“Para mí, “habitar” es aprender a conocerte en todos los aspectos posibles. Es tener un espacio para ver qué cosas quieres que lo conformen y a qué personas depositas en ese lugar, en ese ambiente que te da armonía”, reflexiona Paulina Sotomayor, mejor conocida como Pahua, desde una habitación que hace notorio el uso constante de varios instrumentos situados al fondo. Crear es parte de su naturaleza y nada podría ejemplificarlo mejor.
Cinco años atrás, la cantautora mexicana adaptó un estudio casero, con el único objetivo de encontrar nuevos sonidos y componer letras a partir de frases y juegos de palabras que rondaban por su mente, pero una fuerte necesidad por explorar otra faceta de su carrera la llevó a darle vida a Pahua, un proyecto con una esencia mística, que venera al universo, nuestras raíces, el amor propio y la feminidad.
Un año más tarde publicó Ofrenda, su primer EP, con el que plasmó los vínculos cotidianos que mantenemos con la naturaleza, las virtudes del autodescubrimiento y la simplicidad de vivir. Algunos meses después, inspirada por la colorimetría de las sonoridades latinoamericanas, lanzó La Cura, un material que transformó cada melodía en un fármaco natural para sanar y vigorizar el espíritu desde lo más profundo.
“Siento que en La Cura estaba en un proceso un poco más nostálgico. Pasé por cuestiones fuertes a nivel emocional que, de alguna manera, tuve que resolver para darle paso a un nuevo material”, explica Pahua. En los últimos años, la también productora comenzó a establecer un ritmo constante de lanzamientos, en su mayoría, colaboraciones junto a artistas latinoamericanos que, de una u otra forma, marcaron una pauta para lo que sería Habita, su primer álbum de larga duración.
Inicialmente, Pahua vislumbró Habita como un EP, no obstante, durante el proceso conoció a grandes músicos, quienes incentivaron un ambicioso proyecto discográfico, cuya esencia, enaltece la herencia sonora y rítmica de diversos pueblos y regiones de América Latina. “De pronto, ya tenía 12 colaboraciones y un álbum completo. Fue algo que se dio de manera natural y sentí que era el paso que podía dar”, señala.
“Pude haber lanzado un EP, pero cuando tienes un concepto amarrado y una narrativa, es lindo saber que puedes otorgarte el placer de hacer algo un poco más grande. Para mí, este disco fue un reto, porque lo alimentó mucha gente a través de sus propias composiciones y eso, al mismo tiempo, lo convirtió en un material hermoso, con canciones que trascienden por una personalidad única”.
En Habita, Pahua exaltó el folclor chileno, la cumbia mexicana y el dembow dominicano, fusionó los sonidos afros con las sensitivas raíces cubanas, y exploró la magia del mestizaje colombiano y venezolano; todo, junto al talento de artistas y proyectos como Barzo, Paz Court, Acid Coco, La Perla, Níkola, Karen y Los Remedios, Eva de Marce y Venezonix, quienes evocaron su propia interpretación sobre el arte de habitar, a partir del reconocimiento de sus orígenes.
“Cada uno encontró una forma para hablar acerca de la herencia. Casualmente, se sumaron más proyectos de mujeres y eso ayudó muchísimo a permear el disco con esa magia femenina que está súper presente. Por eso es lindo apostarle a las ideas de alguien más, porque se integran nuevas estructuras, instrumentos, voces, slangs y otros ritmos que quizás no imaginaste al principio. Intercambiar ideas crea obras más completas, aprendes más cosas y la energía se mueve de un lado a otro y, en ese sentido, es mejor lo colectivo”.
Además de las colaboraciones, el valor de Habita radica en el uso de instrumentos autóctonos, entre ellos, marimbas rústicas, con un estilo similar al balafón, construidas a base de maderas y cueros poco convencionales, así como tambores con sonidos característicos de las ceremonias cubanas. A su vez, destaca el uso de la palabra, que desde Ofrenda, ha tomado un carácter poético.
“En algún momento, cuando pase a otra transición, escribiré mucho más, y no necesariamente canciones. Es importante sacar todo lo que uno trae en la cabeza, y es grato ponerle cuerpo a todo lo que necesitas decir, por eso Habita se siente burbujeante”, señala. La multiinstrumentista no solo alimenta su proyecto gracias a una creatividad innata, además, ha encontrado en otras disciplinas inspiraciones para complementar sus universos sonoros.
Años atrás, el trabajo fotográfico de Karla Read la llevó a componer temas como ‘Granito de Luna’ y ‘Noche Negra’. Para este álbum, encontró en el arte de la fotografía molecular visuales enigmáticos, que más tarde convirtió en las portadas de cada sencillo. “Julia Toporek me mostró un ejemplo de sus fotografías y cuando vi esos pequeños mundos me sorprendí. Cuando estaba trabajando en el concepto de las canciones, la invité, junto con Bleepolar, a crear el arte del disco”, narra.
“Ambos idearon una fotografía microscópica para cada una de las canciones, y luego decidieron destaparlas con un eclipse minimalista y una paleta de colores muy fría, que poco a poco se torna más cálida, para provocar sensaciones diferentes. En la portada estoy en medio de un eclipse, pero llega un momento en el que todo se empieza a acomodar y aparecen todos estos planetas con texturas, colores y brillos diferentes”, añade.
“Este año vienen muchos retos para mí, sobre todo, porque voy a estar alrededor de 90 días fuera del país”, dice Pahua sobre su próxima gira por Estados Unidos, Canadá y España. A la par, lanzará nuevas colaboraciones, algunas de ellas, junto a French Braids, YoSoyMatt y Carimbombo. “Nunca paro de hacer música”, indica con orgullo. “Vienen varios lanzamientos, únicamente sencillos, pero en una de esas otra vez hago un disco”.
Las raíces de Habita
Ante su paso por los escenarios y las sesiones de composición junto a artistas como Barzo, Ancestral Beats y Eva de Marce – a quien se unió en la producción de su próximo álbum -, Pahua continúa entrelazando una fuerte conexión con la música, a través de lo que la mantiene libre: contar historias. “Pasa algo mágico y especial cuando te das cuenta que la gente se conecta contigo y con tu proyecto. Me sucede, particularmente, sobre el escenario, como cuando abrí los shows de Hozier. Es algo muy orgánico y solamente ocurre con la música”.
Hoy, Pahua manifiesta una esencia que transita entre “lo exótico y lo primitivo”, y con un amor inmenso por sus raíces, traza una universalidad musical que se mantiene en constante evolución. “Me gusta pensar que mi sonido viaja en una fusión de folclor latino, bullerengue, cumbia, bolero, dembow y otros géneros que conocí en el pasado. Yo vengo del mariachi, después pasé a una onda percutiva, y luego al latín jazz y al rap. Me gusta integrar gamas urbanas, con tonalidades alternativas y afro, y ahora tengo ganas de experimentar con otros idiomas”, expresa, mientras evoca el nombre de Pongo, Dengue Dengue Dengue y Natalia Lafourcade, al dilucidar sobre las colaboraciones que sumaría al disco de sus sueños.
“Los artistas tenemos un montón de influencias, de muchos países. Es lindo jugar con esas vertientes y no es una cuestión de apropiación cultural, sino de un reconocimiento y aprecio por lo que aprendemos de todas las regiones”.
“Con Habita entendí ciertas cosas sobre mis procesos de vida; me di cuenta de lo bonito que es lograr habitarse. Ahora me siento más segura, porque sé que puedo liderar un proyecto. La música siempre sigue una línea de aprendizajes y estoy en ese camino, entendiendo un montón de cosas y herramientas que me permitan definir y aterrizar las ideas que tengo sobre cómo quiero que suene mi proyecto. Sigo plantando semillas dentro de los parámetros que existen en mi música”, medita sobre el futuro, al que vislumbra entre la unión perfecta entre la identidad de Paulina Sotomayor y Pahua.
“Tengo un personaje que es Pahua, pero al final sigo siendo Pau, y no me suelto. Soy esa persona. He crecido mucho como artista; y como persona he tenido que poner el pie en algunas cosas para entender mis errores y seguir adelante. Si Paulina le preguntara a Pahua cómo se siente, seguramente encontraría muchísimas cosas que podrían describir este momento de felicidad. No todos los proyectos tienen la oportunidad de viajar y ser recibidos en alguna parte del mundo y está padre tener eso, aunque a veces me da miedo, pero eso se quita enfrentándolo, porque no va a suceder nada malo”, puntualiza la cantautora, quien hoy, se revela como una oda a las raíces latinoamericanas.
Como parte de una nueva apuesta por revitalizar este material discográfico, Pahua publicó, junto con el sello neoyorquino Razor-N-Tape, Habita (Remixes), un álbum que suma el talento de algunos de los productores más importantes de la música dance, entre ellos, Tigerbalm, Prince of Queens, Clive From Accounts, Captain Planet, John Beltrán, Poirier y Belmar. Habita Remixes le da nueva vida a su álbum debut. Escúchalo a continuación: