Los últimos tres años para Vetusta Morla han tratado de conexiones. En 2021, la agrupación española publicó su álbum Cable a Tierra que, desde su título de algún modo autoexplicativo, enseñaba su interés por adentrarse en las raíces de la música iberoamericana. Más adelante, llegó el momento de presentar el disco en un escenario para intentar transmitirle a miles de personas esta sensación de recogimiento que tuvieron los músicos a la hora de crearlo (el resultado se plasmó en Bailando hasta el apagón). Ahora, casi dos años y medio después de la llegada de aquel LP, la banda se alista para una nueva etapa que también se ha visto permeada por el concepto de “conexión”, pero esta vez visto desde otro ángulo.
Este camino inició en diciembre pasado con ‘La sábana de mis fantasmas’ —canción que llegó como sorpresa en “la noche más larga”, en palabras del grupo— y continuó unos meses después con ‘Puentes’ y ‘Catedrales’. Según le cuenta Pucho, el vocalista, a Rolling Stone en Español, estos dos últimos sencillos enseñan dos caras del sexteto: una más pop con influencias y otra más introspectiva.
“Eran canciones que a priori eran diferentes, pero nos dimos cuenta de que tenían más en común de lo que parecían por su ocasión de unión”, explica Guille, uno de los compositores de la banda. Si bien los temas suenan distintos entre sí a nivel musical, ambos hablan de aquellas estructuras que sirven como vínculo, ya sea físico o espiritual, entre los seres humanos y lo que consideramos superior.
“En realidad se amplía la visión mucho más a que nos une a cualquier otra persona”, profundiza JuanMa, otra de las mentes detrás de las letras. “A veces tenemos la sensación de que las personas estamos metidas en nuestra propia isla y que es complicado conectar con las demás. Pero a veces necesitamos esos puentes, esos nexos inmateriales que nos ayudan a conectar con las demás personas”.
Para Vetusta Morla, los cimientos de sus puentes y catedrales más importantes han sido la música y la amistad, tanto así que Pucho bromea con que se podría hacer un “tratado universitario” sobre todas las conexiones que unen a los seis músicos. “Quizá la música sea lo que hay arriba o lo que se ve por donde puedes pasar, pero lo que hace que los puentes sean firmes son las relaciones humanas y las ganas de seguir juntos más allá del negocio”, añade Guille. Esta capacidad de no solo entender a la agrupación en términos de industria, sino como un proyecto con alma, es lo que la ha mantenido a flote por 25 años y le ha permitido continuar publicando discos significativos y ricos en contenido.
La hora de soltar Cable a Tierra ya ha llegado, y los de Tres Cantos se están preparando para la publicación de su séptimo álbum de estudio que llevará Figurantes por nombre y se publicará el 31 de mayo. Para este nuevo trabajo, el grupo ha retomado su sonido más clásico para impregnarlo de los aprendizajes que ha acumulado lanzamiento tras lanzamiento. Y al contrario de su LP de 2021, para su construcción no hizo un abordaje conceptual y en su lugar permitió que cada canción le “llevara a un lugar diferente”, como apunta Guille.
El disco, además, se desarrolló en medio de la gira más reciente del sexteto, de modo que en medio de sus visitas a diferentes ciudades de España y unos cuantos países de Latinoamérica, sacaba uno que otro espacio para ir al estudio. “Sobre el papel parecía más reto de lo que luego ha sido. Hemos ido por tramos”, sostiene Pucho al preguntarle qué tan desafiante fue girar y crear un disco al tiempo. Al final, para sostener una carrera por tantos años, el atreverse a probar cosas nuevas y el enfrentar temores se convierten en una necesidad.
Ad portas de un LP más, se han “quitado una parte cerebral”, dice Guille, para escribir canciones de una forma más directa, con “menos miedo a tener que camuflar las cosas en metáforas” y sin intentar que todo sea perfecto. Su fórmula está en constante renovación ya que la curiosidad le lleva a lugares que nunca había visitado antes, logrando que su música se mantenga fresca pero siempre honesta.
Pero como lo bueno es temporal —como todo en esta vida—, después de la llegada de Figurantes el sexteto se tomará un receso para “probar durante un tiempo a vivir fuera de la órbita de Vetusta Morla”. La banda decidió darle pausa al ajetreo que venía manejando en los últimos años y aunque su siguiente álbum no vendrá acompañado de una gira extensa, espera estar de regreso para 2026.
