De igual forma, está ‘Lo Mejor de Nuestras Vidas’, una canción que emite un mensaje conciso y claro: “La vida no vale nada sin luchar”. A su vez, también examina bajo una lupa que podría aplicar a cualquier contexto latinoamericano, el Capitalismo, la desigualdad de clases y el dolor de las madres que pierden a sus hijos por buscar un futuro mejor; pero tranquilos, porque “mi país es una herida que no para de sangrar” porque “a los pobres palo duro y al cajón”.
Páez también recorre los pazos que trazó en ‘Al Lado del Camino’ con ‘La Música de los Sueños de Tu Juventud’, ya que mira por el retrovisor del tiempo transcurrido a su pasado, su juventud y lo que se esfuma con el viento, pues “la gente se esconde de la libertad”. No obstante, de igual forma se toma el tiempo para cantarle al amor, el que fue y el que aún no ha ocurrido, con canciones como ‘Lo Mejor De Nuestras Vidas’, una composición que ocurre en medio de un monólogo y las líricas potentes de Fito, construyendo a su paso una historia sobre las esquirlas que dejaron los mil ‘Años Salvajes’. De igual forma, comparte este tema junto a Fabiana Cantilo, a quien le rinde un dulce tributo en ‘Encuentros Cercanos’, una pieza que habla detalladamente sobre las vidas paralelas y cómo no estamos solos en la inmensidad.
El argentino no hace nada por casualidad, por lo cual eligió justo el día internacional de la música, el 22 de noviembre, para abrir las puertas de su corazón través de sus composiciones, las cuales no solo demuestran una vez más su habilidad para atravesar líneas del tiempo imaginarias, sino que sintoniza con un artista que ha logrado dejar todo de sí en su arte. Los Años Salvajes es un tributo al Fito de El Amor Después del Amor, sin dejar de lado al Fito de Circo Beat, encontrándose en un mismo punto para seguir escribiendo su propia historia por medio de los 10 temas que componen este álbum.
