Hay una trampa en esa pregunta angustiosa que da título al nuevo libro del periodista y divulgador Juan Ruocco. Sí, es cierto que los memes se convirtieron en la herramienta preferida para difundir discursos marginales e intolerantes en la discusión política en Internet. Pero pensarlos sólo como una amenaza para la sociedad sería de un reduccionismo estéril, incluso contraproducente. Por suerte, ¿La democracia en peligro? es otra cosa. La pregunta, más bien, hay que leerla como la expresión de una incredulidad, una invitación a tratar de entender.
Con el ímpetu y la curiosidad de un investigador-filósofo, Ruocco recorre un abanico que va desde discusiones epistemológicas hasta invocaciones a cultos esotéricos en pos de definir qué es un meme, cómo funciona y por qué se convirtió en un arma discursiva.
La primera parte se dedica a pensar el meme como objeto de estudio de la comunicación. Si bien puede ser algo farragoso, resulta fundamental para entender este artefacto cultural que depende de la copia, la réplica y la deformación como herramientas de supervivencia.
En los capítulos siguientes el autor se adentra en el barro: en sus distintas iteraciones como burla, arma para la ironía y artefacto cuyo significado es terreno de disputa, el meme muta y se convierte en una herramienta de comunicación política de primer orden. Es el momento más tenebroso del libro porque, bien temprano, se volvió el recurso preferido de personajes tan variopintos como glorificadores del nazismo, asesinos en masa y ecofascistas.
Ruocco propone un viaje fascinante: nunca se deja arrastrar por la creciente sensación de horror que produce leer cómo se retroalimentan los memes y los actos de estos personajes macabros, sino que desmenuza cada instancia y le otorga una narrativa, un relato ordenador.
Si se le puede reprochar algo, acaso, es que el libro enuncia sus propias limitaciones. El meme es un artefacto hipercontextual: sus fuentes y sus referencias tienen que ser conocidas de antemano para poder entenderlo. Esto lleva a una paradoja. Es probable que quienes están más interesados en un libro de divulgación sobre el meme ya utilicen memes, conozcan los contextos y ya sepan de lo que son capaces.
Ojalá la pregunta que da título a este libro se lea menos como una expresión de horror y más como una invitación a conocer una herramienta de un potencial mucho más esperanzador que sus ejemplos más horribles.
