Billie Eilish es una artista que siempre es fiel a sí misma y no le tiene miedo a la vulnerabilidad. Su último álbum Happier Than Ever cuenta el cambio de la adolescencia a la adultez y cómo ese proceso de crecer la ha llevado a darse cuenta en quiénes puede confiar, a quiénes pudo perdonar y cuáles son las cosas que espera lograr en un futuro cercano. Con ese desparpajo, en una entrevista con Howard Stern para la cadena de radio SiriusXM, Billie contó que su álbum era algo así como una carta a sí misma.
A propósito del álbum, Howard Stern le preguntó por ‘Male Fantasy’, una canción en la que Billie canta sobre el impacto que la pornografía tuvo en su vida. “Home alone/Trying not to eat/ Distract myself with pornography/ I hate the way she looks at me/ I can’t stand the dialogue/ She would never be/ That satisfied, it’s a male fantasy” (Estoy sola en casa y no quiero comer, me digo a mi misma que me voy a distraer, veo pornografía. Odio la forma en la que ella me mira, no soporto el diálogo. Sé que ella nunca estaría satisfecha, es una fantasía masculina). Eilish cuenta que haber estado expuesta a ese contenido violento desde los once años la llevó a tener una idea distorsionada de la sexualidad y el placer.
La artista también comentó que haber consumido pornografía le dió pesadillas y que fue en parte por eso que al principio de su carrera hizo todo lo posible para evitar la hipersexualización de su cuerpo. Para Billie esa experiencia la llevó a reflexionar que: “Como mujer, creo que el porno es una vergüenza. Solía ver mucho porno, para ser honesta. Creo que realmente destruyó mi cerebro y me siento increíblemente devastada por haber estado expuesta a tanta pornografía. Ninguna mujer se ve así o disfruta así.”
