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Arcángel: el respeto vale más que el dinero

Siendo fiel a sí mismo, ha molestado a más de uno; pero eso no le ha impedido al puertorriqueño permanecer por más de 15 años en la cima del género urbano

Fotografías por Eric Rojas

febrero 27, 2023

Arcángel está en su oficina en Miami, donde se ha estado preparando para la etapa que comenzará una vez decida retirarse de los escenarios. Ha dicho que podría ser pronto, pero aún se le nota dubitativo. Lo que sí tiene claro es que, después de dejar un legado como uno de los exponentes más influyentes del género urbano, trabajará por convertirse en uno de los mejores productores de la escena a nivel mundial. “Tengo la capacidad para ser presidente de cualquier disquera. No estoy siendo pedante”, dice con la seguridad y firmeza que lo caracterizan, y que le han traído más de una controversia. Aun así, ha dejado de prestarle mayor atención a las críticas, pues sabe que son las consecuencias de “ser sincero” en una industria que “premia la hipocresía”.

Austin Santos es hijo de Carmen Santos, exintegrante de Las Chicas de Nueva York y Las Chicas del Can, que abandonó el sueño de ser artista por criar a su hijo. Aquel sacrificio fue el impulso que un joven Austin tomó para conseguir dinero y eventualmente convertirse en músico; en Arcángel. Para ello, aprovechó la habilidad que ha tenido desde pequeño para memorizar las cosas, y la desarrolló hasta el punto de poder componer sin usar las manos. “Yo compongo, y todo lo almaceno aquí, en mi mente. Cuando me toca ir al estudio, ya me sé casi todo lo que voy a hacer”, explica.

En los 2000 formó un dueto con De La Ghetto, cuyo trabajo no duró mucho, pero le valió el reconocimiento en Puerto Rico y Estados Unidos. Su voz siempre ha sido inconfundible y sus líricas pegadizas, de modo que el éxito fue inmediato cuando se lanzó como solista. Primero llegó El fenómeno (2008) como respuesta a la filtración de La maravilla, y después, la que considera su obra maestra: Sentimiento, elegancia y maldad (2013). Nueve años y cuatro álbumes de estudio después, presentó Sr. Santos, un disco de 18 cortes que dedicó a su difunto hermano, Justin, que lleva tatuado en el pecho y a quien abraza en una ilustración que tiene colgada en su oficina.

El trabajo de Arcángel se ha mantenido sólido, al igual que su reputación en el género. Sus convicciones las tiene claras y así como dice las cosas tal cual las piensa, no evade los cuestionamientos sobre los momentos más oscuros de su vida.

Austin, tú naciste en Nueva York, pero te criaste en Puerto Rico. También eres hijo de padres dominicanos. ¿Cómo recuerdas tu infancia y adolescencia?

Mi infancia, aunque desde el comienzo fue humilde, fue maravillosa y bonita, porque el que yo venga de orígenes humildes no quiere decir que mi familia no me dio educación. Al revés, yo tuve una madre que fue padre y madre a la misma vez, y me crio con mano dura, pero fue muy cariñosa, llena de mucho amor. Los mejores recuerdos de toda mi vida siguen siendo los de mi infancia. No tenía lo que tengo ahora, pero todo era mejor antes, todo era más puro.

¿Qué impacto tuvo en ti haber crecido en medio de la cultura dominicana y la puertorriqueña?

Cuando me fui a Puerto Rico, ya mi madre había vivido allá. Y mi abuela también tenía veintipico de años allá. Toda la familia estuvo por mucho tiempo en Puerto Rico hasta que llegué, porque mi madre, al irse de casa de mi abuela, se fue a perseguir su sueño, que también era la música. Allá salió embarazada de mí y decidió ser madre, algo por lo que voy a estar agradecido hasta el final de mis días, porque tuvo la opción de no serlo y continuar con su sueño, pero gracias a esa valentía estamos aquí.

La influencia dominicana lo es todo para mí, porque yo me crie en Puerto Rico toda mi vida, pero la gente que estaba dentro de mi casa era dominicana. La crianza dominicana es muy diferente a la puertorriqueña, es mano dura. Es bien de respeto, al igual que la puertorriqueña, pero la dominicana como que se excede un poquito. Son un poco más militares, diría yo.

Fotografía por Eric Rojas; Director Talento: Alejandro Ortiz

Y eso influyó en la persona que eres ahora.

Bastante, porque soy una persona que no defiende lo mal hecho, ni tolero la falta de respeto. Tengo valores que me han hecho el camino un poquito más rocoso. Por no faltarme el respeto a mí mismo, ni a mi madre, ni a la crianza que se me dio, hay muchos negocios que no hago. Prefiero el old fashion way, como decimos nosotros. That’s the good way, that’s the only way.

Eso también ha ayudado a que la gente te respete.

Yo no nací siendo artista; sí nací para hacer lo que estoy haciendo, claro está. Pero si hay algo seguro es que nací para ser un hombre, un buen ser humano, tener mis pies bien puestos en mi sitio y decir las cosas como son. Gracias a Dios no tengo la necesidad de mentirme a mí mismo para poder tener un éxito en una industria donde reina la mentira. Yo, gracias a Dios, he podido ser 100 % la persona que se me enseñó a ser. A mí se me enseñó a ser un hombrecito, y eso es lo que estoy enseñándole a las futuras generaciones que salen de mi casa. Me refiero a mis hijos.

Tu madre, Carmen, fue cantante. ¿Qué tanta influencia tuvo este aspecto familiar en tu decisión de hacer música?

Yo quise devolverle todos los aplausos que ella sacrificó por ser madre. Ella tuvo la opción de continuar su camino, y también iba a tener la oportunidad de más adelante tener hijos. Ella decidió no negarle la oportunidad al primero, y ese soy yo. Todo el tiempo lo tuve claro, y viendo el talento vocal que tiene mi mamá, dije: “Wow, mi madre pudo haber sido alguien bien grande dentro de la música latina”. De alguna manera, yo le iba a devolver el gesto de valentía, fuera musical o no musical. Yo iba a conseguir plata, y no lo quiero decir, pero lo iba a hacer como quiera. Yo voy y busco el oro donde quiera, pero si no lo hay, estudio cómo fabricarlo, y lo hago posible.

La manera en la que me influenció es la manera más grande en la que un ser humano puede influenciar a otro. La mayoría de los hombres que fracasan le echan la culpa a la ausencia de la figura paternal, yo no te puedo decir eso. Si me hubiese ido mal… no me hubiera ido mal porque tengo una madre lo suficientemente fuerte para ser madre y padre a la misma vez. Mi mamá es mi superhéroe, es mi mujer favorita, porque lo único que vi cuando me crie fue a mi mamá trabajando para echar a sus hijos adelante, sola.

¿Cómo terminas llamándote ‘Arcángel’ y haciendo música?

Cada vez que entraba a las casas había un cuadro de San Miguel Arcángel peleando con el Diablo. Entonces una vez le pregunté a mi abuelita por qué en todos lados que iba veía ese cuadro, y me dice: “En el cielo hay batalla diaria entre ángeles y demonios, nosotros no las vemos, pero todo el tiempo el bien está batallando en contra del mal. Esos ángeles que están peleando contra los demonios y las fuerzas del mal se llaman arcángeles, una legión de ángeles, guerreros de Papá Dios”. A mí me encantó el concepto, y desde muy niño he sido fanático de los ángeles y su historia.

Ya a los 16 tenía la destreza. Había ganado un concurso de oratoria, había participado en varios talent shows de la escuela y escuchaba mucha música, pero a los 16 es cuando por primera vez ejerzo la composición. Cada vez que le enseñaba estas cosas que escribía a otras personas, me decían que sonaba bien y me lo empecé a creer. Me lo creí tanto que decidí no hacer nada más, y tanto conspiré con el universo hasta que se me dio. Mi madre me decía que me buscara un trabajo, y yo le decía que no. Trataba de explicarme que la música es algo que no se da cuando uno quiere, y yo dije que estaba consciente, pero para que a mí se me diera, tenía que dedicarle el cuerpo y alma a esto. Brinqué el examen de la universidad. Ignoré todas las ofertas de trabajo que amigos de ella me daban por ayudarla, y nada, perseguí mi sueño. A los 18, Arcángel estaba pegado en Puerto Rico y en toda la tierra.

Fotografía por Eric Rojas; Director Talento: Alejandro Ortiz

¿Cómo fueron tus inicios con De la Ghetto?

Maravilloso, somos hermanos de madres diferentes. Tenemos muchas cosas en común y muchas cosas distintas también, eso es lo que hace que nuestra química musicalmente sea perfecta, personal. Nosotros nunca hemos tenido ningún tipo de problema, nuestras diferencias fueron profesionales; él tenía un norte y yo tenía otro, pero el cariño de mi parte hacia él, y no dudo que, de su parte hacia mí, nunca cambió. Él no es mi antiguo dúo, ni una persona que cantaba conmigo, ni un colega del género. Él es mi hermano que tiene sangre diferente, y yo lo amo. Mi lealtad todo el tiempo va a estar con él.

Desde tu trabajo con De la Geezy, habías comenzado a ganar reconocimiento, pero este estalló mucho más cuando comenzaste a ser solo Arcángel. ¿A qué crees que se debió tu creciente popularidad?

Al gran trabajo que hicimos como dúo. Ambos hicimos un gran trabajo que, aunque duró poco, la gente nos dio la oportunidad para mostrar nuestra propuesta musical individual. Hay otros dúos que la gente no se da la oportunidad de escucharlos por separado. Pero definitivamente fue un esfuerzo mutuo, porque él hizo un muy buen trabajo y yo también. Ambos dejamos las puertas abiertas para cuando nos tocara la oportunidad, pero ya de una manera individual.

Cuando te ibas a lanzar como solista con tu álbum debut, te piratean La Maravilla, y terminas lanzando El Fenómeno. Cuéntame esta historia.

Una de las mejores cosas que me han podido hacer. Hoy en día, me encantaría saber quién fue la persona que lo pirateó para yo darle las gracias, porque sin darse cuenta, cambió la manera en la cual la música se distribuía. Hizo un daño muy grande que, a la misma vez, le hizo bien a muchas personas que estábamos tratando de entrar y no podíamos, si no teníamos una firma de una disquera multinacional.

Yo te diría que ese fue el primer álbum que rompió todas esas barreras. Lo pirateó, pero yo no tuve más opción que piratearlo más y ha sido uno de los mejores momentos de mi vida, porque llené coliseos con esas canciones. Eso les abrió otro camino a nuevas generaciones para hacer música. Al principio no sabían que era el comienzo de una nueva era de musical digital. Cuando comencé, fue el primer año en que todo el mundo experimentó lo que era un canal de YouTube. Las redes sociales no existían mucho, y de todo eso yo le tomé el 100 % de advantage.

Fotografía por Eric Rojas; Director Talento: Alejandro Ortiz

Aprovechaste el momento.

Le saqué mucho provecho. Esa fue la nueva era que las disqueras no esperaban, y era que iba a aparecer alguien a quien le iba a gustar regalar su música, todo en contra del negocio. Creo que gracias a eso también los artistas de nuestro género empezaron a saber que podemos ganar por canciones. Antes de que yo lo hiciera, estaba todo el mundo firmando cosas que solamente el hombre alto de la oficina sabía. Fue una época revolucionaria.

Cuando ese álbum se pirateó, al principio yo me quería matar. Después, la primera semana yo estaba con el pecho inflado, parecía Superman. Varios meses después, nos dimos cuenta de lo que había sucedido: estábamos viendo el principio de una nueva era en cómo se mercadeaba la música. Ya no necesito un deal para poder hacer un video, porque ya a mí me contratan y estoy ganando plata igual, o hasta más, que el que está firmado con una disquera. Lo único es que, al tener una actitud totalmente diferente a los demás, el camino se me ha hecho un poco rocoso, pero gracias a Dios considero que siendo quien soy, hemos tenido mucho éxito, tenemos un gran respeto dentro de la industria, y eso es algo que no tiene precio. La riqueza más grande es el respeto que el público y mis colegas sienten por mí.

Por años hiciste un proyecto muy interesante, tus tiraderas de ‘Feliz Navidad’. ¿Por qué decidiste hacerlas?

A mí me tiraba mucha gente de la nada. Era como una moda. Todo el que pensaba que podía hacer algo quería medirse conmigo, pero gracias a Dios tengo la virtud de que, aparte de que soy muy bueno haciendo este tipo de tiradera, también puedo hacer otro tipo de música. Ellos se pasaban el año entero tirándome a mí, y yo me pasaba el año entero tirando música. Una vez al año yo decía, “Les tengo un regalo de Navidad”, y de ahí salió la tradición.

Yo nunca le he tirado a un artista que no haya dicho cosas negativas de mí. No tengo que hacerlo, esa no es mi ética. Soy de las personas que no respeta a los artistas que le tiran a otro sin conocerlo, solamente por el sonido, como decimos nosotros. Todas las navidades me quedaba callado porque tengo un público al cual complacer; me debo a ellos, no me debo a estos artistas. Estos artistas, al revés, quieren lo que yo tengo, pero una vez al año les daba su regalito de Navidad.

¿Por qué dejaste de hacerlo?

Porque las personas que me desafiaban durante esos años, de alguna otra manera, me motivaban a contestarles lo mismo. Lo dejé de hacer porque ya no tenía razón por la cual tirarle a nadie. Son niños novatos que no me conocen, que me están mencionando por el gran respeto que me tienen. Al que le gusta esto, le gustaría tener algún tipo de controversia con Arcángel, si tiene la posibilidad de ganarme. Si no, le va a pasar lo que le ha pasado a mucha gente, que después que tiene dos o tres rounds ‘liricales’ conmigo, ya no se adapta igual. Es un arma de doble filo. Puedes buscar un poco de exposición, pero si no vas a la misma velocidad mía, la gente dirá que perdiste conmigo. Lo dejé de hacer porque los incrédulos que pensaban que podían competir conmigo, se daban cuenta de que no.

En verdad, yo no soy una persona que tira si no tengo ningún tipo de razón. Aparte, con varias de esas personas que he incluido dentro de esta saga de ‘Feliz Navidad’, arreglé mis diferencias. Son tipos que hoy en día respeto mucho y tengo buena amistad.

¿Cuál crees que es el aporte de las tiraderas a la música urbana?

La verdadera esencia de la música urbana es callejera. Esto viene del bajo mundo, esto viene de los barrios de Puerto Rico. Es música que narra las cosas que, o vives tú, o viven personas cercanas a ti, pero es algo que ha existido siempre. ¿Aporte? Ninguno. ¿Aporte a la destreza de los raperos? Mucho. Ahí es dónde está el deporte. Es como una competencia de quién saca las mejores barras, quién tiene más sentido, quién tiene el mejor delivery.

La salsa, al principio, era mucha tiradera también. La salsa vieja de Puerto Rico tiene salseros que se tiraban con otros. La gente dice: “Fulano hace canciones comerciales, pero él hace lo que otro artista comercial no puede hacer. Domina el bajo mundo”. Que la estética haya cambiado un poco, sí, pero la esencia sigue siendo la misma. Esto no es música clásica que se escucha para tomar el té, es música que un gran porcentaje de oyentes la siguen escuchando, la usan como motivación para salir del barrio, salir de la pobreza del bajo mundo, porque ven que la mayoría de sus exponentes viene del mismo lugar en que ellos están hoy en día.

Austin, en 2021 hiciste un comentario que molestó a tus colegas mujeres sobre la relación entre mostrar el culo y el respeto. Luego Anitta te contestó y le pediste disculpas a “ese tipo de mujeres”, “luchadoras, fuertes, responsables, serias”. ¿Te sostienes en lo que dijiste?

Sí.

¿Por qué?

Porque a mí me crio una mujer y me crie en un hogar lleno de mujeres donde lo que se me enseñó fue a respetar a una mujer. A mí me llamó la atención porque ella a mí nunca me había dirigido la palabra hasta ese momento. Fue como porque fui yo, porque después de mí, los comentarios siguieron y nadie siguió denunciando nada. Mi madre me enseñó a respetar a una mujer, pero también me enseñó la diferencia de una mujer que merece ser respetada. Si tú quieres igualdad, pues me mantengo. Yo no respeto a todos los hombres por igual. Eso no existe dentro de mí porque no todos los hombres merecen el mismo respeto. Yo no puedo respetar a un delincuente de igual manera que a un educador. ¿Tú lo harías?

Es una buena pregunta.

Si lo que andamos buscando es igualdad, empecemos por ahí. El respeto es algo que se debe ganar, no regalárselo a nadie. Yo siempre voy a respetar a todas las mujeres, lo único que hice fue un comentario que lo escuché de otra mujer. No fui yo que me lo inventé, lo escuché, me llamó la atención, y lo subí. Después de ahí, han seguido haciendo muchos peores comentarios que el mío y no he visto a nadie haciendo la campaña que trataron de hacerme a mí, pero no lo vi suficiente porque ya el público sabe el respeto que tengo por mi madre. La capacidad que tengo como padre para dar cariño y amor a mis hijos, no todo el mundo la ha visto.

Pienso que fue algo orquestado. Una de las tantas cosas que me han querido hacer dentro de la industria, pero no le guardo ningún tipo de rencor a Anitta. Aparte, a mí me gusta mucho lo que ella hace. No soy quién para criticar ningún tipo de acción que haga, ni siquiera en mi contra, porque las opiniones son como los ombligos, todo el mundo tiene una, y hay que respetarla.

Fotografía por Eric Rojas; Director Talento: Alejandro Ortiz

¿Cómo ves la participación de las mujeres en el género urbano?

Súper. Lo veo maravilloso, lo veo como algo que tenía que pasar desde hace mucho tiempo. A mí me encanta la diversidad en el género. Me encanta que haya mujeres superestrellas, que haya colombianos, venezolanos, chilenos, argentinos, cubanos, panameños, me encanta que haya de todo. Mientras haya todo eso, se solidifica más el género musical. A mí me encantaría trabajar con más mujeres, me encanta el talento que tienen las mujeres argentinas, no existe una que no tenga una propuesta musical interesante. Me encanta Karol G, mi rapera favorita es Farina. En República Dominicana está Melymel, que también goza de mi respeto. Hay muchas féminas que me gusta todo lo que hacen. La misma Natti Natasha, me encanta su voz.

Mañana, si aparece un extraterrestre que quiera cantar reggaetón, bienvenido sea. Ya solo engrandece más la cultura de dónde vengo yo. Hablo por la cantidad y los millones de personas que hemos influenciado nuestro ritmo. Eso lo veo súper bien, eso es maravilloso. Así tienen que ser las cosas para que un género musical no se quede siendo local, que se ejerza en diferentes partes del globo. Ahí es donde verdaderamente eres global, cuando en el globo terráqueo se escucha tu música o si no es necesariamente la tuya, tu género, el que tú representas.

Cuando se desató la polémica por este comentario de 2021, también se revivió el episodio de presunta violencia doméstica que hubo en Las Vegas en 2019. Allí resultaste detenido por 12 horas. ¿Qué lección te dejó aquel incidente?

Que hace mucho frío dentro del presidio. Porque personalmente yo no hice eso de lo que se me acusó. Eso salió en todos lados, pero lo que no salió fue que la misma jueza desestimó el caso por falta de mérito fiscal.

Sí, por falta de pruebas.

Eso no era igual de interesante que el que yo “la pateé y la mandé a volar”. Lo único que había era ese video que el policía dijo que vio. ¿Dónde está el video? Bellagio es de los hoteles más grandes de Las Vegas. Yo siento que muchas veces la noticia que a la prensa internacional le interesa de este servidor es la negativa. Lo que aprendí de ahí es a cuidarme mucho. Es fácil pisarme, pero cuando te das cuenta de que no merecía los pisotones, es muy difícil pedirme disculpas. Ahí dije: “Voy a seguir haciendo mi música, me voy a enfocar más en lo que a mí se me enseñó y es en ser un buen ser humano”. And just carry on con esta riqueza que tengo, aparte de la plata. La plata no es nada. La riqueza que yo tengo es mi conocimiento y mi educación, y voy a tratar de esparcirla a mi generación futura, que son mis hijos.

Después de una gran desilusión de parte de la industria, de todos los medios, fue como: “Wow, lo único que les interesa es cuando meto la pata”. Y cuando se dan cuenta de que no la metí en nada, no es tan fácil decir, “Mira, no la metió”. Lo que interesaba era tirarme al fango, y eso no es noticia. He hecho dinero porque tengo que seguir trabajando, porque tengo unos niños que están muy pendientes de pasos que yo doy para, probablemente, ellos seguir por el camino que me vieron recorrer a mí.

Así que tengo que actuar firme y dar buenos pasos. Eso es más importante para mí hoy en día que estar en las primeras posiciones.

¿Aún consideras retirarte pronto de la música?

Todavía tengo mucha pasión por lo que hago, que eso es bien importante. Gracias a Dios, todo el tiempo he querido trabajar como productor, y soy muy bueno buscando talento. Tengo un oído espectacular, y descubrimos uno de los talentos que para mí es de los que más promete en la música urbana. Su nombre es Chris Lebrón, un niño dominicano. Salió en el disco de Romeo, Fórmula, vol. 3. Tiene una canción que es un súper éxito, ‘Desde mis ojos’, junto a Sech y Jay Wheeler en el remix. Nos fue súper bien con su EP, logró pegar todos los temas de su disco. Me quiero dedicar a eso.

Puede que yo me retire de los escenarios pronto, pero de bregar en la música, nunca. Mi corazón palpita por el ritmo de la música. No me imagino cómo sería mi entorno personal sin esto. Yo tengo una oficina porque estoy acostumbrándome, porque esto es lo que voy a hacer después. Uno de mis sueños es ser uno de los mejores disqueros que existan en la música urbana, por eso es que quiero darme el tiempo que necesite para seguir aprendiendo. Voy a dar lo mejor de mí en lo que me quede como artista, compositor, productor, lo que sea, porque ningún general puede ser buen general si antes no fue buen soldado. Creo que mañana sería un buen ejecutivo dentro de la música. Estoy empezando, me ha ido muy bien, y quiero seguir aprendiendo, porque de aquí a unos años, cuando yo no esté haciendo álbumes, quiero estar sentado en un escritorio creando estrategias para futuras estrellas. ¿Quién mejor que un soldado para dirigir un buen equipo? Ya yo estuve en el campo de batalla.

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