La ola de violencia por la que atraviesa Ecuador ha dejado una nueva víctima a l0 días de las elecciones presidenciales anticipadas. El candidato presidencial Fernando Villavicencio fue asesinado este miércoles nueve de agosto cuando salía de un acto político en Quito, capital de ese país.
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Alrededor de las seis de la tarde, el exdiputado se disponía a subir a su vehículo en compañía de sus guardaespaldas, cuando recibió tres impactos de bala en la cabeza tras desatarse una balacera. Tras el atentado, fue trasladado inmediatamente a la Clínica de la Mujer, en donde se confirmó su deceso.
La Fiscalía de ese país informó que tras una serie de allanamientos en las parroquias de Conocoto y San Bartolo, seis personas fueron capturadas por presuntamente estar involucradas en los hechos. En uno de los inmuebles allanados, las autoridades encontraron un vehículo estacionado que en su interior tenía una maleta cargada con armas y granadas.
En medio del tiroteo, otras nueve personas resultaron heridas, entre ellas dos oficiales de policía y Gisella Molina, una candidata a asambleísta. Según el mismo organismo, el principal sospechoso del asesinato de Villavicencio también resultó herido de gravedad en medio del intercambio de balas con el personal de seguridad, falleciendo durante su traslado a un centro médico.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, condenó el asesinato y envió sus condolencias a la familia de la víctima, a quienes les aseguró que “este crimen no va a quedar impune”. “El Gabinete de Seguridad se reunirá en pocos minutos en Carondelet. He pedido a la presidenta del CNE, Diana Atamaint; a la Fiscal General del Estado, Diana Salazar; al Presidente de la Corte Nacional de Justicia, Iván Saquicela; y a las demás autoridades, de Estado que asistan de manera urgente a esta reunión para tratar este hecho que ha consternado al país”, declaró el mandatario. “El crimen organizado ha llegado muy lejos, pero les va a caer todo el peso de la ley”.
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El asesinato del candidato ocurrió en medio de las campañas para las elecciones presidenciales y parlamentarias extraordinarias que se llevarán a cabo el próximo 20 de agosto. El llamado a los comicios se dio luego de que el presidente Lasso disolviera el Congreso en mayo pasado, justo cuando se preparaba un juicio político para destituirlo por presunta corrupción.
Villavicencio, quien también era activista y periodista, era el segundo favorito para quedarse con la presidencia de Ecuador, después de la abogada Luisa González. A lo largo de su carrera, denunció diferentes casos de corrupción y fue un crítico de Rafael Correa, llegando a ser condenado a 18 meses en prisión por difamación. En ese entonces recibió asilo en Perú.
Una de sus principales propuestas buscaba combatir el narcotráfico creciente en el país suramericano, problemática que se le atañe a la cercanía de su territorio con Colombia y Perú. La violencia ha sido tal que en los últimos cinco años se ha traducido en un aumento de hasta 300% en los homicidios (con información de Bloomberg).
Ocho días antes del crimen, Villavicencio había denunciado nuevas amenazas en su contra y contra su equipo, una de estas provenientes de alias ‘Fito’, líder de la organización terrorista ‘Los Choneros’. “Pese a las nuevas amenazas, seguiremos luchando por la gente valiente de nuestro Ecuador”, escribió el político en su cuenta de X.
