Este artículo fue publicado originalmente en la revista Rolling Stone Argentina #65, agosto de 2003.
Viuda e Hijas de Roque Enroll – Viuda e Hijas de Roque Enroll (Interdisc – 1984)
El poptimismo alfonsinista estaba en su mejor momento, el rock nacional se bailaba por primera vez en las discotecas y Los Twist habían probado que el retro años 50 podía ser hit. ¿Qué faltaba? Un grupo kitsch de cuatro chicas. Desprejuiciadas, con los pelos de colores y con buenas voces, las Viudas impactaron con “Estoy tocando fondo”,”Bikini a lunares amarillo diminuto justo” y “El templo del azulejo”.
Ciudad catrúnica – Viuda e Hijas de Roque Enroll (Interdisc-1985)
Más zarpadas (¿quién no se acuerda del destape?) y más retro, con su segundo álbum las Viudas se cansaron de vender discos y llenar discotecas, teatros y hasta estadios (en sus shows demostraban que, además de graciosas, eran buenas a la hora de tocar y cantar en vivo). La lista de hits es demoledora: “Lollipop”, “Tras la medianera”, “Agitese antes de usar”, “Me dijeron que te diga”…
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Vale cuatro – Viuda e Hijas de Roque Enroll (Interdisc-1986)
Pasada la novedad y conocido el chiste, las Viudas se ponen levemente más serias. En su último disco (después vinieron compilados y reencuentros en vivo sin mayores novedades), el cuarteto intenta reírse de sí mismo (“Somos un invento”), aborda a su modo el feminismo (“Sólo nos quieren para eso”) y se mofa de la institución familiar (“La familia argentina”), pero lo mejor ya pasó.
Montecarlo Jazz Ensamble-Volumen 1 – María Gabriela Epumer, Fernando Samalea y más (Roxy Records/Musimundo – 1995)
Climas jazzy, rimas y breaks de hip-hop en pleno furor mundial del acid-jazz. Las voces indígenas sirven de separadores y la música es aluvional, responsabilidad de un seleccionado de lo mejor y más cool de la escena local: Jorge Navarro, Fats Fernández, los Kuryaki, DJ Zuker, Gillespi, el Zorrito Quintiero y más. Lo recaudado por las ventas fue destinado a las comunidades indígenas del sur argentino.
Señorita corazón – A1-María Gabriela Epumer (Loutec Records – 1998)
La primera letra del abecedario, el número primero: el nombre del grupo nació por sugerencia de Charly. El debut solista de María Gabriela está cubierto de bases electrónicas pero suena rockero (rock alternativo, digamos). Tres muchachos y una dama que canta sensaciones femeninas como en susurros. El cover: “No te animás a despegar”, de papá García, en plan trip hop.
Perfume – María Gabriela Epumer (DBN-2000)
Un ejército de invitados (Charly, Fito, Robert Fripp, Bochaton, y más) y un booklet delicado para el mejor disco solista de Maria Gabriela. Canciones redondas, estribillos pegadizos, rock, bossa, sonidos Fripp, foxtrot, pop, y tres covers que son casi declaración de principios: “Canción para los días de la vida” (Spinetta), “Quiero estar entre tus cosas” (Melero) y “¡Ah! Te vi entre las luces” (García, de La Máquina de Hacer Pájaros).
Pocketpop – María Gabriela Epumer (Pop Art-2001)
Dos de sus mejores canciones aparecen en este EP que contiene precisamente eso: sólo dos temas: “Despacio” y “Día de amor”. La yapa es fantástica: un track interactivo para entrar en el cuarto de Mapu, la muñeca, y ayudarla a vestirse. Los dibujos de Mariela Chintalo (compañera de María Gabriela en la banda de Charly) son simples y lindísimos. Y el diseño de la cajita, de Mariano Lucano, resultó uno de los mejores de aquel año.
The Compilady – María Gabriela Epumer (Mapudiscos – 2002)
Un compilado tan delicado como su autora, con perlitas de sus discos solistas, remixes, algún inédito y seis videoclips encantadores (en especial, los animados). Guitarras con mil sonidos y esa voz de eterna melancolía que vamos a extrañar casi sin darnos cuenta.