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Déjate llevar por las olas y sumérgete con Juliana en Mar adentro

Entre la arena, el agua y la pesca, la cantautora colombiana creó un trabajo que va más allá de la música

Por  MELISA PARADA BORDA

noviembre 2, 2023

La cantautora colombiana Juliana publicó su nuevo álbum, Mar adentro.

Cortesía prensa

En el calendario de Juliana, la equis que marcaba el 12 de agosto significaba un día que quedaría impreso en su memoria. Ese sábado, miles de personas vestirían sus mejores outfits, maquillarían sus narices con flores y prepararían pancartas originales para reunirse en un mismo lugar en donde verían a su artista favorita. 

Del otro lado estaba ella, sintiendo cómo la emoción y la ansiedad se acumulaban en su cuerpo. “Fue un día bien turbulento. Fue un día que nunca se me olvidará”, recuerda. “Siento que cuando hay tanta energía moviéndose hacia un propósito, todo lo que está alrededor también se mueve”.

En la noche todo salió bien. En el teatro las luces se apagaron, los gritos comenzaron y en las pantallas se proyectó el breve video ensayo que explicaba por qué el show había sido bautizado “Florecer”. En voz en off se escuchó la reflexión de Juliana sobre la naturaleza tan diversa de las flores y cómo allí había espacio para todas ellas. Ya había llegado la hora y ella, vestida de plateado, emergió entre unos pétalos rodeada por sus bailarines. Entre el público había personas que habían viajado desde otras ciudades y países a Bogotá sólo para verla. “Esto tiene que salir 10 veces mejor de lo que yo esperaba para poder devolverle a esta gente su tiempo y que sea una noche que nunca olvide”, pensaba. El llanto, las sonrisas y los abrazos se veían por el recinto canción tras canción, ya fuese ‘Cóseme’, ‘Corazón en crisis’ o ‘Narices frías’.

Un par de semanas antes de la presentación, la cantautora colombiana había anunciado la llegada de su siguiente álbum, Mar adentro, en compañía de un bolero apasionado llamado ‘Cuando te encuentre’. Esa fue la primera muestra de un proyecto en el que tanto ella como su equipo habían estado trabajando desde enero pero cuyo origen se remonta a un tiempo atrás en San Andrés. “Ese lugar se volvió como mi paraíso en la Tierra”, afirma refiriéndose al que fue su hogar por varios años.

Entre sus ires y venires a la isla, en una ocasión se sentó a hablar con una mujer que vendía comida en el malecón, quien le contó la historia de su esposo pescador que un día salió de pesca y nunca más regresó. Juliana, que posee una habilidad particular para narrar historias a través de su música, tomó aquella experiencia para coescribir ‘Joaquín’ junto a Daniela Cabrera. “Siempre supimos que esa canción era el punto de partida de algo más grande”, añade sobre el corte incluido en su LP debut de 2021.

No hacía mucho que la artista publicaba un trabajo discográfico, ya que en 2022 presentó Dos dos dos, que también estuvo cargado de simbolismo. Sin embargo, solo bastó una propuesta de escribir un libro para que se animara a hacer un disco más en poco tiempo. Entonces llegaron las preguntas sobre de qué trataría. No podía ser una autobiografía, pues aún era muy joven. La respuesta fue una historia de amor entre Mar, una joven bogotana de 22 años, y Joaquín, un pescador isleño. Pero lo simple no tiene cabida en la carrera de Juliana, de modo que decidió crear un álbum cuyas canciones fueran la banda sonora de cada momento clave de su relato.

Ya todo estaba decidido, pero no podía hacer música sobre San Andrés desde Bogotá, por lo que tomó un vuelo hacia el archipiélago junto a Cabrera, su productor y gran colaborador Nico Legreti y su videógrafa. “Esto tiene que ser como cuando las bandas en los 80s se encerraban en el granero a escribir sin ningún tipo de influencia”, comenta la cantante. “Yo era la que manejaba el itinerario, la que llamaba a los pescadores y cuadraba a qué horas iba porque yo también necesitaba tener ese contacto directo para poder terminar de escribir el libro”.

Legreti explica que cada una de las canciones que conforman este EP nacieron en la isla, donde también se grabaron algunos coros cantados por niños y líneas de instrumentos. “La música la hacíamos casi que en la playa y en mil lugares. Si no íbamos, no había manera de que la música saliera porque cada lugar tiene su vibra y su historia”, apunta, destacando que Mar adentro es un disco hecho completamente por seres humanos y manos colombianas.

“Este álbum no solamente es una historia de amor, cada canción cumple una función y es un homenaje también al ritual de la pesca, a lo artesanal, al ritual del hombre”, sostiene Juliana. “Se ha vuelto como un homenaje al quehacer del humano. Por eso la decisión artística de este álbum es que fuera tan artesanal como lo es la pesca y que fuera tan real como es el nylon y las canoas”.

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Un mes después del show tan especial que ofreció en la capital colombiana, nos reunimos con Juliana y Legreti en su estudio de grabación al norte de la ciudad para tener esta conversación. Después de charlar sobre sus recuerdos en el viaje a San Andrés, cómo se dio la producción del disco y escucharlos a ambos echarse flores entre sí –los dos sostienen una relación creativa que ha dado fruto a proyectos grandiosos–, no podían dejarnos sin antes darnos un abrebocas de lo que vendría.

Era la primera vez que le enseñaban a alguien externo a ellos la música que habían creado con tanto amor y tanto esfuerzo. En unos parlantes comenzó a sonar ‘The Heaven’, un reggae que lleva el nombre de la discoteca en la que los protagonistas del libro se ven por primera vez. Le siguió ‘Paciente’, cuyos coros incrementan la tensión que finalmente se libera en ‘Mar adentro’, tema que Juliana describe como “un bambuco que no suena enteramente a bambuco” y en el cual los dos personajes hacen el amor.

“Una de las cosas que nos dijeron al principio [del viaje] fue: ‘Vayan con los ojos abiertos y los oídos abiertos’”, recuerda el productor. “Cada cosa que escuchábamos, que sonaba un poco a San Andrés, la grabamos con el celular. Todo nos fue inspirando a traerlo acá y hacerlo sonar como la isla”. Por esta razón, ningún instrumento o sonido fue incluido al azar en el disco. En cambio, fue pensado minuciosamente para que se entendiera que la elección del archipiélago como locación para la historia no fue un recurso estético, sino una parte fundamental que guarda un trasfondo sólido y profundo.

“Estábamos tan conectados con la isla y el cosmos estaba tan dispuesto para que nosotros cuatro estuviéramos ahí, que la música habló por sí sola”, destaca Juliana. “El 75% de los personajes que vas a leer en el libro están inspirados en las vivencias de esos seis días”. Sin contar ‘Joaquín’, el libro fue el principio de esta travesía pero será el último en llegar, pero mientras tanto, el álbum puede escucharse desde ya.

Pero para hacer de esta experiencia una más inmersiva, al proyecto lo acompaña un documental que registra todo el proceso creativo. Para su Listening Experience previa al lanzamiento, tuvimos que trasladarnos a un lugar más central de Bogotá. Allí, sobre un suelo cubierto de arena, estaba posado un cubo enorme cuyas paredes servían de pantallas para poder entender qué momentos, qué sonidos, qué ambiente y cuáles personas dejaron su marca en Mar adentro. En el medio, estaba Juliana, quien interpretaba mediante su cuerpo cada una de las canciones que se iban presentando.

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Luego de años de trabajo en la televisión y en el teatro musical, Juliana lanzó su primer sencillo en 2016 (‘Enséñame’), pero tardó casi cuatro años más en formalizar su carrera como cantante. Primero llegó el EP Dos y veintidós (2020), luego su LP autotitulado en 2021 y al año siguiente, Delirante y Dos dos dos. Su trabajo se ha mantenido constante, hecho que le atañe a su habilidad para interpretar y reinterpretar las historias tanto propias como ajenas, al igual que al hecho de haber acumulado tantos años de querer hacer música y no poderlo hacer por completo.

La variedad también está presente a lo largo y ancho de todo su catálogo, en donde se pueden encontrar piezas de pop, salsa, bachata y bolero. Nunca ha sido una artista que pueda encasillarse en un solo género musical y con su nuevo álbum, aquella cualidad que tanto la ha caracterizado continúa presente. “Yo, de verdad, nunca he querido sorprender a nadie con absolutamente nada de lo que hago. Yo he querido cumplir mis sueños a mí misma y por ende han pasado otras cosas”, aclara, refiriéndose a que su música nace orgánicamente y no partiendo de ninguna pretensión. “Es como ese concepto de seguir el corazón y seguirlo sin importar si es el camino más largo, si es más difícil o si es un poco más abstracto para los demás. Nunca nada es más ni menos que el otro, simplemente cumple funciones diferentes y la música es eso”.

Después de Mar adentro, el álbum, la artista dice que sus esfuerzos irán dirigidos hacia la publicación del libro y sus conciertos fuera de Colombia. Y aunque en un punto de la conversación afirmó que quizás se tomaría un descanso de lanzar más música, al final expresó sus deseos de trabajar en el que será su cuarto álbum de estudio. Pero entre sus planes fijos y aquellos tentativos, hay algo que siempre tiene en mente y cuya idea se reforzó en su visita a San Andrés.

Como una señal del universo, antes de abordar el avión, Juliana se acercó a una librería, agarró un libro aleatorio que terminó siendo uno del Papa Francisco y lo abrió en la página 22. En un párrafo leyó una reflexión sobre cómo el ser humano nunca tiene tiempo para sí mismo ni para apreciar aquello que sí es fundamental en la vida. “Decía: Realmente tú te estás salvando a ti mismo cuando te regalas ese tiempo de poder ver y hablar con los demás”, cuenta. “Este viaje me enseñó eso. Las canciones más lindas y las historias más importantes salieron en momentos en los que nos tomamos el tiempo de compartir con las personas y de vivir, de pescar, de meter las manos y hacer parte de eso. Mi filosofía en la vida es, a pesar de todo lo que pase, no olvidarse de las cosas importantes”.