Desde el primer verso del primer tema de su primer disco (“Nací en el 63, con Kennedy a la cabeza”) hasta su más reciente álbum de piano y voz en el que recuerda con nostalgia la niñez en Rosario (“Tuve una infancia sin madre/ Con primos corriendo aquí y allá/ La casa quedó vacía/ Cómo te extraño papá”, canta en “Hogar”, de The Golden Light), Rodolfo Páez nos contó toda su vida a través de las composiciones. Sus pasiones, sus inseguridades, sus tragedias, sus triunfos, sus influencias, sus amores y sus amores después de sus amores, al mismo tiempo que, entrelíneas, dejaba un retrato de la Argentina de los últimos años.
A lo largo de cuatro décadas Páez puso sus canciones en tu walkman, en tu discman y en tu playlist también y se convirtió en uno de los músicos populares más relevantes del país. Arriba y abajo del escenario. Porque Fito no solo abrió su corazón en cada verso, sino que acompañó a su obra con un discurso multidireccional, social, político y cultural, sin esquivar polémicas, que ha quedado plasmado en infinidad de entrevistas.
En la nueva edición de los bookazines de Rolling Stone, que ya se puede conseguir en los kioscos, se puede encontrar a Páez, en primera persona, hablando de los días de adolescencia, de su irrupción en escena como motor compositivo de la Trova rosarina, de la inocencia de sus primeros discos, del drama personal hecho canción, del éxito y de los fracasos; mientras revela secretos de su composición, recuerda a los amigos que ya no están, remarca el impacto que tuvo y tiene Charly García en él, reivindica la paternidad y ofrece su mirada política de un país siempre al borde de un ataque de nervios.
Su voz, sus reflexiones y análisis, sus puntos de vista acerca de la música y de la vida, dejan expuesto el pensamiento de un artista todoterreno. “Fito es como un renacentista que quiere abrevar en todos los pozos y en todos los aljibes, bañarse en todos los ríos, sacar cosas de todos los libros y meterse en todas las películas”. Así lo definió el escritor Rodrigo Fresán en 1999, en la primera portada del músico para Rolling Stone.
Como complemento, este bookazine ofrece un recorrido por su prolífica discografía, sus grabaciones en vivo, sus películas y sus libros, y un registro fotográfico implacable a cargo de grandes fotógrafos que estuvieron cerca de Páez en toda su carrera (con una gran cantidad de fotos inéditas).
Esta es la historia de un músico que vino a ofrecer su corazón y que murió y resucitó una y otra vez. Porque, como confesó en su última entrevista para la revista, en los primeros días de pandemia, “la redención es importante, siempre hay una segunda oportunidad, un renacer, un resucitar. Eso está en mí y lo quiero transmitir. Es una opción que hay que aprovechar. Porque muchas personas no tienen esa posibilidad, entonces si uno la tiene hay que aprovecharla, porque es hermosa. No todo está perdido, sería el mensaje. Diría que casi todo lo que he hecho está ligado a la idea de una redención, de la posibilidad de una salvación… en vida, por supuesto. Para la eternidad ya tendremos tiempo”.
