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El agua dulce está en peligro en el planeta y nosotros también

La defensa del agua en medio de la crisis socioambiental que vivimos, exige cambiar la mirada sobre la naturaleza como un recurso, y defenderla como el elemento vital para nuestra existencia

Por  ROLLING STONE

marzo 22, 2023

BiodiversidadLA

La Comisión Global de las Economías del Agua (GCEW, por sus siglas en inglés) anunció que para 2030 habrá un déficit del 40 % del suministro de agua dulce en el mundo. En su más reciente informe, cuentan además que más de dos mil millones de personas todavía no tienen acceso a agua potable y que cada 80 segundos, un niño o niña menor de cinco años muere por enfermedades causadas por agua contaminada.

El agua dulce, aquella que nace en las montañas y páramos y que corre por las vías subterráneas, es la principal fuente para el sostenimiento de la vida de muchas especies, incluyendo la humana. Como la UNESCO ha explicado, el agua subterránea es invisible, pero su impacto es visible en todo el mundo, por eso todo lo que hacemos en la superficie importa bajo tierra.

En América Latina, la distribución geográfica del agua es desigual. Algunos países cuentan con grandes fuentes hídricas, como Brasil y Colombia, mientras que otros como Chile y México se consideran países con mayor vulnerabilidad al estrés hídrico. Otras zonas de la región o bien tienen grandes territorios desérticos, o una gran presión por el consumo doméstico, minero, industrial y agrícola, lo que afecta la cantidad de agua dulce disponible.

Incluso, aunque haya una gran capacidad de producción de agua, la distribución de la misma al interior de estos países es desigual. De acuerdo con el Banco Mundial, por ejemplo, Colombia es rica en agua, pero esa riqueza no llega a todos los colombianos. Aunque es uno de los nueve territorios del mundo con mayores recursos de agua, un tercio de su población urbana está afectada por estrés hídrico.


Cada 80 segundos, un niño o niña menor de cinco años muere por enfermedades causadas por agua contaminada en el mundo.


Las perspectivas para enfrentar la crisis ambiental que involucra al agua son múltiples. Un sector importante considera el agua como un recurso que debe ser mejor administrado. En esa línea se encuentran organismos como el Banco Mundial, el CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y la misma GCEW, que reúne a expertos en el manejo de agua desde la economía. Algunas de sus propuestas apuntan a que el déficit de infraestructura, de capital humano, institucional, financiero y de gobernabilidad de un país, lleva a situaciones de escasez, más allá de la presencia del recurso, como lo expone el CAF.

Otras aproximaciones al problema del agua reconocen la gravedad de la crisis, pero apuntan a otras formas de resolución. Marwi Perdomo, activista ambiental en Colombia, hace parte del movimiento social por la defensa del agua. Junto a otras defensoras del agua, ha trabajado en la exigencia a los gobiernos para hacer cambios que hagan frente a la crisis socioecológica mundial y ante la cual América Latina no es inmune. Para Marwi y una gran parte de los activismos ambientales, el cambio debe ser estructural, pues el modelo económico que prevalece ha generado una sociedad de consumo que es causante de la crisis. En otras palabras, el capitalismo se alimenta del agua.

Desde esta visión, la defensa del agua no se puede concebir sin la defensa del territorio y de los derechos humanos. Al ser voces incómodas para proyectos económicos de alto nivel, los liderazgos ambientales han sufrido amenazas, violencia y ataques sumamente graves. En este aspecto, América Latina tiene una historia amarga llena de nombres como el de Berta Cáceres en Honduras, Bruno Pereira en Brasil o el del niño indígena ambientalista, Breiner David Cucuñame en Colombia, que fueron asesinados por sus luchas. De hecho, América Latina es la región más letal para los defensores de la tierra, según la organización Global Witness.

“Estas luchas antiextractivistas y antifracking son sumamente importantes, porque lo que hacen es ayudar a que se detengan proyectos que van en contra de la vida y que atentan directamente contra estos ecosistemas tan importantes como los ríos, las ciénagas, los páramos”, dice Marwi Perdomo. Esta lideresa es consciente de los peligros que acechan a las personas que hacen este tipo de reclamos sociales, pues Colombia encabeza la lista en países inseguros para los defensores ambientales. No por esto, esos activismos se callan. Y es que Colombia tiene la gran paradoja de contener muchas fuentes hídricas, pero no tiene las tecnologías y los protocolos para cuidarlas, algo urgente frente a la crisis climática y a la destrucción de ecosistemas donde se origina el agua dulce.

Marwi menciona otra paradoja de la crisis climática que vive América Latina, y muy especialmente Colombia. Mientras hay distintos factores que atentan contra las fuentes de agua dulce, el aumento del nivel del mar por el derretimiento de los polos, tanto en el Atlántico como en el Pacífico, muestra que “aunque somos ricos en agua, debemos mitigar las consecuencias del exceso de agua en los mares que pueden afectar a los territorios aledaños y sus poblaciones”, comenta.

Ante los peligros sobre ecosistemas de gran fragilidad como los páramos, la líder ambiental hace un llamado a que exista una delimitación y leyes que defiendan estos ecosistemas, a la vez que se frenen los proyectos extractivos, como la minería a cielo abierto, por sus daños irreparables sobre el agua. Por esto, a propósito del Día del agua, dice que el recordatorio debe estar en el cambio de mirada sobre la naturaleza como un recurso, algo que se fomenta si se sigue pensando que la especie humana es el centro de la vida y lo demás está a su servicio y disposición. “Reconocer que estamos interconectados con la naturaleza y que el agua es el bien más importante y más sagrado de la humanidad, nos hará entenderla como parte nuestra. Somos un gran porcentaje de agua y si no abandonamos esa visión antropocéntrica que ve el agua como algo que nos pertenece, no nos daremos cuenta de que es vital para nuestra existencia”.

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