[Fuera del radar] La última frecuencia del desierto, el rescate de The Triffids y la nueva pieza de un ex Don Cornelio

Una selección de sonidos nuevos y alguna que otra reedición para oídos atentos y amantes de los sonidos profundos

Por  JOSÉ BELLAS

agosto 10, 2024

The Triffids, la banda australiana liderada por David McComb.

¿Un My Life in the Bush of Ghosts sobre el conflicto en Gaza? Un poco, porque el dúo local Diazckovic-Nicodemo (los nombres propios por detrás del alias Trabajos Prácticos) procesa rocas, viento, aire y arena para componer un corpus. Pero, a diferencia de aquella obra de Eno-Byrne, aquí no hay posmodernidad ni collages mediáticos, sino una tormenta de fuentes naturales y tecnología.

El peso de las piedras es lo que ellos mismos proponen: “una radio rota que sintoniza la última frecuencia del desierto”.

A propósito de desolación, dice la leyenda (y los mapas) que la australiana Perth es la ciudad más aislada del mundo. Desde allí, en los 80, surgieron los formidables Triffids, que en 1987 titularon su cuarto álbum con la palabra que definía una sensación de los marineros en altamar, cuando en pleno delirio imaginan el agua como campos verdes: Calenture.

El genio compositivo de David McComb (1962-1999) comandó a esta banda de canciones redondas como un sol poniente, ahora reeditada en vinilo.

El tema intitulado de aquel disco, un tango si así lo tocaran los Bad Seeds, marida con lo nuevo de Los Crayones Orquesta, a cargo de Federico Terranova (ex-Fernández Fierro). “Los viajes de Agesilao” es el tercer movimiento de un concierto para violín y orquesta de tango que asoma por entregas.

Con la duración de un single, el violín del ruso Alex Musatov y el contrabajo del gran Federico Ghazarossian (Don Cornelio) es una pieza movilizante a la memoria de Agesilao Ferrazzano, prócer de nuestra música ciudadana.