Guns N’ Roses y su equipo directivo se enfrentan a una nueva demanda presentada por la fotógrafa Katarina Benzova, llena de acusaciones por derechos de autor y acoso sexual en espacio laboral.
La demanda de Benzova sostiene que GnR y su empresa de gestión, Team Brazil, “reclamaron falsamente la propiedad” de varias de sus fotografías, lo que dio lugar a una infracción “generalizada” y a usos no autorizados en medios impresos y digitales, campañas publicitarias y otros medios.
Benzova también alega que el mánager de GnR, Fernando Lebeis, le hizo “numerosas insinuaciones sexuales no deseadas”. En la demanda señala que Lebeis cometió “acoso sexual sistemático y generalizado” en un “entorno de trabajo que carecía por completo de política de acoso sexual, manual de acoso sexual, formación sobre acoso sexual y departamento de recursos humanos”.
La demanda llega varias semanas después de que Guns N’ Roses presentara su propia denuncia contra Benzova, señalando que “registró indebidamente” sus fotos de la banda en la Oficina de Derechos de Autor y ha “alegado falsamente infracción de derechos de autor contra varias personas y entidades”. La agrupación busca una declaración de que los registros de Benzova son “inválidos” y que ella no tiene “ningún interés de propiedad en los derechos de autor de las fotografías y vídeos en cuestión”.
En un comunicado compartido con Rolling Stone, Guns N’ Roses dijo: “La Sra. Benzova fue contratada inicialmente para proporcionar servicios de fotografía de gira para Guns N’ Roses en 2010. Trabajó con la banda durante 12 años y fue pagada y tratada extraordinariamente bien. Fue sólo después de que sus servicios fueran interrumpidos en 2022 cuando intentó reclamar la propiedad de las fotos, que su contrato establece claramente que son propiedad de la banda. La agrupación se toma muy en serio este tipo de reclamaciones, sin embargo, todas las pruebas demuestran que estas acusaciones son categórica e inequívocamente falsas. Esta respuesta por su parte llega después de que la banda iniciara un proceso contra la Sra. Benzova por afirmar falsamente la propiedad de las fotos”.
Según la demanda de Benzova, trabajó regularmente para Guns N’ Roses como freelance durante 12 años, fotografiando “364 shows o 30 espectáculos extendidos” de las giras de la banda entre 2010 y 2022. Durante ese tiempo, trabajó en gran medida sin un contrato formal y solo tuvo uno durante 18 semanas.
Benzova afirma que durante el “periodo sin contrato” fue la única propietaria de sus fotografías y ha conseguido 180 registros de derechos de autor por su trabajo. Reconoce que, durante el “periodo contractual”, “no necesitaba autorizar ni aprobar” ninguna comercialización de sus fotos porque eran “un trabajo por encargo” según los términos del contrato.
Pero, según Benzova, durante el periodo sin contrato, Guns N’ Roses y Team Brazil “comercializaron al menos 145” de sus fotografías “sin su autorización, permiso y en contra de su consentimiento e intención objetivamente manifestada”. Dijo que esas fotos fueron reproducidas, exhibidas públicamente y utilizadas para crear anuncios.
También afirmó que los demandados “reivindicaron falsamente la propiedad” de sus obras, lo que dio lugar a “una infracción generalizada por parte de terceros y al uso no autorizado de las fotografías de Benzova” en diversos medios de comunicación, campañas publicitarias, museos, exposiciones, sitios web, DVD, CD e “incluso como reclamo para un servicio de suscripción caro y exclusivo”.
Además de esas 145 fotografías, Benzova afirma que hay al menos 10 (y posiblemente más) fotografías que han sido infringidas desde abril de 2020. También busca una orden judicial “que la declare única propietaria” de todas las fotografías que tomó desde 2010, cuando no trabajaba bajo un contrato escrito con GnR.
La demanda de Benzova continúa afirmando que era “el hábito y la práctica habitual” de GnR y del Team Brazil “infringir” sus derechos de autor y los de otros. Dijo que Lebeis “admitió una vez haber faltado al respeto e infringido” sus derechos de autor en relación con un calendario “en el que no se le dio crédito”.
También afirma que durante una disputa en noviembre de 2016, Lebeis admitió haber “infringido a sabiendas e intencionadamente” sus derechos de autor, “declarando que lo sabía pero que era demasiado perezoso para darle crédito”. Además, Lebeis supuestamente le dijo una vez a Benzova, “que no necesitaba crédito porque todo el mundo ya sabía que ella era la fotógrafa de Guns N’ Roses”.
En adición a esto, Benzova afirmó que Lebeis “mentía con respecto a la propiedad de las fotografías” en un presunto esfuerzo por “confundir y menospreciar a Benzova haciéndole creer que no tenía derecho, poder o control sobre sus propias fotografías”. Benzova alegó que cada vez que intentaba enfrentarse a Lebeis por este asunto, él “habitualmente le daba evasivas”, la “gasificaba” o la “manipulaba psicológicamente” para “hacerle creer que no era la propietaria” de las fotografías.
En cambio, la demanda de GnR contra Benzova describe que, en 2010, Benzova firmó un “acuerdo de compromiso por escrito” en el que declaraba que uno de los afiliados de gira de la banda, Waterhead, sería el propietario de los derechos de su trabajo. La banda alegó que los términos de ese acuerdo fueron “ampliados por una modificación oral totalmente ejecutada”, ya que Benzova continuó trabajando con GnR a lo largo de los años.
Además, GnR alegó que Benzova firmó nuevos “memorandos de empleo para miembros del equipo” en 2016 y 2021. En ellos supuestamente se estipulaba que los derechos de autor de su trabajo pertenecerían a otra filial de GnR, Gundam Productions.
En cuanto a los señalamientos de acoso sexual de Benzova, afirma que el mánager de GnR, Lebeis, la acosó sexualmente de forma “repetida y constante”. El primer supuesto caso de un
“avance sexual físico no deseado” se produjo en 2016, con Lebeis “forzándose sobre la Sra. Benzova, tratando de obligarla a besarlo”.
Después de que Benzova rechazara a Lebeis, ella afirma que él procedió a mostrar “hostilidad y agresión” hacia ella de maneras alternativamente sutiles o “abiertas y groseras”. Por ejemplo, acusó a Lebeis de decirle “que la quería en más de 500 ocasiones”, así como de enviarle mensajes de texto lascivos o gráficos, incluida una “imagen obscena que mostraba un cunnilingus” y otro vídeo “sugerente de zoofilia”.
Benzova también acusó a Lebeis de intentar una vez entrar por la fuerza en su habitación de hotel después de que ella rechazara sus peticiones de beber vino con él a las 6 a.m. En otro supuesto incidente de mayo de 2018, Benzova afirmó que Lebeis intentó forzarla y “continuó presionando a Benzova para que sucumbiera a sus demandas sexuales durante 10 minutos: tocándola físicamente, coaccionándola, tratando continuamente de forzar a Benzova en un callejón oscuro fuera de su casa”.
Benzova dijo que este incidente fue la última vez -fuera de unas pocas pausas para fumar- que estuvo a solas con Lebeiz. “Benzova hizo un esfuerzo consciente para no estar a solas con Lebeis porque su acoso sexual grave y generalizado la hacía sentir insegura”, afirma la demanda.
Como resultado de los rechazos de Benzova, según la demanda, Lebeis presuntamente se propuso a “demostrar su dominio” sobre ella “a través de otros medios”. Supuestamente redujo la remuneración de Benzova, retuvo el dinero que se le debía, la “degradó” a hoteles más baratos (incluso una vez en la que tuvo Covid-19), le exigió que pagara los vuelos que el Team Brazil ya había acordado pagar, y retuvo intencionadamente sus créditos fotográficos.
