Apenas después de arrancar su show en el Lollapalooza Argentina con «Hello Cotto», Duki levantó la vista, vio la impresionante cantidad de gente que se había acercado a su escenario (básicamente todo el público del festival que había en el Hipódromo de San Isidro para las 7 de la tarde del viernes) y se quebró. «Este era el sueño de un par de pibitos que pensaban que esto era imposible, y ustedes lo hicieron posible», dijo casi llorando. «Así que gracias, amigos, los amo».
En el show más convocante de su carrera, Duki repasó toda su obra, desde los temas oscuros y agresivos que sentaron las bases del trap argentino («Tumbando el club», «Si te sentís sola», que sonaron especialmente poderosos gracias a una banda rockera que tiene al ex A.N.I.M.A.L y Carajo Andrés Vilanova en la batería), hasta los hits de su reciente Temporada de reggaetón («Top 5»), pasando por «Como si no importara» y “Esto recién empieza”, con su novia Emilia Mernes, probablemente el momento más celebrado de esta edición del Lolla.

La convocatoria y lo que generó Duki en este Lolla entre el público también se reflejó en las veces que él tuvo que parar su show para que atendieran a las personas del público que se desmayaban o no soportaban la presión contra la valla. Pasó en más de una oportunidad a lo largo de su set. “Nos quedan dos temas más”, acotó a modo de ruego a sus fans, como para terminar una presentación inolvidable sin nada que lamentar.